Xavier Domínguez: "Las empresas no mienten, engañan"

Todo el mundo miente, pero diferenciar entre la mentira y el engaño es clave para reconocer cuando una situación o una idea sólo es una exageración de la realidad

Según el experto en comunicación Xavier Domínguez (@XavierDominguez), "toda gran verdad nace de una gran mentira y, el hecho de repetirla es el que la hace creíble". El autor del libro Mienta pero no engañe es un firme defensor de la mentira como mecanismo de comunicación , siempre y cuando no se confunda con el engaño.


Reconocido con un Victory Award como mejor estratega político en Washington DC el 2012, Domínguez ha explicado a VIAempresa la receta para crear una mentira: "Coger la verdad de cada cual y exagerarla al máximo sin corromper los valores de la idea original".

En un país donde la mayoría exagera sobre la experiencia laboral y el nivel de idioma de los currículums, "mentir es una práctica habitual", asegura el presidente de la consultoría en comunicación política y estrategia electoral Wish&Win, en el marco de una conferencia impartida a la escuela de diseño Elisava.

Qué es la mentira?
La mentira no es nada más que una exageración, una hipérbole de la realidad. No la falsea sino que la incrementa, la hace más amable, más divertida. Por lo tanto no deja de ser un camino para ganar simpatía, evitar problemas, crear un lenguaje más humano y no tanto frío como es muchas veces la realidad. En definitiva, es tu visión personal, juzgada por tu enemigo.

Es un concepto con connotaciones negativas?
No. Mentir está permitido y lo hace todo el mundo, no tiene un valor negativo. El que pasa es que le tenemos que dar una utilidad, como por ejemplo evitar males menores, tirar mensajes de responsabilidad. Entonces la mentira es absolutamente imprescindible y necesaria. Cualquier cuestión de la vida explicada tal cual, sin relato, sería más aburrida. Los reyes magos no son verdad, pero aportan un beneficio cultural, anímico, económico… Maquillar-se es una mentira, igual que el tinte del cabello!

Según un estudio, el 61% de los trabajadores españoles asegura que su empresa miente sobre los resultados financieros. Tampoco es negativo?
Esto no es mentir. El que hacen las empresas es engañar, porque buscan un beneficio propio. Quieren que la sociedad crea una realidad que no existe, en quieren sacar un provecho, está hecho con malicia. A diferencia de la mentira, el engaño esconde la realidad, la distorsiona en beneficio propio. Coca-cola inventó la figura de Santa Claves!

Todos los empresarios mienten?
Toda persona miente y lo tenemos que asumir. Es un disparo universal y más en una situación de crisis económica global donde, en el caso de España, también se mezcla con una crisis institucional, de valores, de partidos políticos… Ahora bien, el problema de las empresas es que también nos engañan, crean una realidad que no existe. Engañan aquellos que no tienen ética personal, ni escrúpulos ni profesión.

Qué papel juega la ética en este contexto?
Asumiendo que la mentira es necesaria y que el límite es el engaño. Es una línea muy delgada, pero fundamentalmente la diferencia está en que una mentira nunca afectará a los valores de la sociedad. Un engaño sí; modifica hábitos de consumo, a favor de ganar dinero y en contra de los beneficios del ciudadano. Es decir, la integridad, la ética y la moralidad no son incompatibles con la mentira, pero sí con el engaño.

Es posible basar un modelo empresarial en la ética y la integridad, o el engaño es imprescindible?
Claro que es posible, los modelos exitosos son los de la mentira, no los del engaño. Axe, la marca de desodorants y jabón de cuerpo es una marca exitosa que dice que si te pones sus productos tendrás más éxito con las mujeres. Esto es una mentira, pero no engaña.

Pero para la sociedad, la mentira tiene connotaciones negativas, igual que el engaño...
Son dos conceptos que se confunden, cuando la mentira tiene malicia es un engaño. Por qué la mentira sea buena se le tiene que dar una utilidad. Yo siempre miento en las campañas de publicidad que hacemos de los políticos, pero no engañamos. La industria de los refresco sí que engaña cuando dice que es el mismo una bebida azucarada que otra con azúcar. Todavía falta mucha pedagogía…

Hoy Destacamos
Lo más leido