Tras un mes de habernos dirigido a las urnas para decidir quién gobernaría España en los próximos 4 años, hoy, 26 de mayo, se nos llama a decidir quién conducirá las políticas y acciones municipales y las del Parlamento Europeo. En definitiva, decidiremos a quién entregamos el gobierno de proximidad, el que percibimos cada día en nuestras calles y plazas, y quienes tiene que trabajar para poner fin en la dulce decadencia de la Unión Europea frente a los EE.UU, Rusia y China. Tres bloques cada vez más determinados a dominar el mundo a través de la tecnología y la toma de posiciones en los sectores, las empresas y las áreas geográficas claves del futuro.
"Estamos llamados a las urnas en un mundo hiperinterconectado en un entorno fr crisis económica y financiera crónica"
Estamos llamados a las urnas en un mundo hiperconectado en un entorno de crisis económica y financiera crónica, de cambio con una velocidad que crece exponencialmente, de sustitución de los seres humanos por robots en múltiples actividades, con un enorme poder en manos de un pocas empresas multinacionales, con una concentración de riqueza inadmisible entre unos pocos, con un innegable calentamiento global de consecuencias dramáticas y en el que el consumismo exagerado no tiene lugar. Un mundo en que la socialización de los enormes beneficios de la digitalización y la globalización es esencial.
Sin duda, los desafíos que afrontamos son de enorme complejidad y asumirlos una obligación ineludible, exigiendo compromiso al mismo tiempo que la coordinación simbiótica, de las actuaciones a escala local con los europeos. Ante ellos no cabe la indiferencia ni culpar de incapacidad a los partidos políticos, para no saber mirar el horizonte lejano estableciendo las bases para construir un futuro inclusivo y el progreso.
"Un nuevo escenario en el cual emerge con fuerza la agenda 2030 como indispensable, por la transformación del modelo energético y económico con criterios de sostenibilidad y circularidad"
Un nuevo escenario en el cual emerge con fuerza la agenda 2030 como indispensable, por la transformación del modelo energético y económico con criterios de sostenibilidad y circularidad. Las recetas viejas no funcionan, ni sirve ignorar los problemas para no enfrentarse a las dificultades de aplicar las requeridas soluciones.
Hoy, 26 de mayo, nos movemos entre dos actitudes, las que caracterizan los que ignoran los problemas, o la de aquellos que los afrontan con valentía ayudando a su solución. Obviamente, sólo la segunda, en la línea que adoptaron, en su momento, Adenauer, Monnet, Schuman y de Gasperi, nos puede permitir cambiar las cosas en nuestras calles y plazas y, a la vegada, afrontar los desafíos globales que tendrá que entomar la Unión Europea.
"Hoy, 26 de mayo, nos movemos entre dos actitudes, las que caracterizan los que ignoran los problemas, o la de aquellos que los afrontan con valentía ayudando a su solución"
No hay duda que con nuestro voto decidimos cómo podemos mejorar la realidad en qué vivimos y como desplegar las potencialidades existentes a escala local y europea. Cómo tampoco hay duda que el problema, por lo tanto, no es quien para votar, el problema es saber por qué votamos y porque los damos la capacidad de liderar nuestro progreso colectivo.