La cultura del miedo (II): El silencio

En unos momentos donde los "escarnis" en la calle están de moda, las redes sociales están en pleno auge, y las facilidades para comunicar-nos están más a nuestro alcance que nunca, se hace difícil de entender que a la empresa pase por una situación antagónica. La situación actual de crisis , reestructuraciones empresariales, concursos de acreedores... está generando situaciones de dificultades en la comunicación interna en las empresas, sobre todo la comunicación ascendente, o sea desde las personas que ocupan las posiciones más básicas (también llamados trabajadores -es que no lo somos todos?-) cabe sus superiores hasta llegar a la dirección general.

Esta dificultad en la comunicación interna, entre trabajadores en plantilla y trabajadores directivos, genera el que denominamos "silencio organizativo".

Los trabajadores que optan para no comunicar o silenciar determinados hechos, opiniones, mejoras de procesos y tareas..., no perciben que el beneficio de comunicar compense los daños colaterals de hacerlo: etiquetados de desleales por otros compañeros, miedos a represalias , empeorar las relaciones...

Pero los equipos intermedios y directivos, también sueño igualmente responsables de que el "mutismo" se instale en la organización, sobre todo cuando actúan o piensan que los trabajadores de base sólo se mueven por intereses económicos y por la ley del mínimo esfuerzo, o cuando creen que hablando o comunicando con los mandos intermedios ya es suficiente por qué el mensaje llegue a toda la organización, o bien sólo teniendo en cuenta al comité de los trabajadores para transmitir determinados mensajes.

Esta falta de comunicación ascendente tiene un coste de oportunidad muy grande para la empresa; pues la gestión del día a día, las propuestas de mejora en los procesos... viene encabezada por estas personas que no notan que forman parte de un equipo constructivo, si no meramente operativo, generando una desmotivación que se replica rápidamente en todo la empresa, pudiendo esser fuente de absentismo, abandono laboral, vagos o incluso sabotajes.

Ahora bien, según la profesora de la IESE, Sra. Mireia LasHeras , la empresa tiene su disposición una serie de elementos facilitadors para facilitar la comunicación y conseguir que esta sea bidireccional:

- Comunicación descendente
ejemplificando por parte de los directivos a los trabajadores, tanto a nivel organizativo, estratégico e inclús personal.

- Diversidad real
, creando equipos multidisciplinars reales, con mandos y trabajadores de diferentes categorías, herramientas como el Lean management, o el Value Stream Mapping pueden ser de una gran ayuda.

- Objetivos alineados
, tanto los de la empresa como los de los trabajadores, reconociendo los méritos de forma económica a aquellos que los han cumplido.

- Creación de equipos de mejora
, mediante círculos de calidad o similar, de forma que los propios trabajadores tengan responsabilidad sobre la solución de problemas que afectan a su tarea diaria.

Marc Roca es interim manager, asesor de start-ups, experto en la gestión del cambio y publica regularmente sus artículos en su blog personal
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