Por qué nos resistimos al cambio?

Para salir de la zona de confort el primer paso es tomar la decisión, después buscar las herramientas necesarias y finalmente pasar a la acción sin olvidarnos de disfrutar del camino

"Cambiar muchas veces es entrar en conflicto, significa admitir que comportamientos de nuestro pasado no estaban bien o no nos hacían felices (o simplemente ya no nos sirven) y esta ruptura con el pasado es un grande disparador de ansiedad. Cambiar es aceptar que no siempre estarás bien, que no siempre tendrás razón y que no siempre querrás el mismo para tu vida", dice Estanislao Bachrach, a su libro En Cambio (Conecta, 2015).

Cambiar representa abandonar el conocido y nuestro cerebro se resiste a todo el que le es desconocido (aunque sea la mejor solución, y un beneficio para nosotros), puesto que lo interpreta como 'perfill' para la supervivencia y esta es la razón por la cual, cambiar no nos resulta tan sencillo; neurobiològicament hablando, el cerebro presenta resistencia al cambio.

El cerebro está en "modus" supervivencia, son cables y neuronas conectadas que quieren que seas lo más automático y homogéneo posible, que no corras riesgos y repitas comportamientos, porque así se augura la supervivencia del día y ahorras energía.

Desde hace algunos años, la neurociència estudia el funcionamiento y comportamiento del cerebro en vivo. Esto posibilitó descubrir que existe la neuroplasticitat cerebral, y más todavía, el hecho de poder crear herramientas y técnicas específicas para fortalecer las conexiones neuronales que deseamos (proceso denominado Potenciación a largo plazo, PLP) e ir ¨borrando¨, desconectando las que nos generan inconvenientes en nuestra vida (depresión a largo plazo, DLP). Esto nos abre a una nueva dimensión en el conocimiento y comprensión de nosotros mismos, permitiéndonos modelar nuestras conductas, ¨cambiarnos¨, operando así en una real transformación interna.

Una vida sin cambio interior es una simple supervivencia. Las personas que consiguen realizar sus metas y objetivos, son las que saben que cambiar es tener la oportunidad de aprender algo nueva para crecer.

Sin embargo, para cambiar es necesario vencer la resistencia al cambio citada, explorar el que está más allá de nuestro conocimiento actual, es necesario expandir nuestros propios límites; significa tener la flexibilidad necesaria para modificar nuestra manera de sentir o de actuar con el fin de conseguir nuevos y mejores resultados.

El cambio empieza con nuestra conversación interior, el lenguaje crea realidad y realidades, determina nuestra actitud y nuestra motivación para salir de la zona de confort.

Hay muchas teorías y modelos de gestión de cambio, según Schein, ante un cambio, las personas se enfrentan a dos fuerzas opuestas: Ansiedad ante el aprendizaje. Sabré hacerlo? Podré hacerlo? Ansiedad ante la supervivencia. Qué pasa si no cambio? Y en cada una de estas fuerzas, existen cuatro miedos básicos asociadas:

  •  Miedo a la incompetencia, a ser incompetente en la nueva situación
  • Miedo a perder la identidad , cuando nuestra identidad está relacionada con un rol que ya no será necesario.
  • Miedo a la penalización por incompetencia. Qué pasará cuando se descubra que no sé?
  • Miedo a perder la pertenencia a un grupo.

Estos miedos son los que provocan las resistencias al cambio. Hay dos formas posibles de tratar las resistencias: Incrementar la ansiedad por la supervivencia por encima de la ansiedad ante el aprendizaje o reducir la ansiedad ante el aprendizaje por debajo de la ansiedad por la supervivencia.

Como reducir la ansiedad ante el aprendizaje? Con visión de futuro; formación formal; participación; formación informal de los miembros del equipo; grupos de prácticas, feedback y coaching ; con modelos de roles positivos; grupos de apoyo y con sistemas y estructuras consistentes.

Por lo tanto, para cambiar el primer paso es tomar la decisión (querer), después buscar las herramientas, técnicas y ayudas necesarias y finalmente pasar a la acción sin olvidarnos de disfrutar del camino.

Sin resistencia no hay cambio. El miedo, la ansiedad, la negación, la frustración son sentimientos naturales que tenemos las personas ante la incertidumbre de los cambios, sólo hay que "gestionar" estos sentimientos y emociones, el mismo proceso nos aportará crecimiento y desarrollo personal además de abrir un nuevo mundo lleno de nuevas oportunidades.
Hoy Destacamos
Lo más leido