Atrás ya quedan las tendencias de los 80 y 90 a ascender los directores de producción, pues aquel era el departamento clave de las compañías con inminente estructura productiva. O el gran boom de la década de los años 2000 donde la figura del director financiero adquirió tanta importancia donde casi era obligado que la sucesión o sustitución del director general fuera por la del financiero. En esta década adquirimos mucha importancia las escuelas de negocio de nuestras comarcas (sobre todo ESADE e IESE) y dónde también, las universidades públicas se apuntaron a la moda de ofrecer programas MBA.
En nuestros días, y debido a la crisis – según dicen algunos ya hemos salido- y a la necesidad de exportación e internacionalización de las empresas catalanas, la figura del director comercial y de exportación es la más muy valorada para hacer la sucesión. Esta tipología de profesional cuenta ya con una formación en alguna licenciatura o carrera técnica superior, complementada con estudios de posgrado y/o MBA y seguramente con alguna experiencia de expatriación durante una temporada. Además casi habrá tenido personal al cargo y las habilidades directivas adecuadas y de relación con las personas suficientes, como porque pueda desarrollar con éxito la nueva tarea. Así pues la década de los 2010 al 2020, veréis la proliferación de estas figuras a la dirección general de las empresas.
A los USA ya usan la nomenclatura CSO: chief salas officer como sustituto del CEO en lugares de responsabilidad, aunque la analogía no sea muy bien la misma.
Nota: a nuestras comarcas al directivo profesional de máxima responsabilidad (no tiene porque coincidir con la propiedad de la empresa o ser la misma personal que el consejero delegado) de una empresa muy profesionalizada se lo denomina directorgeneral , esta misma figura en una empresa más familiar y no tan muy profesionalizada se lo denomina gerente, en una multinacional se lo denomina CEO, y curiosamente en una start up que está empezando su actividad, pues también es el CEO.