Quién quiere crear una empresa comparte un mismo objetivo: crecer y consolidarse. Desde Fomento del Trabajo hemos reiterado la necesidad de un marco normativo que facilite tanto la creación de nuevas empresas como su consolidación. Es por este motivo que la aparición de un anteproyecto de ley de emprendedores, a priori, es una buena noticía. A pesar de todo, creemos que el texto presenta algunas carencias importantes.
En primer lugar, el anteproyecto quiere alcanzar todas las etapas de la empresa sin incluir medidas concretas adaptadas en cada estadio. Este anteproyecto, de momento, puede acabar aconteciendo más una declaración de intenciones que no un instrumento útil.
En segundo lugar, la propuesta olvida dos aspectos clave: por un lado, el acceso a la financiación en las etapas más tempranas y de la otra, la tarea fundamental de las organizaciones empresariales en el estímulo de la actividad emprendedora.
Es imposible crear una empresa sin financiación. Por eso, sorprende que el anteproyecto no incluya medidas para facilitar la financiación en empresas nuevas. Y es desacertado olvidar la tarea que muchas entidades hacemos a favor del dinamismo empresarial.
Por otro lado, nos generan muchas expectativas las propuestas de simplificación administrativa que contiene el texto: juntar todos los trámites en uno sólo. Si efectivamente es posible, este puede ser un adelanto fundamental para estimular proyectos empresariales. Hace tiempo que lo esperamos.
Concluyente, tenemos texto que sin duda tiene que incorporar mejoras. Esperamos acabar teniendo una buena ley de emprendedores.