GoodGut se inspira en l'Estany de Banyoles para crear pruebas de diagnóstico de enfermedades digestivas | iStock

Salud

Del Estany de Banyoles a ser comprada por Hipra

La startup Goodgut estudia el aparato digestivo como si fuera un ecosistema

Después de casi un año de negociaciones, este verano la farmacéutica Hipra anunció la compra de la startup gerundense Goodgut. Fue la confirmación del cambio de proa que ha hecho la multinacional catalana hacia la salud humana, que hasta la vacuna de la covid-19, solo se había centrado en la investigación, la producción y la comercialización de productos farmacéuticos de salud animal. También es la primera vez que Hipra compra una startup en sus 68 años de trayectoria. La adquisición de GoodGut, por lo tanto, es la historia de un éxito, especialmente, porque se trata de una integración en la que la startup no ha perdido su visión ni su equipo y ha conseguido ganar recursos, conocimiento y un socio fuerte con quién lanzarse al mercado internacional.

GoodGut es una startup biomédica especializada en el diagnóstico de enfermedades digestivas. Es una empresa nacida a la Universitat de Girona (UdG) y el Instituto de Investigación Biomédica de Girona Doctor Josep Trueta. Es la suma de dos investigadores, Jesús García-Gil y Xavier Aldeguer, y de Mariona Serra, la farmacóloga que está dirigiendo la startup y que fue seleccionada como una de las mujeres más inspiradoras de Catalunya en el 2016, por Catalunya Emprèn. La cuarta pata del equipo es Jaume Amat, quien ha dado el primer empujón de estrategia comercial.

GoodGut tiene una manera particular de entender el intestino: "como si este fuera un ecosistema", ha explicado Mariona Serra en el Keynote de Tech Barcelona. Como si fuera el lago de Banyoles. De hecho, la idea nace de este lago, el más grande de Catalunya. García-Gil, catedrático de microbiología de la UdG, estudió los sedimentos del lago durante más de diez años y vio que sus conocimientos de microbiología se podían aplicar también al estudio del colon. Él, junto con Aldeguer, se convirtieron en los primeros investigadores en explorar el papel de la microbiota del intestino.

Nacer como un producto...

El objetivo de GoodGut en su nacimiento fue desarrollar una prueba de diagnóstico fiable, económica y poco invasiva para detectar el cáncer de colon y conseguir evitar, de este modo, colonoscopias innecesarias. El cáncer colorectal es el primero en términos de incidencia y mortalidad en España, y el tercero del mundo. Cada semana se diagnostican 500 nuevos casos de cáncer de colon en España, 8.600 en Europa y 2.500 en Estados Unidos.

La principal prueba de diagnóstico que se realiza hoy en día es la colonoscopia. Pero tiene tres inconvenientes: es invasiva, implica muchos recursos médicos y, con la pandemia, se han reducido las pruebas haciendo solo aquellas de pacientes prioritarios. También hay otro tipo de prueba, la inmunoquímica rectal (FIT), pero da muchos falsos positivos y provoca que se lleguen a hacer hasta un 30% de colonoscopias innecesarias.

Serra: "identificamos la firma bacteriana específica de cada enfermedad, en este caso del cáncer colorectal, y esto nos permite conocer la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas"

Para hacer una detección precoz y precisa del cáncer de colon, Serra asegura que tienen un know-how único: "identificamos la firma bacteriana específica de cada enfermedad, en este caso del cáncer colorectal, y esto nos permite conocer la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas". Consiguen esta información con biopsias digestivas.

... convertirse en una visión

La solución que aporta GoodGut es, en verdad, escalable a muchas enfermedades digestivas. Dice Serra que, "mientras estás encerrado en el laboratorio, tienes que mantener un ojo en el mercado". Conocer el mercado y anticiparte a las necesidades del paciente.

Serra: "mientras estás encerrado en el laboratorio, tienes que mantener un ojo en el mercado"

Por eso, después de dos rondas de financiación, de 180.000 euros y 1,9 millones, y varias pruebas y ensayos decidieron abrir el abanico de posibilidades y convertir su producto en una visión: desarrollar, producir y comercializar pruebas diagnósticas innovadoras para detectar diferentes enfermedades del aparato digestivo. Como el Crohn, la colitis ulcerosa o el síndrome del intestino irritable, que tarda desde uno a cinco años en ser detectado. Desde el inicio de su recorrido, en 2014, la biotecnológica ha conseguido escalar su producto: tiene tres pruebas de diagnóstico en el mercado con presencia en más de 79 centros de España y cuenta con tres más que están en fase de desarrollo. Además, tiene previsto lanzarse al mercado internacional, expansión que logrará de la mano de Hipra.

Socio financiero o socio industrial?

Serra admite que, antes de escoger y ser escogidos por Hipra, tuvieron el debate entre apostar por un socio financiero (un inversor) o un socio industrial. Representa el dilema de muchas startups.

Serra: "si no compartes la información con las grandes farmacéuticas pierdes oportunidades, feedback o incluso la posibilidad de cerrar acuerdos".

Todo tiene sus riesgos. "Apostamos por un socio industrial porque tiene experiencia, estructura y capacidad industrial, y esto reduce riesgos y facilita la entrada del producto al mercado", razona Serra. Con el socio financiero, sueles tener más libertad pero más carencia de tecnología, equipo y conocimiento. Cree, de hecho, que en el tejido emprendedor biomédico es importante mantenerse cerca de los grandes: "si no compartes la información con las grandes farmacéuticas pierdes oportunidades, feedback o incluso la posibilidad de cerrar acuerdos".

Superar el valle de la muerte

El debate entre el socio financiero o el industrial cogió más fuerza en el momento de comercializar el producto. Es "el valle de la muerte" para muchas startups, explica Serra. "Hay muchas ayudas para hacer la prueba del concepto, pero una vez lo tienes certificado y preparado para comercializar entras en un punto crítico. Muchas empresas mueren justo en el momento de acceder al mercado". Por eso, apunta que se tendrían que destinar más ayudas a las startups a la hora de afrontar esta situación y así convertir el valle de la muerte en el valle en el que se impulsen para elevarse.