2014, un año por reindustrialitzar-se

Este inicio de año, las voces que llaman al optimismo sobre el principio del fin de la crisis económica han surgido por todas partes. Parece dibujarse el fin de la crisis que ha llenado de angustia, de forma progresiva, las familias trayendo al 24,2% de la población, de la UE, al de riesgo de pobreza o exclusión. Crisis que ha destruido millones de puestos de trabajo; ha traído las tasas de paro a niveles sin precedentes; ha situado los ratis de morosidad a cifras no recordadas, y colocado el endeudamiento público en unos niveles que la sitúan por encima de los 20.000 euros por habitante. Unos mensajes de optimismo justificados por la significativa mejora de los indicadores macroeconómicos en general y, muy especialmente, por la recuperación de la confianza de los inversores cabe el Estado español, un hecho que ha permitido situar la prima de riesgo por debajo de los 200 puntos básicos, con el bono a 10 años en el 3,805%.

Optimismo que llega después de 6 años de retroceso, y que esconde que el crecimiento rondará sólo el 1%; que la creación de ocupación será bajó, o muy baja; la competitividad en los mercados seguirá siendo, en gran parte, por coste y no por valor; y que el diferencial entre salarios y coste de la vida seguirá creciendo por la moderación salarial y las subidas mucho por encima de los IPC de los servicios básicos, como el transporte o la energía.

Ciertamente los indicadores evidencian que empiezan a darse las condiciones para poner rumbo a la recuperación. Estamos al inicio de una oportunidad que no podemos perder, que tiene que ser inclusiva, y se tiene que encuadrar en un marco de generación de ocupación, este es sin duda el reto último y tendría que esser el prioritario, puesto que no se puede hablar de recuperación, de futuro, sin que los ciudadanos puedan desarrollarse personal y profesionalmente.

Generar ocupación comporta reformas fiscales; incentivos; ajustar la formación a las necesidades de las empresas y las tendencias de futuro; y muy especialmente acontece imprescindible una auténtica y decidida política industrial, puesto que sólo la industria manufacturera y la intensiva en conocimiento puede generar de forma directa e indirecta los centenares de millers de puestos de trabajo que acontecen requeridos.

Una política industrial que tiene que considerar que en situaciones complejas, las economías configuradas por pequeñas y medianas empresas, como es el caso catalán, no tienen las mismas oportunidades que las grandes empresas. La necesidad de actuación de la Administración es más requerida como menor es el volumen mediano de las empresas, y a la vegada cuando hay que cambiar la tendencia que desde 1990 comportaba una pérdida del peso de la industria manufacturera. La resindustrialització acontece imprescindible, puesto que las sociedades industrializadas soportan mejor las crisis, disminuyen la rendija entre ricos y pobres, y aportan mejores salarios y más estables.

Para hacer posible la reindustrialización es requerida una participación proactiva de la Administración, desarrollando actuaciones encaminadas a fomentar la simbiosis entre las empresas industriales y los centros de investigación y universidades, y la innovación que permite la competitividad en los mercados globales mercedes al valor de sus productos. Políticas industriales que tendrían que contemplar simbólicamente actuaciones transversales y sectoriales, que consideren la financiación poniendo recursos por la investigación y de innovación fundamentada en el progreso científico, el desarrollo tecnológico y las potencialidades del diseño. Sin olvidar de la capacidad tractora de las compras públicas, tanto por los productos usuales, como para incentivar la innovación en producto, el fomento de la recapitalització de las empresas, y la cooperación interempresarial para ganar capacidad y volumen.

2014 se inicia con indicadores macroeconómicos, que indican que pueden ser el principio de la recuperación. Una recuperación que será desgraciadamente larga y frágil, pero que se puede percibir ampliamente al 2016 si se acierta en las actuaciones y se asume las oportunidades, las cuales se abren a raíz de los nuevo proceso de relocalització que se ha iniciado por el incremento de la personalización de los productos, que implica series cortas de producción; el constante incremento de los costes de la energía y el transporte; por el aumento de los costes salariales de los países del sudeste asiático; el coste financiero, asociado a los productos, en el periodo de compras desde la fabricación a la abanica y el aumento de la inestabilidad planetaria.

Tendrían que asumir que 2014 abre un periodo, donde la reindustrializació de los país se tiene que entomar con determinación, puesto que de este modo, con la creación de puestos de trabajo, se posibilitará reencontrar el camino del progrès económico y social.
Hoy Destacamos
Lo más leido