Los administrativos primero!

   

La historia se repite. Un empresario planifica su negocio y empieza a buscar los gastos: el alquiler, el asesor, el teléfono... Entre estos gastos aparece de forma preeminente la del personal. Si tenemos suerte, este gasto vendrá desglosada en los diferentes cargos que tendrá la empresa de aquí a uno, dos, tres, cuatro y cinco años. Y, si tenemos más suerte todavía, entre estos cargos aparecerá un administrativo.

El problema, habitualmente, es que el administrativo no aparece de inicio y esto es una mala noticia. Una mala noticia por los administrativos que buscan trabajo, no hay que decirlo. Pero, principalmente, es una mala noticia para la empresa, que verá como su máximo activo en aquel momento (el empresario) se dedicará a preparar facturas, enviarlas a los clientes, perseguir los cobros, hacer pagos, hablar con los bancos, con el asesor, con la compañía de teléfonos cuando falle la línea... Será un empresario que no podrá estar haciendo aquello que aporta más valor al negocio: trabajar PARA la empresa y no A la empresa, como un empleado más. Tendremos a un empresario estresado por el desarrollo incierto de todo negocio que empieza, pero también para traer papeles arriba y abajo de su empresa, mientras su idea la trabaja, en el mejor de los casos, a las horas libres que el trabajo administrativo le deja. Horas libres que el empresario no puede dedicar a la otra actividad que necesita el cerebro: descansar.

Pero, tiene solución esto? Bien, hay empresarios que cuando planifican su negocio ven claro donde aportan ellos el valor. Estos empresarios, antes de empezar a contratar gente que lo sustituye allá donde él es necesario, mantienen las riendas de esta área, cediendo aquellas donde su presencia no aporta ningún valor. Este empresario, una de las primeras personas que contrata es un administrativo, y esto lo deja más tranquilo para dedicarse a pensar, crear, planificar y, por qué no decirlo, soñar. Y tú, ya tienes un administrativo a tu empresa?

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