La memoria de la memoria

La memoria es la facultad de recuperar información previamente almacenada a partir de los datos de experiencias anteriores. Esta acumulación de información a lo largo del tiempo es la que nos permite la toma de decisiones pudiendo anticipar las consecuencias.

La memoria la podemos dividir en dos tipos según la vida de la información: a corto plazo, memoria de trabajo, y memoria a largo plazo. La memoria a corto plazo tiene la capacidad de retener, pero no de manipular, pequeñas cantidades de información durante espacios muy cortos de tiempos (de 18 a 30 según). Es limitada y cuando entra información nueva empuja la vieja fuera. A menudo asociada a la ley de Miller que dice que podemos retener siete fragmentos de información más menos dos (tengáis en cuenta este número cuando diseñáis el menú de un sitio web).

La memoria a largo plazo, en cambio, tiene la capacidad de almacenar información durante largos periodos de tiempos incluso de manera indefinida. Es a la memoria de largo plazo donde guardamos las experiencias autobiográficas asociadas a momentos, lugares, emociones y el conocimiento en general que tenemos del mundo. Si habéis visto Inside Out de Mear ya sabéis de que os hablo. Si no, correo a verla.

"Los medios digitales no sólo extienden nuestros sentidos, sino que extienden nuestro yo y en particular la memoria"

Escribía McLuhan en 1964 a Understanding Media: The Extensiones of Man que los medios electrónicos funcionan como extensiones de nuestros sentidos. La radio nos extiende el sentido del oído y nos permite sentir aquello que pasa a la otra punta del mundo; y de manera análoga, la tele nos extiende la vista. Estos efectos de extensión se amplifican todavía más con la llegada de los medios digitales que no sólo extienden nuestros sentidos, sino que extienden nuestro yo y en particular la memoria. El móvil es la extensión de la memoria que guarda los números de teléfono de quienes nos importa y los momentos que queremos conservar en forma de foto, como Google Maps la extensión que nos guarda las direcciones de los lugares que nos interesan.

Siguiendo con la analogía de las extensiones, podemos ver nuestros TimeLines a Facebook, Twitter e Instagram como un tipo de memoria experiencial de dónde somos, que sentimos y que sabemos; un registro de momentos. Y dado que la vida de un tuit o el tiempo que dedicamos a mirar una foto a Instagram de altri es de segundos y la capacidad de atención que tenemos es limitada, la podríamos calificar como memoria a corto plazo. El que pasa vale en el momento y contexto, y cada nueva pieza de información empuja la precedente hacia fuera.

"Nuestros TimeLines a Facebook, Twitter e Instagram son un tipo de memoria experiencial de dónde somos, que sentimos y que sabemos"

Del mismo modo, el archivo de todo el que hemos publicado en las redes —los momentos publicados— sería la memoria a largo plazo, que a diferencia de nuestra no es selectiva sino que es indiscriminada y en teoría eterna. Pensáis como hagamos las fotos y como las guardamos: echamos indiscriminadamente y las guardamos todas por defecto y sólo eliminamos aquellas que no nos interesan que queden por el futuro. En un entorno analógico decidimos qué preservamos por el futuro mientras que en un entorno digital decidimos qué borramos del futuro.

"En un entorno analógico decidimos qué preservamos por el futuro mientras que en un entorno digital decidimos qué borramos del futuro"

Los textos de la Grecia clásica que nos han llegado ha sido porque alguien decidió que tenían bastante valor como para pasarlos a la siguiente generación y asumir el coste de copiarlos. Del mismo modo, muchas películas de cine mudo se han perdido por siempre jamás porque alguien en su momento decidió que no tenían bastante valor comercial. Y cómo que desde el 2007 generamos más información que la capacidad total de almacenamiento global, pasará una cosa parecida con nuestra memoria a larga duración digital: alguien decidirá qué memorias se conservan y qué no, seguramente será un algoritmo basándose en criterios de relevancia, notoriedad o influencia y seguramente no nos gustará la elige.

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