En no pocas ocasiones tenemos gran tendencia a pensar en pequeño, a casi menystenir-nos y despreciarnos y a pensar que no lo podemos hacer mejor; y el que es peor, nos creamos nuestras propias inseguridades y no hacemos nada para poner fin. A veces, ni somos conscientes.
Pues el emprendedor no se puede permitir este lujo, no puede pensar en pequeño, el emprendedor tiene la necesidad -para no decir la obligación- de pensar en grande.
Antes de todo es importante diferenciar a 2 tipo de emprendedores; los que tienen visión pero que nunca pasarán a la acción (soñadores) y los que pasan a la acción sin tener ningún tipo de visión , que sólo actúan y que lo hacen sin pensar, sin planificación (...) Ninguno de estos 2 tipos es el modelo a seguir; pues justo en su punto medio es el modelo a seguir. Es el emprendedor ideal, que tiene visión y que sabe pasar a la acción en el momento justo. Hay que soñar pero siempre tocando de púas a tierra.
Los emprendedores tenemos que pensar en grande, siempre! Pensar en grande quiere decir no tener miedo al que pueda pasar, puesto que el que puede acontecer puede ser bueno –no quiere decir ser imprudente y tirarse "al vacío". Si por el contrario, el devenir es malo, a buen seguro que habremos aprendido la lección y cómo que de los errores se aprende, evitaremos caer en el mismo error la próxima vez (hay que ser positivos y proactivos ). Cada cual tiene que desarrollar su propia experiencia, y analizar los propios tropiezos para evitar que se vuelva a repetir.
Pensar en grande también significa querer/poder tener ganas de crecer y de internacionalizarse y exportar (no confundir exportar con internacionalizar). Los límites los pone el propio emprendedor y cuanto más lejanos y ambiciosos, mejor (repito, no imprudentes). Para poder pensar en grande y actuar como "futuro empresario", el emprendedor tiene la obligación de generar mensajes positivos a su organización. Las dotes de buen comunicador e il·lusionador son básicas para animar y cohesionar al equipo que lo sigue. Tiene que saber transmitir su proyecto a todos y cada uno de los miembros del equipo, y también expresarlos como lo llevarán a cabo y que espera obtener de todo el proyecto y de cada una de las personas que lo integran (objetivos de empresa y desarrollo de personas).
Emprendedor! el negocio es un reflejo de tú mismo, de tu modus de trabajar, de tu personalidad y de tus sueños y deseos (totalmente válida la expresión catalana: "los testos se asemejan a las ollas"…también a la empresa). Con tu negocio puedes hacer muchas cosas buenas; tus trabajadores tienen que empapar-se de tus ideas y de tu positivismo.
Por contrapartida si eliges el conformismo, la comodidad y eres tomada del miedo (créeme, es una elección…), te será imposible levantar el vol. Hay que ser perseverando, paciente, y no buscar excusas, pues posiblemente sólo te engañes en tú mismo Y a los tuyos. Anímate a soñar y a pensar en grande para poder disfrutar de tu aventura emprendedora, pues si piensas en grande puedes conseguir pasar de ser emprendedor a ser empresario.