De grande, que quieres ser?

Los pequeños empresarios y autónomos acabamos de vivir una noche muy especial con la 26en edición de los Pulses Pymes que convocamos desde PIMEC. Es un instante de orgullo, de conversación, de compartición de ideas, anécdotas y experiencias. Es una fiesta por autoanimar-nos, y recordarnos que la emprendeduría es una pieza fundamental del país; tan del joven que emprende por primera vez, como del empresario consolidado o el que se decide a constituir un negocio después de años de trabajo por cuenta aliena.

Es cierto que la crisis , además de generar muchas desgracias, provoca oportunidades, o cuando menos, abona el terreno para encarar el futuro con herramientas nuevas. A la pregunta "De grande, que quieres ser?", estoy seguro que hasta hace poco sólo un porcentaje muy pequeño de niños hubieran respondido: "quiero tener una empresa". Pero el llevar contexto actual ha cambiado las prioridades y ha sacado el polvo a valores propios de la cultura empresarial catalana como el esfuerzo, el trabajo, la asunción de riesgos calculados y razonables, la filosofía ancestral de no estirar más el brazo que la manga, etc.

Tenemos que aprovechar esta época de fomento de la emprendeduría, en que este modus vivendi es mucho llevar –esto no lo ponemos en entredicho- pero también más aceptado socialmente que nunca. Parece que entre todos hemos hecho entender que un fracaso empresarial no tiene porque ser un error, sino un aprendizaje. El presidente de la Generalitat, presente a lo entrega de galardones, empleó la frase "un fracaso no es una derrota, es una lección".

Cómo se aprende, de ser empresario? Hay conocimientos que hay que aprender en la educación formal; otros, a partir de las prácticas en empresas, pero sobre todo, a través de la experiencia propia y de conocer ejemplos de éxito y de fracaso. La noche de los Premios, con los ocho galardones a las pymes que han sobresalido durante el 2012 por su competitividad, su estrategia innovadora, u otros ámbitos de la empresa, es un buen ejemplo. También lo son las persones empresarias que han tenido que cerrar su empresa, y que están siendo ayudadas por el programa emppersona de la Fundación PIMEC. De hecho, el precio de los tickets de la cena de los galardones iba destinado a hacer posible la continuación de este programa, porque el espíritu emprendedor no se pierda, sane del fracaso, y se atreva de nuevo.

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