Rascacielos de madera

Sólo hay unos 32.000 edificios en todo el mundo pero las casas pasivas se presentan como el futuro de la arquitectura sostenible. En casa nuestra, la empresa Papik Casas Pasivas acaba de construir la sexta de este estilo en España

España es uno de los países del mundo donde se construyen menos casas de madera ante Estados Unidos, el norte de Europa o Alemania. "Hay muchos prejuicios en relación a la madera, la gente piensa que se tiene que echar a perder y lo compara con la casa canadiense de madera maciza, pero bien es verdad que hoy en día la innovación en el sector hace posibles estructuras de alta resistencia", comenta Papik Fisas, fundador de la empresa Papik Casas Pasivas (@PapikCH9), responsables de la creación de las últimas dos casas pasivas que se han construido en el Estado español.

Fisas es un emprendedor catalán de 40 años que cambió el oficio artesano de carpintero por el de constructor. "Empecé estudiante Física pero trabajaba de carpintero para pagarme la carrera hasta que acabé de autónomo construyendo puertas, ventanas y cubiertas para viviendas de familiares y conocidos", recuerda. El 1994 decide dar un paso más allá y crea Papik Casas Pasivas, una empresa de construcción de casas eficientes energéticamente, mediante el estándar "passivhaus" originario de Alemania.

Consumo mínimo, ahorro a largo plazo
La casa del futuro se construye en cuatro meses y permite ahorrar hasta un 90% de la energía. Es decir, "una casa estándar de construcción tradicional, de unos 140 metros cuadrados, ubicada en la zona del Vallès, gasta unos 3.000 euros el año en iluminación, calefacción y electrodomésticos. Por el contrario, si es una casa pasiva, el mismo gasto no llega a los 500 euros el año", argumenta Fisas.

La orientación de la vivienda respecto al solo; el protocolo de aislamiento; la estanquidad del aire y una máquina de ventilación mecánica que hace circular el aire de dentro afuera y viceversa son las cuatro características de las casas pasivas. Y, según Fisas, la inversión no es superior a la de obra tradicional: "Estamos entregando la casa claves en mano a 1.200 € el metro cuadrado".

Regular el sector de la construcción
Con este estándar se han construido más de 32.000 edificios en Europa y Estados Unidos. La mayoría se encuentran en Alemania, Austria y Suiza. Por el contrario, en España sólo hay ocho con certificado oficial. "En Alemania las grandes constructoras ya tienen esta filosofía, aquí cuesta salir del hábito del totxo".

Fisas matiza que es importante distinguir entre edificios certificados como casas pasivas de aquellos que no tienen certificado, pero que cumplen con los requisitos del estándar. "En Alemania el gobierno promueve la edificación de casas Pasivas con subvenciones y ventajas fiscales; por ejemplo, allá las casas pasivas no pagan el impuesto sobre bienes inmuebles". Es por eso, que a pesar de haber construido más de 30 casas pasivas, sólo dos ubicadas en palacio de Plegamans y Sant Andreu de Llavaneres tienen el certificado. "La gente no está dispuesta a pagar 5.000 euros de certificación si no hay ninguna contrapartida a cambio, aquí es sólo un sello".

Aún así, la crisis económica está trayendo a los usuarios a querer ser más autosuficientes energéticamente. Papik Casas Pasivas no ha parado de crecer tanto en clientes como en facturación. Este año, prevén acabar el año facturando 950.000 euros; ya tienen encargos de Francia e Italia y el equipo interno ya cuenta con 12 trabajadores, de los cuales 10 son carpinteros. "Más temprano que tarde se aprobará la ley que cambiará el estilo de construcción de las viviendas y todas las casas tendrán que tener un consumo de energía casi nulo", concluye Fisas.
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