Desintoxica tu empresa en 7 pasos 

Todos somos conscientes cuando entramos en contacto con una empresa tóxica: mala atención telefónica, desatención comercial, poco respeto para resolver los problemas de los clientes, retrasos en lo entrega de pedidos… En definitiva todo uno sin fin de expresiones, comentarios y situaciones que no son nada adecuadas para la imagen de aquella empresa, ni tampoco por las personas que trabajan.

Este nivel de toxicidad, negativitat de las empresas puede estar muy relacionado con los acontecimientos o estímulos negativos de sus líderes, que sin darse cuenta cuente, han fomentado durante años la obsesión por el control y por la resolución de los problemas de la empresa hasta el punto de buscar los culpables. El instinto de supervivencia hace que los líderes se manifiesten de forma inflexible ante cualquier escenario negativo y se quieran proteger.

Mi experiencia durante los años al frente de empresas me permite afirmar que las mentalidades positivas tienen las de ganar. Hacer frente a las complejas situaciones de la gestión diaria, hacer frente a los obstáculos aparentemente insuperables, combatir las desorganizaciones más perfectas… Es posible si se desarrolla la mentalidad positiva.

El management positivo es posible, se centra en el enfoque hacia las fortalezas, en el enfoque hacia la abundancia, y no en las carències y en las debilidades de las personas que configuran la empresa de hoy. Desarrollar y potenciar la implicación, el orgullo, el ánimo, la positivitat, la compasión y la comprensión, la integridad, el optimismo y sobre todo la confianza… Tendrían que ser los valores básicos de cualquier empresa que quiera acontecer líder en su mercado.

Algunos de los principios positivos que podemos implantar a nuestras empresas para romper la toxicidad de nuestra organización son los siguientes.

Desarrollar un plan estratégico centrado en las fortalezas y oportunidades de la empresa, y visionar el que la empresa "puede llegar a ser cuando sea grande". 

- Proyectar y comunicar "incansablemente" la visión, de forma que sea atractiva para todo el mundo, y sobre todo que impulse a los trabajadores a desarrollar el sentimiento de pertenencia, y por lo tanto a invertir más energía y tiempo al hacer que el proyecto sea posible.

- Gestionar la empresa mucho más allá que en la resolución de los conflictos cotidianos

-Impulsar un cambio de cultura y de mentalidad por parte del equipo directivo, más centrado en el legado que en la gestión diaria y en el provecho individual de sus miembros (coloquialmente: colgarse medallas).

- Generar confianza y transparencia en el seno de la organización. Hace falta una buena comunicación, destacando tanto las buenas noticias como las malas, potenciando la consecución de los objetivos y méritos por el encima de los errores y fracasos.

- Promover la cultura del cambio, destacando y celebrando las pequeñas ganancias, transmiten gratitud en todos los trabajadores y mostrando apoyo y reconocimiento ante los comentarios negativos y críticos.

- Innovar y desarrollar en un sistema de retribución de los incentivos que permita a toda la plantilla obtener una participación de los beneficios que la empresa consiga.

Desarrollar un liderazgo positivo no es nada fácil, he visto a pocas empresas que lo practiquen y pocos líderes que crean; la contradicción es grande, pues ahora más que nunca se hace necesario liderar positivamente para avanzar en la actual situación de dificultad económica.

Marc Roca es interim manager, asesor de start-ups, experto en la gestión del cambio y publica regularmente sus artículos en su blog personal.

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