Grecia: Dónde es la estrategia?

Grecia ha dicho no. Es el primer caso de país que se rebela contra el dictado de los organismos financieros internacionales. Europa está convulsa por la posible salida del país helénico de la zona Euro, debido al incumplimiento de sus compromisos de regreso de los préstamos y de reducción de deuda y déficit público pactados con el Banco Central Europeo, la Comisión Europea, y el Fondo Monetario Internacional (la famosa "Troika").

Estos agentes inyectaron más de 380.000 millones de euros desde 2010 para evitar la quiebra del Estado griego, después de comprobar que el mismo tenía un déficit del 12,7% del PIB, más del doble del declarado hasta entonces, y con el fin de inyectar urgentemente liquidez para evitar la suspensión de pagos del pequeño país.

Grecia no ha sido un alumno aplicado de la Eurozona. Falseó sus cuentas públicas, y dispone de una estructura económica ineficiente. El peso del sector público es excesivo, con más de 800.000 funcionarios sobre una población de 10,7 millones de habitantes. La receta de la austeridad, después de cinco años agónicos por la población griega, no ha hecho efecto: el PIB se ha contraído un 35% desde el 2011 (a pesar de que parece que ha empezado a crecer ligeramente el 2014), el país sufre una severa deflación, el paro llega al 26% (60% por menores de 25 años), y la deuda pública sólo se ha reducido un 11% desde el 2011, manteniéndose los últimos años en un desbordado 175% del PIB.

La liquidez es escasa, hasta llegar al dramático "corralito" de los últimos días. Quién tiene razón? Los acreedores internacionales, que exigen los regresos puntuales de los fondos prestados, exactamente igual cómo han hecho otros países? O el pueblo griego, encabezado por el partido radical de izquierdas Syriza, que se niega a devolver los pagos en los plazos pactados, ante el terrible sufrimiento de la población griega.

En mi opinión, carece un actor clave en esta tragedia colectiva: la estrategia. Dónde es la estrategia? Cuál es la estrategia de Grecia para acontecer un país solvente y competitivo, y qué es la estrategia de sus acreedores (especialmente de la UE) para hacer de Grecia un país solvente y competitivo? En management conocemos bien la diferencia crítica entre estrategia y estructura. La estrategia es el plan maestro, el conjunto de actuaciones coherentes y consistentes que hacen competitiva una organización. La estructura es el conjunto de recursos desplegados al servicio de esta estrategia.

Michael Portero, profesor de Harvard, ya postuló a mediados de los 90 que "la eficiencia operativa no es estrategia". Efectivamente, en un entorno empresarial, ser eficiente en el ámbito operativo (conseguir objetivos con economía de recursos) es un factor higiénico (necesario, pero insuficiente). Es una obligación directiva. Pero nunca puede ser una estrategia.

La estrategia viene definida por los factores de exclusividad que hacen diferente, única, a una organización. Si alguien en una empresa, al pedir por su estrategia, te contesta "reducir costes" o "volver los préstamos", el final de la misma está a la vista. En Grecia todo el mundo habla de estructura, nadie de estrategia. Las políticas de austeridad han tenido este defecto: los acreedores y los ideólogos de las mismas sólo han exigido reducciones de déficit y contención de gasto.

Los países afectados han recortado todo el que han tenido a mano, a menudo de forma lineal e indiscriminada. Algunos, como Grecia, probablemente todavía no han eliminado toda la grasa pública sobrante antes de empezar a desmantelar dramáticamente las políticas sociales. Pero todo esto son actuaciones estructurales. Ni siquiera, reformas. Son sólo recortadas a golpes de hacha, sin estrategia. Disponer de estructuras públicas eficientes y contener el déficit público son factores higiénicos, necesarios por países competitivos. Pero son insuficientes.

Los países que ganarán el futuro son aquellos que dispongan de sectores públicos potentes, que actúen, entre otras cosas, como grandes elementos tractores de la innovación y como garantes de la educación universal y de excelencia por sus ciudadanos. Las políticas de innovación y de educación son los auténticos factores estratégicos de las naciones, aquellas que garantizan la emergencia de nuevas generaciones de personas y empresas con capacidad de liderar el futuro, y que crean las condiciones de contorno por la generación de riqueza y su posterior distribución.

Por qué no exige y supervisa la UE, además de ajetreados recortes, un riguroso plan de reformas, con políticas de medio y largo plazo, orientadas a situar Grecia al siglo XXI? Devolver los créditos es algo operativo. Urgente, pero táctico. Recuperar los mecanismos de creación de riqueza nacional es algo estratégico. El problema no es sólo como devolvemos los créditos hoy, sino cómo construimos los verdaderos fundamentos de una economía competitiva por el futuro. De esto no habla Syriza, ni la UE, ni el FMI, ni el Banco Central Europeo. Si no se centra la atención en este objetivo, solucionar la crisis de estos días (siga Grecia dentro del Euro o no) es sólo el preludio de la cercana gran crisis.
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