Las oportunidades que vienen

Acabamos de comenzar un año que nos permite dejar atrás, en términos generales, los peores momentos de la crisis. El horizonte que hasta ahora se nos mostraba oscuro empieza a desvanecerse y nos deja ver un hilo de esperanza para la remontada, a pesar de que venimos de muy abajo después de caer ininterrumpidamente durante muchos años. Quizás es por eso que el día a día de muchas pymes y autónomos continúa siendo complicado.

Somos conscientes del hecho que, a pesar del cambio de tendencia que han empezado a experimentar los principales indicadores económicos, un país y su sociedad no vuelven a la normalidad hasta que el engranaje de la economía funciona desde la base, es decir, desde la ocupación. Y ahora tenemos que añadir la temença de no caer en una deflación.

En este sentido, las últimas reformas impulsadas por el Gobierno central en materia de fiscalidad , financiación o energía, no han respetado la idiosincrasia de las pymes y los autónomos, que representan más del 70% de la ocupación del país.

Desde PIMEC entendemos que, para que el cambio de tendencia se consolide, hace falta que las Administraciones pongan en marcha políticas adecuadas de estímulo de la demanda privada y de la competitividad empresarial.

En cuanto a la demanda, damos la bienvenida a las iniciativas del BCE de hacer compras masivas de deuda pública y privado, puesto que permitirán inyectar una importante liquidez al sistema. La reducción de los precios de la energía va también en el buen sentido. Sin embargo, no podemos perder de vista que ni la política monetaria ni el petróleo barato son la solución a los problemas que tenemos planteados. Ayudan, pero hacen falta más cosas, como por ejemplo profundizar en las reformas estructurales.

En particular, con perspectiva de pequeña y mediana empresa, apostamos por un plan de reactivación económica que, para empezar, tenga en cuenta que el crédito tiene que volver a las pymes; en caso contrario, difícilmente se recuperará la inversión y se contratará trabajo.

En la misma línea, seguimos teniendo unos costes de la energía eléctrica de los más elevados de Europa, y no hay reformas eléctricas que corrijan este problema estructural, mientras que en paralelo se continúa penalizando el autoconsum. Así mismo, hay que bajar los costes sociales y no subirlos, como se ha ido tirando en los últimos tiempos.

Las pymes catalanas son líderes en exportaciones pero hay que dar un apoyo más decidido a la internacionalización. Necesitamos una reforma fiscal orientada a las pymes y evitar una sobreregulació y cambios de leyes constantes, e iniciar una lucha decidida contra la economía sumergida.

También hace falta un marco regulatorio que facilite el crecimiento de la dimensión de las pymes, sin olvidar potenciar la segunda oportunidad para los empresarios que quieren volver a emprender.

Desde PIMEC continuaremos trabajando para hacer realidad estas reformas de carácter estructural porque entendemos que son decisivas para reanimar el tejido empresarial, para hacerlo más competitivo y para facilitar la regeneración con nuevas empresas.
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