Las mujeres representan hoy en día un 50% de la población activa, un 60% de los estudiantes universitarios y un 80% de las personas que toman decisiones de compra. Pero cuando se trata de ocupar cargos directivos, el porcentaje se reduce al 15%. En el mundo editorial, en plena ebullición preparando una nueva cita de Sant Jordi, este hecho todavía es más triste si tenemos en cuenta que se trata de un sector absolutamente woman-friendly. Así lo definen las participantes de un encuentro sobre innovación liderada por mujeres en el mundo del libro celebrada en el marco del festival Kosmopolis.
Moderadas por Joana Sánchez, presidenta de Íncipy e Inesdi; hablan Lauren Romeo, de Tekstum Solutions, empresa especializada en Big Data para el mundo editorial, Maribel Riaza, especialista en innovación en bibliotecas, Anna Ascolies, de The Spanish Bookstage, y la editora de Ahora Libros, Mireia Lite. La mayoría de ellas representan un perfil de emprendedora muy típico en el mundo editorial: el de las mujeres que, después de trabajar por grandes empresas del sector y topar con el techo de vidrio, han saltado a la piscina de la emprendeduría para montar sus propios proyectos de manera independiente.
Obligadas a emprender
"Las mujeres tenemos que salir de las grandes empresas y ponernos a emprender suelas, porque a las organizaciones a menudo no te dejan", constata Maribel Riaza, especialista en innovación en el mundo de las bibliotecas.
Anna Ascolies, que ha impulsado The Spanish Bookstage, un portal que permite conocer el estado de los derechos de autor en tiempo real, cree que "en el entorno editorial se ve con buenos ojos que las mujeres impulsen sus proyectos" y que la sociedad valora las iniciativas independientes y lideradas por mujeres.
Un agobiante 80% de hombres a los cargos directivos pone de manifiesto el camino que todavía queda para recorrer para lograr la plena igualdad de la mujer, también en el mundo editorial. Por la editora de Ahora Libros, Mireia Lite, el problema está en que las empresas no van a buscar sus directivos en el mismo en torno a la filología y las humanidades sino en las escuelas de negocios, copadas por los hombres. Por eso cree también que hay que buscar nuevos modelos de liderazgo.
Más datos: un 80% de los estudiantes de filologías y humanidades son mujeres, y estos estudios son los que dan pie a trabajar en el mundo del libro. Un sector, por lo tanto, dominado por la presencia femenina tanto en cuanto a editoras como autoras. Y dominado, también, por las lectoras, puesto que las mujeres han sido tradicionalmente las grandes consumidoras de los libros. No deja de ser paradójico, apuntan las expertas, que al final, las decisiones sobre el que leen las mujeres las tomen, en gran parte, los hombres.
Más autocríticas y autoexigents
Según Lauren Romeo, especialista en Big Data, otro problema es que las mujeres son mucho más autocríticas y que a la hora de vender sus méritos y habilidades no las destacan tanto como los hombres. Del mismo modo que Mireia Lite, que cree que "los hombres no tienen problemas para opinar de todo y aceptar cualquier cargo. Las mujeres nos tenemos que sacar los complejas de sobre".
Por suerte, añade Joana Sánchez, las redes sociales "nos han dado voz, las mujeres podemos opinar y hacernos sentir". En este sentido, Sánchez se muestra totalmente partidaria de establecer cuotas de presencia femenina en consejos de administración y otros ámbitos.
La presidenta de Íncipy e Inesdi también es optimista sobre el futuro de la mujer en el sentido que los negocios se están orientando cada vez más a la ayuda de las personas, y tienen más a ver con la transparencia, la cooperación y la cocreació, ámbitos donde las mujeres pueden destacar.
Moderadas por Joana Sánchez, presidenta de Íncipy e Inesdi; hablan Lauren Romeo, de Tekstum Solutions, empresa especializada en Big Data para el mundo editorial, Maribel Riaza, especialista en innovación en bibliotecas, Anna Ascolies, de The Spanish Bookstage, y la editora de Ahora Libros, Mireia Lite. La mayoría de ellas representan un perfil de emprendedora muy típico en el mundo editorial: el de las mujeres que, después de trabajar por grandes empresas del sector y topar con el techo de vidrio, han saltado a la piscina de la emprendeduría para montar sus propios proyectos de manera independiente.
Obligadas a emprender
"Las mujeres tenemos que salir de las grandes empresas y ponernos a emprender suelas, porque a las organizaciones a menudo no te dejan", constata Maribel Riaza, especialista en innovación en el mundo de las bibliotecas.
Anna Ascolies, que ha impulsado The Spanish Bookstage, un portal que permite conocer el estado de los derechos de autor en tiempo real, cree que "en el entorno editorial se ve con buenos ojos que las mujeres impulsen sus proyectos" y que la sociedad valora las iniciativas independientes y lideradas por mujeres.
Un agobiante 80% de hombres a los cargos directivos pone de manifiesto el camino que todavía queda para recorrer para lograr la plena igualdad de la mujer, también en el mundo editorial. Por la editora de Ahora Libros, Mireia Lite, el problema está en que las empresas no van a buscar sus directivos en el mismo en torno a la filología y las humanidades sino en las escuelas de negocios, copadas por los hombres. Por eso cree también que hay que buscar nuevos modelos de liderazgo.
Más datos: un 80% de los estudiantes de filologías y humanidades son mujeres, y estos estudios son los que dan pie a trabajar en el mundo del libro. Un sector, por lo tanto, dominado por la presencia femenina tanto en cuanto a editoras como autoras. Y dominado, también, por las lectoras, puesto que las mujeres han sido tradicionalmente las grandes consumidoras de los libros. No deja de ser paradójico, apuntan las expertas, que al final, las decisiones sobre el que leen las mujeres las tomen, en gran parte, los hombres.
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| Las mujeres reivindican su importancia en el sector editorial. JV |
Más autocríticas y autoexigents
Según Lauren Romeo, especialista en Big Data, otro problema es que las mujeres son mucho más autocríticas y que a la hora de vender sus méritos y habilidades no las destacan tanto como los hombres. Del mismo modo que Mireia Lite, que cree que "los hombres no tienen problemas para opinar de todo y aceptar cualquier cargo. Las mujeres nos tenemos que sacar los complejas de sobre".
Por suerte, añade Joana Sánchez, las redes sociales "nos han dado voz, las mujeres podemos opinar y hacernos sentir". En este sentido, Sánchez se muestra totalmente partidaria de establecer cuotas de presencia femenina en consejos de administración y otros ámbitos.
La presidenta de Íncipy e Inesdi también es optimista sobre el futuro de la mujer en el sentido que los negocios se están orientando cada vez más a la ayuda de las personas, y tienen más a ver con la transparencia, la cooperación y la cocreació, ámbitos donde las mujeres pueden destacar.
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