Mobile o como divisó el futuro

Esta semana se ha hecho público que Cataluña cerró 2016 con un volumen de exportaciones que llegó a los 65.142 millones, un 2% más que el 2015, o el que es el mismo el 25,6% de las exportaciones del total del Estado. Un crecimiento de las exportaciones amplio en cuanto a sectores entre los cuales destacan el de bienes de equipo, la química o el automóvil; y también en cuanto a mercados como se constata con un incremento de las exportaciones muy superior al crecimiento de la zona euro (0,7%) o al de Alemania (1,2%), un nuevo recuerdo que evidencia la capacidad industrial del país que ha asumido los retos de competitividad y globalización exportando productos de calidad y alto valor añadido, asumiendo los conceptos propios de la digitalización.

Unas cifras importantes que se conocen cuando truca a la puerta el Barcelona Mobile World Congress 2017. La semana cercana Barcelona volverá a ser, y ya serán 11 veces consecutivas, el punto de encuentro referencial para los profesionales de la telefonía móvil y también la capital mundial de los nativos digitales, las empresas más innovadoras y de la industria 4.0, aquella que sabe que la clave acontece incorporó a los productos conectividad e inteligencia artificial. Unos días que permitirán conocer el futuro que se dibuja en el horizonte, no sólo en los diversos ámbitos de aplicación de la industria móvil como Smart Cities, Marketing Digital, aplicaciones de la Salud, logística, ocio, Cloud Computing, Bigdata, Smart products o Ciberseguretat, sino también para conocer a nuevas personas, identificar oportunidades y avanzar en los procesos encaminados a cooperar en red e interactuar en los nuevos ecosistemas altamente tecnificados, tecnológicamente avanzados, propios de la sociedad 4.0.

Exportaciones, Industria y tecnología acontece una elegida capital para avanzar con paso decidido hacia el futuro. Ahora bien para hacerlo hay que asumir que la manufactura 4.0 no es convertir las fabricas fabricas inteligentes, no es sólo mejorar la productividad sustituyendo humanos por robots. La industria 4.0 es también, y básicamente, diseñar y fabricar productos inteligentes. La tecnología, como se certificará nuevamente la próxima semana en Barcelona, permite que todos los productos estén conectados y acontezcan inteligentes, consecuentemente todo, absolutamente todo, tiene que rediseñarse, reinventarse, desde la indumentaria, a los enseres del hogar y de las oficinas, los objetos dirigidos al ocio o al aprendizaje, a los vehículos o instrumentos de movilidad de personas y mercancías y, naturalmente, el tratamiento de la movilidad urbana y en especial la aportación de servicios y productos en los últimos 500 metros.

Un enorme reto que obliga a potenciar el conocimiento incrementando la dotación de capital para afrontar los desafíos de la industria 4.0. Para hacerlo, hay que aceptar que los modelos y métodos empleados en la actualidad, tal como se divisa cada año en el Mobile World Congress, están aconteciendo obsoletos de forma acelerada al observar los requerimientos del venidero y de los futuros profesionales; los modelos de aprendizaje y aplicación del conocimiento de las organizaciones más avances; y al analizar como los nativos digitales se informan, se relacionan, aprenden y actúan.

En consecuencia hay que trabajar con la mirada puesta en el futuro y actuar en tres ejes: El primer eje es el relativo al asumir la digitalización y la cooperación, una asignatura pendiente para muchas empresas. El segundo es el relativo a los sistemas expertos y simuladores híbridos en cuanto a mundo real y virtual; y el tercer eje de actuación reside al asumir la necesidad de cooperar para innovar y competir rompiendo compartimentos estancos y asumiendo con determinación los retos que se dibujan al horizonte. Tres retos conocidos y que fueron asumidos por las empresas que la próxima semana mostrarán sus productos al Mobile y que las han convertido en motores de futuros. Unas empresas que nos muestran el camino el cual inexorablemente hay que seguir.
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