La burbuja emprendedora

Las burbujas han marcado mi vida profesional: primero fue la burbuja de Internet, que viví trabajando en Tierra, después vino la burbuja inmobiliaria y financiera, que todavía estoy viviendo desde una entidad financiera, y ahora también estamos inmersos de pleno en una burbuja de emprendeduría, que también estoy viviendo de cerca debido a que mis responsabilidades implican desarrollar proyectos para promover la emprendeduría y el crecimiento y la internacionalización de pequeñas empresas de base tecnológica.

Hay muchos recursos a disposición de los emprendedores y, en los próximos años, veremos como habrá todavía más y como la burbuja se hinchará y se hinchará. Los emprendedores están de moda. Por fin, los emprendedores no son una rara avis dentro de nuestra sociedad y son un modelo a seguir. Esto es muy positivo pero el peligro en medio de una burbuja es diferenciar el gra de la paja: los verdaderos emprendedores de los falsos, de los que se aprovechan de esta coyuntura para construirse una imagen de emprendedores cuando en realidad no lo son: no crean puestos de trabajo ni pretenden desarrollar iniciativas que creen riqueza.

Las burbujas son buenas pero es importante discernir el que quedará un golpe se pinche. La burbuja de Internet creó mucha riqueza y, sin duda, transformó nuestro mundo. Es importante analizar el que quedó y el que la burbuja se llevó un golpe pinchó. La vida son ciclos y es clave sacar las conclusiones pertinentes del pasado para no cometer los mismos errores en el presente.

La emprendeduría es una actitud, una forma de pensar y de actuar. Y necesitamos personas con esta actitud no con sólo que creen su propia iniciativa empresarial sino que también las necesitamos dentro de las grandes empresas y a la administración pública. Sí, a la administración pública más que en ninguna parte. El problema es que el sistema de incentivos que funciona a la administración pública no está orientado a fomentar la asunción de riesgos. Dentro de las grandes empresas, las personas que tienen que innovar y que tienen que transformar los modelos actuales se denominan intraprenedors y serán, junto con los emprendedores sociales, figuras clave de nuestra sociedad en el futuro.

Bienvenidas estas burbujas.

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