El reto del 080

La historia de Cataluña de los últimos 150 años no se explica sin tener en cuenta el papel de la industria textil. El sector fue el motor de la industrialización del país y mantuvo su hegemonía como locomotora económica hasta la década de los setenta del siglo pasado. En la actualidad -después de sucesivas crisis mundiales, la última de las cuales todavía estamos superando-, la industria textil representa cerca del 4% del PIB industrial catalán, según datos del 2014, y se mantiene como tractor al conjunto del Estado, con el 40% del total del volumen de negocio.

Así mismo, el subsector de la moda (que aglutina la fabricación de piezas de vestuario de confección y género de punto) cuenta con más de 2.600 empresas en Cataluña, que dan trabajo a unas 11.000 personas y que generan un volumen de negocio de cerca de 1.500 millones de euros. Y esto, sin olvidar el papel clave que juega el textil en el mundo del comercio, con más de 10.000 establecimientos y 32.000 ocupados en todo Cataluña.

Este alud de cifras nos ayuda a dimensionar la importancia del sector para la economía catalana y justifican una iniciativa como la pasarela 080 Barcelona Fashion, que desde el 2007 impulsa el Gobierno de la Generalitat a través del Consorcio de Comercio, Artesanía y Moda (CCAM). Con el 080, el Gobierno Catalán quiere poner en valor dos importantes activos: por un lado, la tradición de la industria textil del país, y de otra, el prestigio de Cataluña, y sobre todo de su capital, Barcelona, como polo de talento del diseño y de la moda.

Los objetivos de la pasarela catalana son muy claros: consolidarnos como referente de la creación y proyección del diseño de moda, contribuir a la internacionalización y a la vez a la relocalització de la producción textil en Cataluña. Porque más allá del glamour del mundo de los desfiles de moda, el 080 Barcelona Fashion reconoce su vocación empresarial, en el benentès que sin una industria al último de bien poco serviría este magnífico escaparate. De hecho, una de las obsesiones del certamen es la generación de negocio, y obtener regreso de la inversión pública que representa. Con esta intención, recientemente hemos realizado un estudio -inédito en el mundo de las pasarelas- del impacto económico a partir de una encuesta realizada a los mismos diseñadores y marcas que desfilan. Según ellos mismos nos contestaron, la participación a la 080 se los representó el 2015 en cifras globales un incremento de la facturación de 13,2 millones de euros y un aumento de las exportaciones de 5,3 millones de euros.

Los datos nos indican que vamos por el buen camino, y en esta 19a edición que estamos celebrando a lo largo de esta semana al Teatro Nacional de Cataluña, reiteramos la apuesta decidida por el negocio de la moda. Por eso, de forma paralela a la actividad de la pasarela, volvemos a celebrar el 080 Fashion Showroom, un espacio profesional de venta y exposición que impulsamos en colaboración con el Clúster Catalán de la Moda (MODACC), una iniciativa que quiere potenciar los contactos comerciales internacionalmente entre las marcas de moda catalanas y una misión inversa de compradores de países como los Estados Unidos, China, México, Rusia, Italia, Francia, Bélgica o Japón, entre compradores de países como Estados Unidos, China, México, Rusia, Italia, Francia, Bélgica o Japón, entre compradores, agentes y/o distribuidores de prestigio.

De cara a 2017, la intención del 080 y del clúster Modacc es complementar la atracción de compradores de grandes cadenas y agentes comerciales con compradores de plataformas de venta online de moda de todo el mundo. Todo ello, la aspiración es ir mejorando edición detrás edición en creatividad, calidad y visión comercial, pero para hacerlo hace falta la complicidad de todos los agentes implicados, en especial de los diseñadores y marcas de moda, puesto que el 080 Barcelona Fashion es una herramienta puesta el servicio del sector. La industria catalana del textil-moda llegará tan lejos como se lo proponga, y nosotros seremos al lado.
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