Corredor Mediterráneo: mejor las cercanías

Corredor Mediterráneo se ha convertido en uno de los grandes temas de consenso en la agenda política y periodística desde hace algunos años. Hablar sobre él, organizar jornadas o realizar estudios es hoy motivo de prestigio y reconocimiento. No existen dudas razonables para cuestionar su necesidad o pedir su finalización cuánto más pronto mejor. Yo también me apunto a esta reivindicación histórica de los pueblos del mediterráneo.

Ampliando ahora la cuestión, observamos la cantidad de debates que caben dentro de este "Corredor Mediterráneo". Manteniéndonos dentro de la dimensión de transporte de personas y mercancías, ponemos el foco sobre uno de sus tramos, la conurbación valenciana del sur, el eje Alicante-Elche. Habitan borde los 600.000 habitantes en un entorno por el cual circulan las grandes autovías de Corredor Mediterráneo con un importantísimo trasiego de vehículos. También se encuentra en este eje el aeropuerto del Altet (ahora rebautizado como de Alicante-Elche). Esta infraestructura es la primera del sistema aeroportuario del País Valenciano, la tercera de Corredor Mediterráneo. Los residentes norte-europeos han ayudado a consolidar un aeropuerto con unas conexiones que querrían otros territorios de Europa.

El tránsito de personas en el territorio Alicante-Elche es, por lo tanto, importante. La necesidad de contar con infraestructuras sostenibles necesitará un planteamiento muy amplio, ambicioso, y especialmente con un gran consenso. Pero no será suficiente con el general de "Corredor Mediterráneo". Hará falta otro mucho más concreto que priorizo las actuaciones que se tienen que realizar.

"Optar a todo no se vale, especialmente cuando el resto de cuestiones continúan estando dentro de la niebla"

El tren, queda claro, es una alternativa interesante, eficiente en muchos sentidos, para el transporte de pasajeros y mercancías. El detalle estará en si optamos por el alta velocidad o por los trenes de cercanías y otras soluciones ferroviarias que estén más próximos a los flujos de pasajeros reales que existen. Optar a todo no se vale, especialmente cuando el alta velocidad va cumpliendo etapas sin excesivos claroscuros y el resto de cuestiones continúan estando dentro de la niebla, sin respuestas concretas.

Es el caso de la línea ferroviaria Dénia-Alicante, por donde transcurre el llamado "tren de la costa" (más eslóganes!), que se quiere unir con Gandia, donde hay el cercanías hasta Valencia. La de Alicante es una vía del Tramo (los ferrocarriles de la Generalitat Valenciana). Su papel para el movimiento de personas es muy importante para la región metropolitana norteña de Alicante (que en función de los datos o los planteamientos podría llegar más allá del Campello, hasta Benidorm). Un tren para el transporte metropolitano, sí, o para unir las ciudades de la costa, para el placer turístico o como alternativa para los habitantes de las poblaciones de la Marina Alta o la Safor (no entramos aquí a plantear otras cuestiones como la localización de las estaciones, las facilidades para el vehículo privado y otros temas dissuasius que harían optar por el vehículo privado antes de que por el tren).

"Cercanías es la principal solución ferroviaria, la más sostenible, medioambientalmente y económicamente"

Otra cuestión muy diferente es que se concreto la extensión de toda la red de cercanías, desde Gandia hasta Alicante. Con menos paradas, más operativo para hacer la función de transporte entre Gandia y Dénia con Alicante, para jornadas laborales de ida y retorno en el mismo día. En resumen, dado que los actuales tiempos entre Dénia y Alicante pueden llegar hasta las 3 horas de duración, o existe un plan alternativo de renovación total de la infraestructura, o pedir el "tren por la costa" limitándose a la solución Gandia-Dénia, servirá para llegar desde Valencia en Dénia. Pero no para ir hasta Alicante.

Para finalizar, hay que celebrar la llegada de una conexión de alta velocidad entre Valencia y Alicante (por el interior, como históricamente se ha hecho). Esto, seguro que mejorará la vertebración de la sociedad y la economía valencianas. Pero también estaría muy bien que se aprovechara este viento de cara de reivindicaciones a favor de Corredor Mediterráneo para plantear una agenda ciudadana (que incluya empresarios, académicos, movimientos sociales y vecinales y en la administración) que priorizo las actuaciones en infraestructuras en el País Valenciano. Porque a pesar del alta velocidad, las cercanías valencianas son manifiestamente mejorables (en el caso de Alicante, casi inexistentes). Y se trata de la principal solución ferroviaria, la más sostenible, medioambientalmente y económicamente.

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