Cuál es el precio que hemos pagado por la recuperación?

Cómo todos ya sabemos, la entrada de la peseta al euro comportó la unificación del mercado europeo bajo la tutela de una moneda única, con la particularidad de qué si nunca cualquiera había que devaluar o depreciar el euro, esto no se podría hacer. Es evidente que hay muchas ventajas y algunos otros inconvenientes, pero en este artículo me quiero centrar sobre si realmente ha habido alguna devaluación "de facto" o no.

La mejora de la competitividad de la economía catalana, y española, ha venido dada a partir del aumento de las exportaciones y la reducción de gastos laborales. Esto no quiere decir que estemos en una etapa de crecimiento continuado, pero sí que todos estamos de acuerdo que ya hace unos meses que tocamos fondos y que estamos encarrilando la remontada, lentamente eso sí. Por lo tanto, y para simplificarlo, hemos sufrido una devaluación, en forma de reducción salarial y de puestos de trabajo incentivada por la Reforma Laboral (3/2012), en forma de reducción del consumo (sobre todo el privado), en forma de poco o nada de incremento de los precios de los productos (IPC)... Estos factores han motivado una recuperación de la competitividad y, por lo tanto, una mejora de la facilidad para exportar. Todos estos factores coincidían en el pasado cuando la peseta se devaluaba ante el resto de monedas europeas.

Por lo tanto, estamos ante una devaluación interna en toda regla. Por otro lado, hay que tener muy presente que la recuperación del consumo interno y privado no se ha conseguido con esta devaluación, pues a la haber disminuido la renta de las familias, el primero que se resiente es el consumo; y ya sabemos que si no hay consumo, no hay crecimiento y sin crecimiento, no hay creación de puestos de trabajo. Los expertos dicen que hace falta un crecimiento limpio del PIB del 2% para empezar a crear ocupación limpia. Desgraciadamente, las exportaciones solas no serán la única solución.

Hace falta pues, plantear alternativas. Qué hace Alemania? Porque el 2013 aquel país tuvo el recuerdo de superávit comercial del 6% del PIB? Según Núria Mas, profesora de economía de la IESE, Alemania dispone de una gran flexibilidad laboral, con una legislación que permite un contrato laboral único, y que permite flexibilizar los salarios según la carga de trabajo, haciendo que salarios y competitividad sean compatibles.

Por otro lado, durante el año de recesión alemana (2009), un acuerdo entre sindicatos y empresas (facilitada por la legislación) permitió disminuir las horas trabajadas, con reducción salarial, a cambio de no incentivar el despido de trabajadores.

Por otro lado, Alemania fabrica productos que tanto las personas como las empresas de los países en crecimiento (BRICs, etc.) quieren comprar y demandan. Un factor esencial, además de poder hacer cambios estructurales para mejorar la productividad y facilitar la contratación. Tendríamos que tomar buena nota de Alemania, que consistiría a fabricar en casa la aportación de valor (valor añadido) de los productos y externalizar el resto de la producción.
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