Estos días Bloomberg ha publicado un artículo muy interesante distinguiendo entre 'la marca Trump' y 'el presidente Trump'. En estos meses pasados hemos visto a un señor muy listo que había identificado un segmento olvidado: la clase mediana-media y mediana-baja blanca empobrecida durante los últimos 20 años, y que los hablaba en su lenguaje -es muy significativa una cosa que dijo hace unas semanas: que le encantaba la gente sin educación.
Pero ahora, y si el Consejo de Electores lo elige, veremos a un empresario como cabeza de Estado y su lenguaje grosero y sus alegatos racistas y misògins pienso que desaparecerán. De entrada, ya ha dicho que profundizará en la desregulació y que la obra pública aumentará, y las Bolsas han subido. El problema para la Administración Trump será otro: que el resto del mundo pierda confianza en la moneda de un país que tiene una deuda gigantesca y la economía del cual depende enormemente del exterior.
El problema que puede darse es que la inercia de los apoyos de Trump hagan evolucionar aparte del Partido Republicano hacia posiciones aislacionistas defendidas por el America First Party en los años 40. Aunque ni remotamente la Administración Trump se acerque a las posiciones maximalistas que este defendió en la campaña, es un hecho que las negociaciones comerciales con el resto del mundo se tensarán porque Trump tiene que dar algo a quienes lo han apoyado: granjeros y trabajadores blancos empobrecidos de la franja central y del sudeste de USA.
Por otro lado, toda Latinoamérica sufrirá bastante con las políticas que la Administración desarrolle, sólo hay que ver el que estos últimos días ha sucedido en México. En la China le favorece por la ambivalencia de Trump hacia el Japón. En cualquier caso, pienso que Europa no parte en desventaja en su trato con la nueva Administración: de entrada todo trato será revisado... pero no olvidamos que Trump es un empresario, y que no irá contra los intereses del poder económico porque él es uno de sus miembros.
Pero ahora, y si el Consejo de Electores lo elige, veremos a un empresario como cabeza de Estado y su lenguaje grosero y sus alegatos racistas y misògins pienso que desaparecerán. De entrada, ya ha dicho que profundizará en la desregulació y que la obra pública aumentará, y las Bolsas han subido. El problema para la Administración Trump será otro: que el resto del mundo pierda confianza en la moneda de un país que tiene una deuda gigantesca y la economía del cual depende enormemente del exterior.
El problema que puede darse es que la inercia de los apoyos de Trump hagan evolucionar aparte del Partido Republicano hacia posiciones aislacionistas defendidas por el America First Party en los años 40. Aunque ni remotamente la Administración Trump se acerque a las posiciones maximalistas que este defendió en la campaña, es un hecho que las negociaciones comerciales con el resto del mundo se tensarán porque Trump tiene que dar algo a quienes lo han apoyado: granjeros y trabajadores blancos empobrecidos de la franja central y del sudeste de USA.
Por otro lado, toda Latinoamérica sufrirá bastante con las políticas que la Administración desarrolle, sólo hay que ver el que estos últimos días ha sucedido en México. En la China le favorece por la ambivalencia de Trump hacia el Japón. En cualquier caso, pienso que Europa no parte en desventaja en su trato con la nueva Administración: de entrada todo trato será revisado... pero no olvidamos que Trump es un empresario, y que no irá contra los intereses del poder económico porque él es uno de sus miembros.
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