El Rubius se ha hecho grande

El Rubius dice bastante. Pliega, valla, cierra, cesa, fenece, termina. Se ha vaciado —el que técnicamente se conoce como hacer un Guardiola— y ya no puede más. Lo ha anunciado a sus 30 millones de seguidores de YouTube en un vídeo de siete minunts de duración que ha titulado con un inequívoco "Me voy a dar un tiempo". Si os estáis preguntando quién es el Rubius no os preocupáis; los lectores de VÍA Emprendida y los seguidores del popular YouTuber vivís en barrios digitales diferentes. El Rubius, con sólo 28 años y hablante en español, es el tercero YouTuber del mundo en número de seguidores y sus vídeos han sido vístos borde 7.000 millones a veces. Un tuit suyo con la palabra "Limonada" fue el más retuitat del 2016 con más de 1,3 millones de retuits superando el de Barack Obama en su reelección.

Més info: Un tuit del youtuber El Rubius, el más retuitat del mundo en 2016

El primero que sorprende al ver el vídeo es cómo de delgado está el chico. Quizás los fans han visto la evolución, pero yo, que había visto sólo un par de vídeos ya hace tiempos (soy lector de VÍA Emprendida) lo he notado mucho más delgado. Enseguida he pensado de "este chico no está bono" que diría ma madre. Y efectivamente no está. Al vídeo explica que cada vez le cuesta más hacer vídeos y que esto la angustia, que la presión de satisfacer sus seguidores lo supera, que le da miedo acabar mal; ahora que todavía tiene control sobre la situación cree que el mejor que puede hacer es parar. Entiende que son problemas del primer mundo —lo repite un par de golpes— pero que tal y cómo se encuentra no se ve con ganas de continuar. A la segunda parte del vídeo explica que se dedicará al que realmente lo apasiona que es el animé, que está preparando una serie que se llama Virtual Hero y que se quiere centrar de cara en septiembre.

El vídeo es importante.

Para empezar rompe el mito de que ser creador de contenidos —ser YouTuber en incorrecto— no es un trabajo. Lo es. Quizás no entendemos el resultado final o no nos gustan los valores que transmiten según qué creadores, pero es un trabajo. Lo es desde el momento que ganan dinero, hacen ganar dinero a las marcas comerciales y entretienen a grandes audiencias. Y como en todos los trabajos ser lo mejor requiere mucha dedicación. Para llegar a tener 30 millones de seguidores a YouTube no basta con ser joven, simpático y saber editar bien vídeos, se tiene que trabajar mucho y con constancia. Esto quiere decir días enteros dedicados a preparar vídeos, editarlos, subirlos promocionarlos por las redes, responder a los fans, etc. mientras preparas ya el siguiente. Y así 7 días a la semana 365 días el año. A banda, actas presenciales en palacios de congresos, teatros, centros comerciales y discotecas.

El segundo mito que rompe es que el mundo de los influenciadors de los medios sociales es un mundo de flores y violas. Cada vez son más los que salen del armario digital para decir que el que muestran a sus cuentas de Instagram o a sus canales de YouTube no es la realidad. Que es una realidad mediatitzada y filtrada en todos los sentidos y que nunca tenemos que confundir con la realidad. Jordi Basté decía en su programa de El Mundo a RAC1 que este vídeo fuera bueno que lo pasaran en las escuelas. estoy de acuerdo a pesar de que los jóvenes y los niños que lo siguen ya lo han visto, comentado, distribuido en sus redes y muchos ya han hecho vídeos de reacción que han colgado a YouTube.

Cuando en 2006 el Rubius subió su primer vídeo tuvo que tomar la decisión de qué cámara usar, si la cámara del móvil o la frontal, captura de pantalla del ordenador o webcam : si mostrar el mundo o mostar-se en el mundo. Lo hemos tenido que hacer todos cuando hemos colgado fotos o vídeos en la red. La diferencia no se trivial: en el primer caso la realidad es el sujeto y nosotros el complemento, en el segundo somos sujete, verbo y complemento de la realidad. Esto hace que las fronteras entre trabajo y ocio y entre persona y personaje no existan. Más o menos como nos pasa a los autónomos. De hecho Rubén Doblas Gundersen, que es como se llama, no es más que un autónomo de 28 años a quienes las cosas le han ido bien, muy bien, con la diferencia que tiene cada día 30 millones de personas encima opinando sobre su trabajo. Problemas del primer mundo, va con el sueldo millonario pero no debe de ser fácil.

El Rubius dice bastante. Pliega, valla, cierra, cesa, fenece, termina y convierte un proyecto personal que empezó hace 12 años en un proyecto profesional de futuro que concentrará en su serie de animé Virtual Hero que ha creado para Movistar+. Rubén Doblas Gundersen ha descubierto qué quiere decir hacerse grande.

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