El derecho a la desconexión digital se abre lentamente en los convenios colectivos todo y los anuncios de acuerdos de grandes grupos como Telefónica. En el primer verano en vigor, más de la mitad de la población activa española declara que responde a correos y llamadas de trabajo mientras está de vacaciones. Unas prácticas que, según el abogado laboralista del Colectivo Ronda, Nacho Parra, ponen en riesgo la salud y vulneran el derecho a la intimidad. La Ley orgánica de protección de datos de carácter personal (LOPD) reconoce el derecho desde diciembre del 2018 pero deja a sindicatos y empresas las limitaciones del uso de los dispositivos digitales al trabajo. Unos y otros muestran una visión diferente de cómo se tiene que afrontar: la patronal pide flexibilidad para aplicarlo y que se acepten los complementos económicos de disponibilidad y los sindicatos exigen que se avance en la negociación del registro obligatorio de jornada para poder avanzar en el derecho a la desconexión digital.
La LOPD, aprobada el diciembre del 2018, sirve como marco general para proteger la intimidad personal, la igualdad de género y prevenir riesgos de estrés, ansiedad o tecnofòbia pero no prevé de qué manera se tiene que establecer el uso de los dispositivos digitales al trabajo, que recae en las empresas que tendrán que consultar los criterios que utilizará con la representación de los trabajadores.
La primera empresa que añadió el derecho a la desconexión digital a su convenio colectivo es la aseguradora Axa, que desde el verano del 2017 prohíbe el contacto con los trabajadores fuera de su jornada. La directora de Relaciones Laborales de la empresa al Estado, Carmen Corbató, ha explicado a la Agencia Catalana de Noticias que la medida perseguía promover un cambio de cultura del trabajo que permita la conciliación de la vida laboral y familiar y no crear un sistema de "sanciones". "El que buscamos es adaptar el uso de la tecnología a la oportunidad que es y no a los riesgos que supone", apunta la directiva.
El primer verano sin tener que estar pendiente del trabajo ha llegado con pocas concreciones de cómo se desarrolla el derecho a la desconexión digital en convenios colectivos, a pesar de que está incluido en el acuerdo interprofesional de Cataluña (AIC). Una lentitud que el director de Relaciones Laborales y Asuntos Sociales de Fomento del Trabajo, Javier Ibars, atribuye al hecho que la ley que el amparo es muy reciente. Ibars espera, dice, que el derecho a desconectar se aplique "de forma progresiva" a medida que se tengan que renovar los convenios colectivos.
Un derecho sin régimen sancionador articulado
A pesar de que el derecho a desconectar está blindado por ley, más de la mitad de la población activa española declara que responde a correos y llamadas de trabajo mientras está de vacaciones, según un informe del portal InfoJobs y la escuela de negocios ESADE. Unas prácticas que ponen en riesgo la salud y vulneran el derecho a la intimidad y por las cuales se puede llegar a ser sancionado en un futuro, según el abogado laboralista del Colectivo Ronda, Nacho Parra.
A estas alturas, pero, no se ha articulado ni un reglamento de aplicación ni un régimen sancionador, cosa que deja a la interpretación de cada cual hasta donde tiene que llegar. Por el abogado laboralista, "en ningún caso" una empresa tendría que poder ofrecer compensaciones económicas a cambio que un trabajador esté siempre obligado a contestar correos y llamadas, del mismo modo que no se pueden imponer horas extraordinarias.
Una interpretación que no comparten patronales y empresas como Telefónica que, de acuerdo con UGT y CCOO, han reconocido el derecho a no atender ninguna comunicación fuera de la jornada pero han contemplado complementos de disponibilidad y excepciones en caso de "perjuicio grave, inminente y evidente". Sobre esta cuestión, el director de Relaciones Laborales y Asuntos Sociales de Fomento del Trabajo, Javier Ibars, ha asegurado que hay que "poner en relación las diferentes casuísticas y tratamientos diferenciados de cada sector y empresa" porque "no todas las situaciones son idénticas".
Una de las problemáticas con las cuales se encuentran las empresas es con los casos de "profesionales muy calificados o directivos" que no tienen un horario claro de entrada y de salida y que cobran un sueldo alto para estar conectados más horas, apunta Ibars. Por este motivo, pide una "normativa específica" para abordar casos como estos que permita que se puedan pagar complementos económicos por disponibilidad como hasta ahora.
El derecho a la desconexión digital, a remolque del registro de horario y condicionado por la precariedad
Los representantes de los trabajadores opinan, pero, que este derecho, como muchos otros, es de difícil aplicación en contextos de precariedad laboral, sobre todo en los contratos temporales y parciales. "Una cosa es la teoría y la otra es la práctica del mercado laboral", ha indicado la secretaria de Acción Sindical de CCOO de Cataluña, Cristina Torres.
Según la sindicalista, ahora mismo los delegados sindicales y empresarios están pactando más aspectos vinculados con el registro de jornada obligatorio que con la concreción del derecho a la desconexión digital, dos elementos que Torres considera que están estrechamente ligados.
"Cuando tengamos más control del registro de jornada avanzaremos con los derechos de desconexión digital", ha valorado. De momento se han logrado "pocos" acuerdos con empresas sobre el registro de jornada, que entró en vigor el mes de mayo.
Por este motivo Torres pide a las patronales catalanas que pacten con los sindicatos un acuerdo de mínimos que pueda blindar tanto el registro horario como el derecho a la desconexión digital. "La realidad de la negociación colectiva no se cambia de un día por la otra", ha recordado.
El abogado Nacho Parra también opina que los dos parámetros "diferentes" que tienen una relación "muy importante" sobretodo en los casos de teletrabajo. "Los dispositivos pueden servir para traer un registro: la jornada empieza cuando los inciensos y acaba cuando los apagas", indicado el abogado que ha recordado los beneficios de saber desconectar del móvil del trabajo para preservar la intimidad, promover la igualdad entre hombres y mujeres y prevenir riesgos de salud.