Vinilo, tinta y papel: mis deseos por el 2016

Por norma general los últimos artículos del año caen en una de las tres categorías siguientes: resumen del año que acaba, tendencias por el que entra o buenos propósitos de Fin de año.

En el primer caso sólo tienes que hacer memoria –natural o Google– e ir escribiendo el que has vivido los últimos doce meses. Por el segundo, juntas algunos de los conceptos que has encontrado a Google del año que acaba, los añades crowd intelligence, Big Fecha o Internet of Things al final y ya lo tienes. Este tiene la ventaja que de aquí a un año nadie mirará la predicción que hicisteis y por lo tanto podéis decir el que os parezca. En cuanto al de los buenos propósitos como que sólo tienen que durar hasta medio enero también podéis escribir el que quered.

Me he propuesto de hacer uno que sirva para el que más os guste: de resumen, de predicción de las tendencias o de buenos propósitos; vosotros elegís.

Vinilo

Ya he escuchado todos los discos de los Beatles a Spotify desde que los colgaron por Nadal. El mejor regalo por alguien que de pequeño se compró cintas de los Beatles, más tarde los DVDs y más tarde los vinilos. Por este orden. Este año he escuchado mucha más música con el tocadiscos que el año pasado y he comprado muchos más discos en vinilo. La tendencia es global y continuará el 2016.

La experiencia de escuchar música en vinilo pide un esfuerzo mucho más grande –en tiempo y dinero– que hacerlo en streaming y es por eso que le otorgamos una mayor calidad. La prueba del poco valor que otorgamos a un bien infinito como la música en streaming es que siempre hace de acompañamiento de otra actividad –trabajo, correr, cocinar– mientras que cuando escuchamos música en vinilo no hagamos nada más. Probáis de recordar el último golpe que escuchasteis música sin hacer nada más. La diferencia entre sentir y escuchar, la diferencia entre una economía de abundancia y una de escassedat.

Papel

En un chiste gráfico reciente un libro hijo le preguntaba a su libro paro: –Papa qué es un Kindle? Y el libro paro respondía: –Un invento del futuro enviado para destruirnos pero que no se salió.

Los estudiantes continúan prefiriendo los formatos imprimidos a los electrónicos y todo el mundo que haya leído libros en formato digital sabe que algo se pierde de la experiencia de leer en papel. Estudios independientes han confirmado que comprendemos y recordamos más una lectura en un libro físico que la misma en formato digital. La razón principal es que leyendo en electrónico perdemos metainformació, en concreto toda referencia geoespacial del contenido. En un libro físico abierto tenemos ocho puntos de referencia espaial correspondientes a las cuatro esquinas de cada página, y un punto de referencia temporal que correspondería al grueso de las páginas leídas. Todas estas informaciones son grabadas por el cerebro de manera inconsciente en el momento de lectura del contenido en un apoyo físico.

Tinta

Hace más de 2.000 años que Sócrates ya decía que la escritura traería a la decadencia de la civilización porque nos haría perder la memoria, un argumento recurrente a lo largo de la historia de la tecnología: la Biblia no puede ser imprimida porque Dios no tiene un monje a quién guiarle la mano o más recientemente Google nos hace idiotas y Twitter superficiales.

El cierto es que escribir obliga a hacer un esfuerzo de comprensión y síntesis de aquello sobre que escribimos. Preguntáis a cualquier blogaire de éxito de que le servía escribir cuando no lo leía nadie y os responderá invariablemente que para ordenarse las ideas y saber más sobre aquello que escribía.

Si aplicamos a la escritura el principio de economía digital que hemos visto antes –más esfuerzo para escribir en papel que en electrónico– veremos que el hecho de escribir en papel exige una mayor comprensión y síntesis de aquello sobre que escribimos, básicamente porque no hay Ctrl-Z. Si a esto añadimos la metainformació –el contexto espaial de la información– que nos aporta el papel ya lo tendríamos.

Este sería mi resumen del año que acaba, la predicción por el que entra y los buenos propósitos de Fin de año pero si no os gustan, tengo otros. De momento me voy a copiar estos en un papel.

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