Antes de que te decidas estará todo decidido

Últimos adelantos en neuro marketing facilitan información muy relevante en cuanto a las decisiones empresariales que diariamente tomamos. Y es que el 85% del proceso de la decisión es subconsciente. Es decir, la mayor parte del proceso que nos acompaña para tomar una decisión está bajo el nivel de la conciencia, pues sólo se activa la percepción consciente en un 15%.

Si buscamos una analogía, es cómo si trajéramos el piloto automático la mayor parte del día, y en consecuencia también en la toma de decisiones. "Cómo si hubiéramos conduit después de un buen rato y llegado a lugar, sin darnos cuenta casi del trayecto; tenemos tan automatizado el trayecto, que podemos aprovechar para pensar en otras cuestiones seguramente más productivas". Pero cómo es posible todo ello? Tres son los aspectos principales que favorecen la presa de una decisión: la atención, el recuerdo y la emoción positiva. Dependiendo de la situación que nos encontramos: nos despierta bastante la atención porque tengamos que tomar una decisión al respeto? Cuál es el recuerdo que tenemos en cuanto al perfil de la decisión que tenemos que tomar? Estimula una emoción positiva tener que tomar esta decisión?

En cuanto al recuerdo, las personas básicamente utilizamos dos tipos de memoria. La que se denomina memoria explícita (situada al neocòrtex del cerebro), que está formada por todos aquellos recuerdos que podemos recuperar a voluntad, es decir aquellos que seguramente podemos declarar que sabemos que lo sabemos; y la memoria implícita (situada al cerebelo), que está relacionada con las costumbres, las habilidades, las reacciones emocionales, recuerdos asociativos, condicionantes, aquellas habilidades que no tenemos que declarar pero que ponemos en marcha de manera frecuente, y sin la intervención de un esfuerzo consciente y voluntario; cómo es el caso del ejemplo de la conducción que hemos tratado antes.

Convertimos los recuerdos explícitos en implícitos a todas horas, del mismo modo que convertimos los pensamientos conscientes en inconscientes. Cómo si la mente consciente fue la clave que pone en marcha este motor que se encuentra bajo el nivel de conciencia. Pensar es el que hagamos cuando utilizamos el neocòrtex para aprender. Hacer es el acto de demostrar una habilidad con objeto de vivir una nueva experiencia. Ser significa en cambio que ya hemos practicado y experimentado algo tantas veces que ya lo hemos convertido en una habilidad, una costumbre o una condición que no requiere la participación consciente.

Así pues, quizás ahora no parecerá tan extraño decir que la mayor parte de las decisiones empresariales seguramente estarán bastante decididas y de manera automática, antes de decidirlas, pues forma parte del Ser. Aunque también es cierto que por qué haya nuevos aprendizajes tendremos que "sacar este piloto automático", y hacer uso de pensar, y eso sí será una actividad y también decisión plenamente consciente.
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