Tecnología móvil: nuevos canales de comunicación

Este lunes se ha dado el pistoletazo de salida al GSMA Mobile World Congress y un año más Barcelona se ha convertido en el escaparate mundial de las tecnologías móviles. Las expectativas son elevadas por un acontecimiento que en la última edición batió récords con 85.916 asistentes de 200 nacionalidades diferentes.

La expectación que genera este acontecimiento es una señal más del cambio de paradigma que representa la tecnología móvil. Las cifras son espectaculares: por los 7.000 millones de personas que estamos en el planeta, hay 6.900 millones de suscripciones a redes móviles y 2.300 a banda ancha móvil.

Los teléfonos móviles, como una ventana hacia cada individuo, permiten la creación de nuevos canales de comunicación. Son canales bidireccionales que posibilitan la interacción fluida y constante.

En el caso de la Administración pública, la extensa adopción de esta tecnología ofrece una gran oportunidad de revolucionar su relación con la ciudadanía, permitiendo un diálogo directo, cercano y constante. Barcelona, haciendo honor a su título de Capital Mundial del Móvil, ya ha iniciado esta transición hacia una governança mobile. Además de disponer de un amplio abanico de perfiles a las redes sociales, cuenta con varias apps para dar servicios y comunicarse con la ciudadanía.

En cuanto a las empresas, las posibilidades que ofrece la tecnología móvil son prácticamente infinitas: ampliar los canales de venta y publicidad, llegar a un público mayor, ofrecer nuevos servicios o mejorar la comunicación interna son sólo algunos ejemplos de como las empresas pueden aprovechar este nuevo paradigma, tanto para aumentar su eficiencia como su offering.

Yendo más allá todavía, las oportunidades seguirán creciendo a medida que aparezcan innovaciones. Un ejemplo se puede encontrar en los beacons, unos pequeños aparatos que son capaces de desencadenar acciones en dispositivos móviles que se encuentren dentro de su radio de acción. Esta nueva tecnología abre todo un nuevo abanico de funcionalidades, como por ejemplo la de ofrecer a un ciudadano que se encuentra dentro de una marquesina de autobús si se quiere descargar el app de transporte público, o bien, la de informar de los descuentos que ofrece una tienda a los clientes que se encuentran adentro.

Uno de los retos que plantea esta transición hacia una sociedad más mobile es la inclusión de los sectores de la sociedad con más dificultades de acceso a las nuevas tecnologías. Este reto supone oportunidades de innovación para las empresas al desarrollar dispositivos, sistemas y apps que sean más fácilmente accesibles. Por otro lado, la Administración tendrá que desarrollar métodos y procesos que faciliten esta inclusión. Un claro ejemplo es lo proyecto Vínculos que demuestra que si una app se diseña con las necesidades de los usuarios en mente, y se los da una formación previa, las tecnologías móviles pueden ser accesibles por gente de cualquier edad.

Tanto por las ciudades y gobiernos, como por las empresas que quieran acontecer mobile, el primer paso es definir una estrategia de implementación de soluciones móviles que desarrolle un modelo inclusivo, accesible, sostenible en el tiempo y escalable. Igual de importante es el desarrollo de un modelo de governança para gestionar los nuevos canales de comunicación. Este tiene que ir más allá de los mismos canales, expandiéndose a lo largo del ciclo de vida de las sugerencias y comentarios recibidos hasta allá donde puedan encontrar el interlocutor adecuado y poder garantizar que sean realmente útiles y bidireccionales.

El Mobile World Congress, el Mobile World Capital y el ecosistema de innovación que se genera al suyo cercando durando todo el año son la plataforma ideal para impulsar las empresas y las administraciones catalanas en esta transición hacia el paradigma mobile. El punto clave es que la infraestructura ya se encuentra desplegada, es a nuestros bolsillos y saberlo aprovechar será pues una cuestión de definir la mejor estrategia.
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