Digital Society World Congress

Ya tenemos aquí una nueva edición del Mobile WorldCongress , un encuentro de referencia mundial en una de las tecnologías más relevantes del mundo. Y como cada año, volvemos a tener el corazón dividido entre mirarlo con orgullo o mirarlo haciendo un análisis crítico. Con orgullo porque es verdad que vienen las más altas instancias de todo el mundo y se remueven las cerezas de la industria; pero también con análisis crítico porque continúa pareciendo que hay una excesiva desconexión entre el que pasa a Feria de Barcelona y el que le pasa a la gente de nuestra ciudad y nuestro país. Y cuando este sentimiento de corazón dividido se alarga tanto, más de 10 años, algo pasa.

El Mobile World Congress empezó el 2006 siendo un encuentro de empresas de ingeniería que se encontraban para mostrar y mercadejar sus aparatos y su tecnología, y aquí el divorcio era con los empresarios otras industrias que no fueran las telecomunicaciones, que en su mayoría no acababan de entender como los teléfonos podrían cambiar el mundo.

Los hechos, pero, se han ido mostrando cada vez más contundentes, y ahora la gente de empresa otros sectores ya se acerca para mirar de entender qué pasará porque ya saben que los afectará. Y esto ha hecho cambiar el congreso, que cada vez es más un encuentro de gente de negocios de muchos sectores, y no sólo de ingenieros (a pesar de que estos todavía son los más numerosos).

Este año podremos ver la gente de La Caixa enseñando en el mundo el suyo Imagino, un banco sólo por el móvil dirigido a público joven. Pero también tendremos a los de Ford enseñando cómo serán los coches conectados, a gente de empresas farmacéuticas y asistenciales mostrando cómo serán los nuevos servicios de salud... y Barcelona ya se ha espabilado a ganar posición en este eje y organiza otro acontecimiento paralelo, el 4YFN, específicamente dedicado en el mundo de los negocios y la emprendeduría. Así que ahora ya tenemos dos enfoques: el de la ingeniería, consolidado y maduro; y el de los negocios, emergente y creciente.

Las conversaciones de mecánicos (sobre el peso, las medidas o el color de los teléfonos) van dejando cada vez más espacio a las conversaciones de modelos de negocio y transformación digital de sectores empresariales concretos. Pero aquella sensación de desconexión con la ciudad todavía se mantiene, y la causa es que en estos 10 años que hace que acogemos el Mobile World Congress hay una cosa que ha cambiado mucho, mucho, a casa nuestra: la ciudadanía.

Ahora tenemos una ciudadanía mucho más empoderada, en parte también gracias a esta tecnología que nos permite relacionarnos más, y a menudo mejor. Si hace diez años nuestros empresarios sentían que este congreso no era el suyo (y se ha ido corrigiendo), ahora el que nos pasa es que nuestros ciudadanos sienten que estos congreso no es el suyo (y lo tendremos que corregir).

El Mobile World Congress lo organiza la GSMA, que es la asociación mundial que reúne las emprendidas operadoras de móvil. Y el congreso que quieren y necesitan es un congreso de ingeniería. Barcelona escuchó su tejido empresarial y emprendedor y reaccionó inventando el 4YFN, un espacio para hablar de negocios. Y ahora nos tocará volver a reaccionar y proponer un espacio para debatir y trabajar los retos y oportunidades que la tecnología supone para la ciudadanía.

Esta semana la Mobile World Capital Barcelona ya ha presentado un estudio sobre la rendija digital en la ciudad de Barcelona, el primero que se hace de estas características al mundo, para entender mejor los usos y necesidades alrededor de la tecnología valle en barrio. Vamos por el buen camino. Pero la ciudadanía también quiere hablar de privacitat, cada vez más consciente de la retahíla de datos personales que generan estos trastos (y de ética, y de derechos y deberes). Y del mismo modo que se habla de cómo cambiarán las industrias, también queremos hablar de cómo cambiará la política (y la defensa del bien común), la cultura (y no sólo el ocio), el trabajo (que la digitalización destruye puestos de trabajo ya es una evidencia), y un largo etcétera.

El Mobile World Congress empezó siendo un congreso de ingeniería que ha evolucionado impulsando un congreso empresarial multisectorial. Ahora le toca volver a evolucionar y promover también un congreso de la sociedad y ciudadanía digital. Si hace falta que el nombre sea en inglés, Digital Society WorldCongress . Si queremos entender ningún donde vamos, además de Mark Zuckerberg, también necesitamos escuchar las reflexiones de Josep Maria Ardilla.
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