Goldemar, oro para purificar el aire

La empresa ha puesto Barcelona al mapa del sector y quiere acontecer "una gran multinacional catalana

"Podemos transformar moléculas contaminantes en otras que no lo son mediante partículas de oro y lo aplicamos a la defensa, automoción, submarinismo, electrodomésticos, etc." explica Ernest Mendoza, fundador y CEO de Goldemar . Mendoza y su equipo han desarrollado un material en forma de polvo que usa nanopartículas de oro para purificar el aire, según dice, "es como el principio activo de un medicamento y se puede presentar en pastillas, tejidos o diferentes materiales dependiente del mercado".

Goldemar Solutions es una espín-off de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) especializada en el desarrollo de materiales avanzados para aplicaciones en el ámbito de la purificación del aire y de la eliminación de emisiones contaminantes. La empresa se centra en el desarrollo de materiales para el control de emisiones y otras aplicaciones de tecnología limpia a través de la combinación de las habilidades científicas en los campos de la química, la nanotecnología, la catálisis y la ingeniería química.

En máscaras de gas, aire acondicionado y a Marte
Goldemar trabaja con empresas de varios sectores y las aplicaciones de su producto son muy diferentes. Entre los clientes de esta star-up, por ejemplo, se encuentra una empresa que hace productos de submarinismo: "El monóxido de carbono asfixia, en los sistemas de submarinismo el monóxido de carbono es un problema y quieren presentar un producto que solucione este tema", explica Mendoza.

Pero también trabajan con submarinos, militares, electrodomésticos o el sector espacial: "Estaremos presentes en la nueva generación de submarinos, en ventiladores para limpiar el aire y sacar contaminantes, en máscaras de gas para mejorar las que hay hoy en día y en la Estación espacial internacional o la expedición a Marte", dice Mendoza.

El sector de la limpieza del aire
Todos los clientes de esta empresa son extranjeros. El cliente principal es Estados Unidos, y según apunta Mendoza, "tienen una muy buena aceptación del producto".

En Europa es un producto que se está usando en ámbitos muy concretos y determinados, defiende o espacio, pero el empresario vaticina que se producirá un cambio en los próximos años. Según explica, Francia aprobará una ley para controlar la contaminación en espacios públicos, "el que respiramos afecta sobre nuestra salud y no hay ninguna ley que lo regule", así que, por Mendoza, "es un campo que tendrá futuro en otros países y campos como la protección de personas, bomberos, situaciones de emergencia, automoción, etc".

El sector de los electrodomésticos también se ha interesado por Goldemar: "Nos están evaluando de cara a hacer electrodomésticos que limpien el aire del interior de las casas, cosa que ahora está muy extendida sobre todo al mercado asiático", indica Mendoza.

El científico empresario
Mendoza bromea diciendo que "antes era científico, ahora soy empresario". Este emprendedor ha acabado un curso de dirección de empresas a IESE, pero antes de llegar a tener su propia empresa, estudió física y se doctoró en el CSIC de la UAB. Después realizó un Postdoc en Inglaterra con la beca Nanotec y volvió al Instituto catalán de Nanotecnología con un contrato Ramon y Cajal a realizar un postdoc. Fue en este centro en que le salió la oportunidad de realizar una investigación con clústeres de oro. Cuando acabaron la investigación y viendo las posibles aplicaciones, el 2013, fue cuando decidió emprender.

El científico reconoce que "no seriamos si no hubiera estado en el programa EcoEmprenedorXXI, participamos en la primera edición y lo ganamos 20.000 euros, formación, contacto con capital riesgo, visibilidad". Este programa de creación y de aceleración de empresas en el ámbito de las tecnologías limpias que promueve Barcelona Activa y La Caixa permitió al joven investigador conseguir la formación necesaria para poner en marcha el primer proyecto empresarial.

Mendoza lamenta que como científico normalmente no se tiene contacto con la empresa privada: "Los científicos ahora tienen quizás más visión emprendedora, esto está bien que haya cambiado. Se tiene que aprender a navegar por las dos bandas, es muy divertido", por este motivo, añade que "hay cosas que un científico no puede hacer y cosas que un empresario no puede hacer, el medio es muy interesante".

Actualmente 7 personas conforman Goldemar, un equipo multidisciplinario formato por químicos, ingenieros químicos y físicos con experiencia en nanotecnología, catálisis, ciencia de los materiales y procesos químicos. Además la empresa forma jóvenes a través de programas de colaboración con Universidades.

Una gran multinacional catalana
La empresa se encuentra en plena busca de rondas de inversión y a punto de cerrar un par de contratos importantes. Mendoza lamenta que en "Cataluña se quiere tener resultados a curso y la tecnología tiene un recurrido a largo", por eso encontrar inversores cuesta. Según el científico, "en Cataluña hay un problema de financiación de las empresas, si queremos tener empresas de tecnología, que son las que dan dinero, tenemos que tener acceso a financiación, porque esto no pasa de un día por el otro, desgraciadamente.

Goldemar espera tener presencia en Estados Unidos y quizás montar una delegación, a pesar de que, en función de como vayan las cosas, "quizás optaremos por una joint-venture con una empresa de allá". Mendoza tiene claro por donde pasa el futuro de Goldemar: "Con esta empresa hemos puesto Barcelona al mapa del sector, queremos convertirnos en una gran multinacional catalana".
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