Construir tus oportunidades para tener éxito

   

Jim Collins, a su libro Good tono Great, expone el caso de Philip Morris, como ejemplo de aprovechamiento de las oportunidades más allá de la gestión de los problemas. El caso es el siguiente: a principios de los años 60, en los Estados Unidos, R. J. Reynolds (Camel) y Philip Morris (Marlboro) obtenían la mayoría de sus ingresos del mercado doméstico y luchaban entre ellos para acontecer los primeros.

En esta situación, ambas empresas siguieron caminos diferentes en los siguientes años. Mientras R. J. Reynolds opinaba que "si alguien de fuera quiere un paquete de Camel, que truque", Jose Cullman de Philip Morris pensó diferente. Identificó el mercado internacional como la mejor y gran oportunidad para un crecimiento a largo plazo, a pesar de que la empresa vendía menos de un 1% afuera en aquel momento. Cullman puso toda la carne a la parrilla y ofreció una respuesta clara: trasladó su ejecutivo número ú del mercado doméstico al control del mercado internacional de la empresa. Muchos pensaron que se había vuelto loco y, incluso el propio ejecutivo (en George Weissman) dijo "hoy estoy dirigiendo el 99% de la empresa mientras que mañana dirigiré sólo el 1% restante o menos".

20 años después, Marlboro era la marca de pitillos más vendida en todo el mundo (tres años antes de acontecer primera en los Estados Unidos) y Philip Morris veía como la división europea se convertía en la principal y de más rápido crecimiento de toda la compañía.

La conclusión a la que llega Jim Collins, y que quería compartir con vosotros, es que gestionar los problemas sólo te puede hacer bono, mientras que construir tus oportunidades es la mejor manera de ser genial. Por eso, cuando tenemos que distribuir recursos entre las diferentes áreas de la empresa, hay que hacerlo pensando en las oportunidades y no en los problemas.

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