Qué hacer cuando dos empleados pasan a ser pareja?

Desde la prohibición total, pasando por la tolerancia, la aceptación con condiciones, hasta la aceptación sin restricciones: cada empresa impone sus reglas sobre las relaciones afectivas al trabajo

Actualmente, en nuestro país, no hay ninguna ley que prohíba que dos personas puedan mantener una relación sentimental a una empresa. Por lo tanto, actuar en este sentido es un tema delicado, puesto que se puede estar vulnerando el derecho a la intimidad de los trabajadores (Arte.17 del Estatuto de los Trabajadores, No discriminación en las relaciones laborales).

Según un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un 13% de los españoles conoció su pareja al trabajo, que es uno de los ambientes más proclives para que surja una relación afectiva entre dos personas. Las horas que pasamos, los cafés, las reuniones, los viajes, las cenas o las celebraciones, propician un acercamiento afectivo que puede derivar en una relación sentimental.

A pesar de que hay expertos que consideran que estos tipos de relaciones tienen consecuencias positivas tanto para la empresa como para la pareja, otros, enfatizan los riesgos que comportan.

Motivación al trabajo vs. Conflictos en casa
Las ventajas tienen que ver con la motivación y el rendimiento. La felicidad es uno de los indicadores que correlaciona positivamente con el rendimiento. Una persona feliz rinde más y mejor y además, su creatividad aumenta. El clima laboral mejora y el vínculo y compromiso con la empresa se refuerza.

Por otra banda, los riesgos venden cuando se cometen errores que se podrían evitar usando el sentido común, quedando afectados negativamente tanto el ámbito doméstico como el laboral. Los aspectos que hacen que las empresas quieran regular estos tipos de relaciones son:

  • La pareja mantiene la relación en secreto. Se crean tensiones y un ambiente enrarecido.
  • Llevarse los problemas de casa al trabajo y del trabajo a casa. La carencia de espacios de separación puede generar estrés, ansiedad y afectar tanto al rendimiento de la persona como su salud.
  • Las relaciones entre personas de diferente nivel jerárquico. Se despiertan suspicacias entre los compañeros y rumores a la empresa. La pareja pierde credibilidad y confianza tanto personal como profesional, se puede perder la objetividad por el conflicto de intereses, tanto en el sentido del favoritismo como perjudicar la carrera profesional. La relación puede acabar en sumisión.
  • Uno de los miembros es despedido. El otro miembro inevitablemente romperá el vínculo emocional con la empresa.
  • La empresa tiene problemas financieros, el riesgo que los dos se queden sin trabajo es alto y las consecuencias devastadoras para la economía familiar.
  • La pareja se rompe. Tanto el ambiente como el rendimiento se pueden ver afectados.

Protocolo de conducta
Estos y otros aspectos hacen que las empresas quieran actuar. Muchas empresas multinacionales ya tienen directrices claras desde la casa matriz, por lo tanto sólo hace falta que lo trasladen a las filiales como una normativa más del grupo.

Otro gran número de empresas no establecen ningún protocolo escrito en el respeto, a pesar de que manifiestan la no aceptación de este comportamiento y crean un ambiente dissuasiu. Forma parte de los valores y comportamientos aceptados que a pesar de no estar escritos se conocen y respetan.

Hay empresas que sólo intervienen cuando la relación afecta directamente al rendimiento y al ambiente, casos en los cuales se pueden crear relaciones de sumisión por la posición jerárquica de cada miembro de la pareja, o porque su comportamiento no sea lo más adecuado para trabajar.

Otro grupo de empresas incorporan a sus políticas internas o manuales de conducta alguna referencia en este sentido, que se los permite, sin vulnerar ningún derecho fundamental de las personas, regular y actuar ante estas situaciones. En este sentido, en el momento de la firma del contrato, la empresa da a conocer su reglamento interno de trabajo donde se pide que el empleado tiene que comunicar cualquier relación de parentesco con otros empleados y que si la relación es sobrevenida posterior a la contratación, también se tiene que comunicar expresamente.

Dentro de estas políticas, la empresa puede manifestar que no se aceptan relaciones de subordinación entre parejas y que por lo tanto, se tendrá que pactar una reubicación, respetando sus condiciones laborales.

Dependerá tanto de la empresa en cuestión como de las personas que deciden empezar una relación de pareja que esta sea sana y perdure sin crear efectos nocivos a la empresa. Las relaciones de pareja a la empresa no se pueden prohibir, ni por ley ni moralmente, la mejor recomendación es hacer uso del sentido común.
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