Las empresas eólicas buscan el viento a favor

La patronal catalana de la energía eólica busca impulsar un sector golpeado por el recorte de incentivos y ayudas con la campaña "Sí a la eólica"

El mapa de los parques eólicos en Cataluña no ha cambiado los últimos años. La energía eólica, es una realidad, ha perdido pistonada. Los datos hablan por sí suelas. El año pasado no se construyó un solo parque eólico y Cataluña ha pasado de ser pionera a ocupar la sexta posición en producción de energía eólica en España.

Ante esta situación de freno, Eoliccat, la patronal catalana de la energía eólica, ha decidido sumarse a la campaña "Sí a la eólica" que busca divulgar entre la ciudadanía los beneficios sociales, medioambientales y económicos de esta fuente de energía renovable. "Ya hemos conseguido que la sociedad no se oponga con información y explicando en que consiste, ahora es el momento de ir un paso más allá y pedir la gente que apoye esta energía limpia y reclame en los gobiernos que apuesten por la eólica", explica Víctor Cusí, presidente de Eoliccat.

Una regulación que frena las inversiones
El momento no puede ser más adecuado. La regulación actual, impulsada por el Gobierno central, ha supuesto un recorte de las bonificaciones y una carencia de incentivos para poner en marcha nuevos proyectos eólicos. A este hecho se añade la sensación de inseguridad jurídica que, según la patronal, ha generado la reforma. El resultado: una frenada en seco de las inversiones y también pérdidas económicas por muchos municipios que tenían previsto acoger algunos de estos parques eólicos.

Según el presidente de Eoliccat, para resolver esta situación crítica sería necesario conseguir a escala estatal una estabilidad de precios. En el ámbito autonómico, habría que actualizar la normativa, actualmente desfasada, para hacerla compatible con la regulación actual y crear un nuevo mapa de implantación de la eólica en Cataluña para acceder a zonas con más recursos de viento. "Se protegieron muchas zonas sin tener en cuenta la experiencia que se tiene ahora, con años y años de funcionamiento de parques eólicos. Este nuevo mapa nos permitiría acceder a lugares donde hace más viento y por lo tanto ser más competitivos en precio", afirma Cusí. Actualmente hay una cuadragésima de parques eólicos en Cataluña, seis de los cuales en la Anoia, y una veintena más de proyectados.

El objetivo europeo del 20% en renovables es inalcanzable
Con este panorama de trasfondo, Cataluña lo tiene complicado para conseguir que el 2020, un 20% de su energía provenga de renovables, tal como marca la directiva europea. "Para hacerlo tendríamos que tener instalados unos 5.000 megavatios y tenemos 1.200, el objetivo es inalcanzable", sostiene el presidente de Eoliccat.

 
Los aerogeneradores del parque eólico de la Sierra del Cortado. O. Bosch (ACN)


Ahora mismo las renovables suponen un 12% y la eólica un 6% del consumo eléctrico en Cataluña. Aún así, y para hacernos una idea, la producción eléctrica de los parques eólicos catalanes evita la emisión a la atmósfera de 2,1 millones de toneladas de CO2, el principal gas de efecto invernadero, el equivalente a retirar de la circulación 700.000 coches durante un año.

Un molino de viento de propiedad compartida, un proyecto pionero
El freno a las eólicas no ha impedido que los últimos años surjan iniciativas innovadoras de carácter colaborativo en el sector. Es el caso de "Vivir del aire del cielo", la primera experiencia popular de energías renovables que impulsa la construcción de un molino de viento de propiedad compartida de 2.700 kw en Pujalt, al alta Anoia.

Este molino, que impulsa Eolpop y generará el equivalente al consumo anual de unas 2.000 familias, ya está en la última fase de tramitación y se espera que pueda entrar en funcionamiento en un año. "Nuestro objetivo no es enriquecernos, sino democratizar y hacer partícipe la ciudadanía de la propiedad de una infraestructura energética", explica Josep Puig, impulsor de este proyecto pionero en España y presidente del consejo asesor de Eurosolar, la asociación europea por las energías renovables.

La idea es que esta experiencia, que ya existe en otros países europeos, se repita en otros lugares del territorio y más gente pueda beneficiarse a su hogar de energía verde y limpia. "Queremos dar la oportunidad a todo el mundo que quiera a participar en este proyecto y que esto haga posible abrir la puerta porque otros proyectos parecidos a este se puedan hacer. Cómo lo tenemos todo documentado, en las próximas ediciones los trámites burocráticos se podrán acortar mucho", apunta Puig.

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