Tengo la suerte de tener un grupo de amigas que están SUPEREMPODERADAS, mujeres fuertes, independientes y con carácter que deciden por ellas mismas, que hacen aquello que desean, que no piden permiso y así es como considero que tenemos que ser las mujeres. Desde este grupo el mundo se ve diferente, os lo aseguro.
Una tarde en LinkedIn tenía un mensaje, me ofrecían un programa de dirección, y aquel mensaje llegaba en un momento en el que necesitaba demostrarme a mí misma que podía con aquello que me propusiera. A veces, a todos nos hace falta ponernos un nuevo reto y superarlo para motivarnos. Quería estudiar algo más, llevaba ya mucho tiempo sin hacer nada y me decidí a aceptar la oferta. Y el siguiente reto era una pregunta: ¿seré capaz de volver a combinar el trabajo y el estudio? Las ganas superaban los miedos, ganas de salir del confort, de ver otras cosas, de conocer a otros profesionales, otros funcionamientos, otras empresas, otras formas de pensar, lograr nuevos conocimientos, ya hacía casi 10 años que había acabado la carrera, ¡necesitaba más!
Durante el programa aprendí muchísimo, pero sobre todo conocí gente muy y muy interesante y... ¿sabéis? Se dio la casualidad que hasta el momento había sido la promoción del programa con más porcentaje de mujeres (35,7%) y esto nos hacía estar a todas nosotras orgullosísimas, a pesar de que en 2018 esto ya no tendría que ser noticía, ¿no? Estábamos en pleno siglo XXI, aparentemente las mujeres tenemos la misma libertad y el mismo derecho a acceder en estos programas, pero seguimos teniendo mucho para trabajar.
Para mirar de potenciar este cambio con nombre de mujer, un tiempo antes también empecé a asistir a actas de la UEA Inquieta, una comisión de trabajo de la Unió Empresarial de l'Anoia, que organiza talleres, conferencias y acontecimientos para dotar de herramientas e información a mujeres, y lo que más me gusta, también a hombres, para empoderar a las personas para perseguir sus objetivos y deseos. El éxito de la comisión, para mí, es la inclusión, no podemos hacer las cosas desde las mujeres solas, somos una sociedad, un colectivo mixto, y por lo tanto, todos tenemos que ser conscientes de la realidad que viven muchas mujeres, y la mejor forma de hacernos conciencia es permitiendo que los hombres que quieren puedan sentir y ver de primera mano las cosas como las vemos nosotros.
"Tenemos que tener mucho menos miedo, tenemos que coger aquella de las opciones que nos haga feliz, sea cual sea, y tanto si gusta como si no a nuestro entorno, tenemos que ser nosotras mismas, no aquellas que los otros quieren o esperan que seamos"
Desde la comisión queremos ser un espacio donde todo el mundo se sienta cómodo para poder expresarse con confianza y para lograr aquellas habilidades que quizás no tiene o cree no tener y que están allá dentro de escondidas, unas habilidades que nos hagan salir a la luz, una luz diferente por cada una pero una luz que nos haga ser felices, nos haga ser quién somos y nos haga exigir el respeto que merecemos todas nosotros para escoger lo que nosotras queramos, para cambiar de opinión siempre que lo consideremos, para que no se nos etiquete, para poder decir aquí estoy y esto es lo que quiero para mí.
Desde mi punto de vista tenemos que tener mucha menos miedo, tenemos que coger aquella de las opciones que nos haga feliz, sea cual sea, y tanto si gusta como si no a nuestro entorno, tenemos que ser nosotras mismas, no aquellas que los otros quieren o esperan que seamos. Tenemos que ser libres de escoger potenciar nuestra carrera profesional o no, de ser empresarias o ser la mejor recepcionista del mundo, de perseguir una posición de alta responsabilidad o escoger una opción que nos permita volver a casa y desconectar hasta el día siguiente. Tenemos que pensar que entre nosotras tampoco nos quedamos cortas juzgándonos las unas a las otras y que esto también nos debilita en nuestro posicionamiento social y laboral.
En definitiva, me gustaría que en muchos poquitos años podamos decir que lo que salimos a celebrar el día 8 de marzo que es que estamos haciendo TODO lo que queremos y merecemos, y que ya no tengamos que reclamar ni igualdad, ni respeto, ni justicia salarial, ni más seguridad.
Mi deseo es este. ¿Cuál es el tuyo?