El vicepresidente Oriol Junqueras ha presentado estos días los nuevos presupuestos en los cuales el 73% estará destinado a políticas sociales, en un contexto de reducción del déficit impuesto desde el Estado. Bien es verdad que cuando se habla de termas como 'presupuesto', 'déficit' o 'deuda' referidos en Cataluña, siempre hay que introducir en los razonamientos el déficit fiscal interregional que Cataluña mantiene con España. No tiene demasiado sentido decir que tiene que aumentar el gasto social o mencionar las recomendaciones de reducción del déficit cuando de Cataluña salen cada año entre 12.000 y 15.000 millones de euros que no vuelven en forma alguna.
La prioridad de los catalanes, de sus gobiernos locales y de la Generalitat tendría que ser reclamar el retorno de estos fondos y después hablar de presupuestos y de gastos sociales. Recordamos que si este déficit interregional fuera cero, Cataluña tendría superávit propio y podría cancelar su deuda en cinco años.
Además, en esta misma semana, el vicepresidente ha coincidido con el ministro Cristóbal Montoro en un acto sobre los impuestos de Sucesiones y Patrimonio en el qué mientras el primero habla de "reducir la presión fiscal", Montoro descarta incrementar unos impuestos que califica de "sin futuro" y considera un error priorizarlos al debate político, asegurando que "asustaríamos inversiones o provocaríamos deslocalizaciones". En mi opinión, ninguno de las dos teorías tiene cabida hoy endía . España, sus regiones, sus ayuntamientos, tendrán que hacer según Bruselas los diga. España y 25 países más de la Unión Europea firmaron un compromiso en el 2011 según el cual estos firmantes tendrían que conseguir un déficit del 0,0% en el 2020 (y una deuda pública del 60%, pero esto ...).
Después de las elecciones del 26 de Junio empezarán a conocerse las 'recomendaciones' de Bruselas. Y entonces el Gobierno que haya en La Moncloa, tenga el color que tenga, y sean los que sean los gobiernos regionales y municipales, no tendrá opción. Hablar ahora de presión fiscal y de deslocalizaciones ... Será interesante sentir el que se llama en la campaña electoral con los deberes que ya están esperando a quién/quienes gobiernen.
La prioridad de los catalanes, de sus gobiernos locales y de la Generalitat tendría que ser reclamar el retorno de estos fondos y después hablar de presupuestos y de gastos sociales. Recordamos que si este déficit interregional fuera cero, Cataluña tendría superávit propio y podría cancelar su deuda en cinco años.
Además, en esta misma semana, el vicepresidente ha coincidido con el ministro Cristóbal Montoro en un acto sobre los impuestos de Sucesiones y Patrimonio en el qué mientras el primero habla de "reducir la presión fiscal", Montoro descarta incrementar unos impuestos que califica de "sin futuro" y considera un error priorizarlos al debate político, asegurando que "asustaríamos inversiones o provocaríamos deslocalizaciones". En mi opinión, ninguno de las dos teorías tiene cabida hoy endía . España, sus regiones, sus ayuntamientos, tendrán que hacer según Bruselas los diga. España y 25 países más de la Unión Europea firmaron un compromiso en el 2011 según el cual estos firmantes tendrían que conseguir un déficit del 0,0% en el 2020 (y una deuda pública del 60%, pero esto ...).
Después de las elecciones del 26 de Junio empezarán a conocerse las 'recomendaciones' de Bruselas. Y entonces el Gobierno que haya en La Moncloa, tenga el color que tenga, y sean los que sean los gobiernos regionales y municipales, no tendrá opción. Hablar ahora de presión fiscal y de deslocalizaciones ... Será interesante sentir el que se llama en la campaña electoral con los deberes que ya están esperando a quién/quienes gobiernen.
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