La palabra metànoia que viene del griego tiene varías significados. Significa cambiar de opinión, empanadir-se. También utilizada para retractarse de una opinión, corregirla y comentarla otra vez pero de una mejor manera.
Por el mundo de la psicología la metànoia es sinónimo de aprendizaje, porque nos sirve para comprender el que significa aprender de manera continua: el hecho de acumular conocimientos y nuevas experiencias nos ayuda todo ello a tener una mayor capacidad para cambiar de enfoque y nuevas perspectivas de hacer las cosas. Nos hará provecho en el mundo profesional para resolver situaciones que nos enfrentamos en el día a día, en el terreno de las decisiones y los conflictos, entre otros.
Cuando se habla de liderazgo a menudo se habla de comportamientos, de estilos, unos más democráticos que otros, de cómo impactan en las personas, de sí son resonantes o disonantes; pero se habla menos de las actitudes, que hacen que los líderes o personas de empresa traigan a la práctica y con éxito estas habilidades y conocimientos tan muy trabajados.
La metànoia es por el liderazgo como "la samfaina por los conejos". Es el alimento que hace posible que las personas saquen su máxima capacidad y que esta acabe impactando lógicamente en el resto de su organización.
Según Peter Senge, "para experimentar la metànoia es someter a un cambio interior y profundo. Es un cambio real de la mente y el corazón, un cambio en la percepción, visión del mundo, y la jerarquía de valores. Para hacerlo hace falta un cambio en la dirección, enla actitud y el comportamiento".
Sabéis la parábola de la rana hervida? "Si a una rana se la pone en una olla, sobre un fuego intenso, buscará saltar y escaparse, mientras que si la ponemos en una olla con fuego mínimo y aumentamos gradualmente la intensidad del fuego, la rana no buscará escaparse".
Los seres humanos reaccionamos como una rana, reaccionamos si el cambio es repentino, y nos adaptamos si el cambio es gradual y continuo.
Si queremos construir organizaciones que aprenden, tenemos que procurar que las personas que forman parte desarrollen sus capacidades, y entiendan cómo funcionan las personas y sus relaciones, más allá de modelos más clásicos. Tendremos que procurar fortalecer procesos de aprendizaje que faciliten que las personas se enfrenten de manera productiva a las situaciones.
Y por qué esto sea posible, si entrenamos los líderes en metànoia, facilitaremos que el éxito sea compartido entre las personas y su organización.