La ansiedad por el crecimiento

El Col·legi d'Economistes de Catalunya presenta el índice de confianza de sus miembros en la economía catalana de cara al final de 2021 y el 2022

El decano del Colegio de Economistas, Carlos Monte de Trevy, acompañado de Xavier Segura durante la presentació Encuesta Situació Econòmica Otoño 2021 El decano del Colegio de Economistas, Carlos Monte de Trevy, acompañado de Xavier Segura durante la presentació Encuesta Situació Econòmica Otoño 2021

"Se tiene que ser optimistas, y los economistas es lo que hacemos". El decano del Col·legi d'Economistes de Catalunya, Carlos Puig de Travy, sale de las oscilaciones de los últimos cerca de dos años con un mensaje moderadamente esperanzador. La situación de la economía catalana, según más de 1.600 de los miembros de la institución, deja ver una recuperación sostenida del país desde la primavera. La Encuesta de Situación Económica de este otoño  una imagen muy diferente de los anteriores informes del año: más y mejor crecimiento y proyecciones más benevolentes por los próximos ejercicios. También, sin embargo, nuevas preocupaciones, nuevas potenciales vallas que pueden "frenar la recuperación" de una economía catalana que encara no ha logrado el estado que presentaba antes de la crisis provocada por la pandemia.

La visión general de los colegiados es eminentemente positiva. La evaluación absoluta de la situación económica catalana interanual muestra que una mayoría agobiante de los expertos catalanes – un 65,4% de los encuestados – ven el país en una situación mejor que la de final del otoño de 2020, mientras que alrededor de un 33% opinan que está en el mismo lugar o que ha empeorado. Puig De Travy, flanqueado por el responsable técnico de la Encuesta Xavier Segura, atribuye estos buenos datos a la vacunación masiva y la reducción de los efectos de la pandemia – unos efectos que han caído sustancialmente entre las preocupaciones de los economistas, que ven cerca el fin, como mínimo el fin económico, de la emergencia sanitaria. La economía catalana no llega todavía al aprobado de los expertos – recibe un 4,88 sobre 10 – pero la evaluación contínua es positiva. Las últimas puntuaciones situaban el país entre el 3,3 y el 4,2, y la mejora es sostenida.

Puig de Travy: "Se tiene que ser optimistas, y los economistas es lo que hacemos"

Los grandes problemas de la economía catalana, de hecho, han cambiado mucho en los últimos seis meses. El paro en el contexto de ERTOs, la pandemia antes de la vacunación masiva o la inestable situación política en medio de las negociaciones por la investidura del presidente Pere Aragonés ocupaban las agendas de los colegiados a la primavera. Ahora, el primer obstáculo para el crecimiento del país es el elevado precio de la electricidad, una situación que los economistas catalanes consideran "coyuntural, pero con rasgos estructurales". Los colegiados consultados consideran, según el estudio, que una reforma a escala europea (48,5%) seria la solución idónea para esta amenaza; a pesar de que una eliminación de los elementos ajenos a la factura (35,3%) o una modificación del sistema de subastas (38,4%) también estarían aceptados por los colegiados.

Más allá de los precios de la energía, los economistas catalanes muestran una preocupación elevada por la crisis global de los suministros – un ítem que no aparecía a la última encuesta, y que consideran principalmente coyuntural y a relativamente corto plazo. Solo un 30% de los encuestados entienden todavía la pandemia como un gran problema económico de país – todavía entre los cuatro primeros, pero lejos del 70% registrado hace unos meses – una cifra similar a la que permanece preocupada por la inestabilidad política. La presión fiscal en el contexto de recuperación de las empresas también emerge como uno de los conflictos a tener en cuenta durante los próximos meses.

