Cuando un negocio empieza, una estructura pop en la que hay una sola cabeza que con sus tentáculos llega en todas partes, puede ser adecuado y, incluso, la única viable. Pero a medida que l'emprendida crece es conveniente que desarrolle las estructuras adecuadas. Una de estas solo ser el consejo d'administració.
El consejo de administración es legalmente, entre otras muchas cuestiones, el responsable de formular las cuentas anuales y defender los intereses de los accionistas. También tiene responsabilidades no legales muy importantes, como pueden ser la aprobación de la estrategia, controlar la marcha del negocio, aprobar las decisiones clave, fomentar la profesionalización de la empresa, la evaluación del equipo directivo o la previsión de la sucesión.
A mucha gente le hace ilusión ser en un consejo d'administració y no té en cuenta la responsabilidad penal de los administradores. Quizás ni es consciente. Como consecuencia de los artículos 31 y 31 bis del Código Penal y del 225 de la Ley de Sociedades de Capital, los miembros del consejo de administración pueden tener responsabilidad penal por los delitos cometidos por la propia sociedad o por sus empleados. Y esta responsabilidad penal no precisa acción, puede ser causada por una simple omisión en el deber de vigilancia de un ordenado empresario. Puede tardar entre 5 y 10 años a prescribir y no desaparece ni por fusiones ni por disolución de la persona jurídica.
Los miembros del consejo de administración pueden tener responsabilidad penal por los delitos cometidos por la propia sociedad o por sus empleados
Las causas de origen de esta responsabilidad pueden ser muchas, entre las que puede haber temas de protección de datos, salud pública o accidentes laborales, entre otros. Hay quién duerme tranquilo perquè té una assegurança de responsabilidad del consejo, pero esta es muy posible que sólo cubra como máximo la responsabilidad civil. Por lo tanto, para quedar exonerado de responsabilidad penal es necesario establecer protocolos de actuación y sistemas de control eficaces con carácter previo. Para hacerlo hace falta una anàlisi de riesgos y actuar en consecuencia a los mismos.
Una alternativa puede ser concentrar el riesgo en el Administrador Único con necesidad de aprobación de la Junta Generala de la compañía
Hay alternativas al consejo d'Administració. Una puede ser concentrar el riesgo en el Administrador Único con necesidad de aprobación de la Junta General por determinadas actuaciones, firma mancomunada a partir de determinados importes y un Consejo Asesor o de Vigilancia. Teniendo en cuenta que la responsabilidad penal también afecta a los administradores de hecho.
Aparte de la responsabilidad penal hay la social. Formar parte d'un consejo d'administració quiere decir ser responsable del futuro de l'emprendida. Y por eso hace falta formación. Es inimaginable, o quizás no, que forme parte de un consejo de administración alguien que por ejemplo no sepa leer un balance o entender la estrategia; o que tenga asesoramiento independiente al respeto.
Vale la pena pensar dos veces a quién incorporar. Y también donde incorporarse.