Más allá de las preocupaciones generales de la economía, esta edición de la Encuesta ha puesto especial énfasis en el efecto económico de la movilidad y el transporte. El Col·legi ha consultado sus miembros sobre el traspaso íntegra de la gestión del servicio de cercanías y regionales de Renfe a la Generalitat, una cuestión que ha despertado un consenso altamente favorable: un 71,6 % de los encuestados es partidario, mientras que solo un 16,6 % está claramente en contra de esta decisión.

Las bolsas del 22

La Encuesta de otoño ha dedicado todo un capítulo de sus preguntas al estado de las bolsas española y europea en el que queda de ejercicio 2021 y el próximo año. Las previsiones sobre las cotizadas continentales son positivas: dos terceras partes de los colegiados consultados consideran que el índice EuroStoxx 50 se situará a finales de 2021 entre los 4.000 y los 4.500 puntos. De cara a 2022 las opiniones son más diversas, pero igualmente optimistas: a pesar de que más del 34% esperan que el índice se mantenga en el mismo tenedor, un próximo 33,7 % de los economistas consultados proyectan un incremento todavía más significativo, que situaría la bolsa europea por encima de los 4.500 puntos.

El buen rendimiento de la bolsa europea vendrá marcado por la política monetaria del BCE, la inflación en el continente y la demanda interna en la Unión

Las buenas previsiones de los miembros del Col·legi vienen dadas principalmente por tres factores – los tres que consideran más influyentes por el rendimiento de EuroStoxx. La política monetaria del BCE es, con diferencia, la cuestión que más definirá el camino de las cotizadas en el próximo año y pico, mientras que la inflación al continente y la demanda interna de los estados miembros serían otros componentes de la puntuación del índice bursátil.

Sobre el IBEX 35, a pesar de que los miembros del organismo son cautelosos, la progresión que se espera es positiva. En una comparación con el índice europeo, los economistas encuestados esperan un acercamiento entre la cotizada española y sus homólogos continentales. El comportamiento de la bolsa española será, opinan, de un 4,8 sobre 10 en el que queda de 2021, mientras que superará el 5,1 en 2022 – es decir, será similar al de EuroStoxx, si no ligeramente mejor en el ejercicio que viene.

Economía territorial

La presencia en todo el país del Col·legi los permite acercarse a algunos de los problemas específicos del territorio. En su último apartado, la Encuesta ha hecho una consulta a los colegiados de cada una de las demarcaciones catalanas alrededor de un conflicto o proyección concreto de su coyuntura económica. Así, los economistas barceloneses han sido preguntados por la ampliación del Aeropuerto del Prat, una intervención con el apoyo mayoritario de los miembros – a pesar de que más de la mitad, hasta un 50,5% de los encuestados, considera imprescindible que "se internalitzin los impactos ambientales y socioeconómicos generados". Solo un 12,6%, por su lado, se opone incondicionalmente.

El debate aeroportuario se mantiene entre los economistas leridanos. Preguntados por la influencia sobre el tejido económico y productivo de las comarcas de Lleida del aeropuerto de Alguaire, los economistas de la provincia son sustancialmente más críticos que los barceloneses en cuanto a su infraestructura. Un 63% de los encuestados opina que el Alguaire no ha tenido ningún efecto sobre el rendimiento económico del territorio, mientras que cerca de un 17% considera que el efecto ha sido negativo o muy negativo.

Los economistas tarraconenses han sido consultados sobre el crecimiento económico de la provincia el 2022, con previsiones optimistas. Hasta el 54,1% prevé un crecimiento moderado a Tarragona, mientras que el 12,2 % proyecta una mejora "sustancial" del rendimiento económico del territorio. En cuanto a Girona, la demanda de las viviendas de uso turístico en la demarcación deja buenas sensaciones entre los miembros del Col·legi. Cerca de un 63% opina que la reducción de la contratación de este tipo de alojamientos es coyuntural y responde exclusivamente a los efectos de la pandemia, mientras que solo un 25,5% diagnostica que los malos resultados de los últimos meses responden a cuestiones estructurales y, por lo tanto, se sostendrían en el tiempo.

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