Seleccionamos personas, no perfiles

En los procesos de selección que se hacen habitualmente a cualquier empresa, los expertos en captación de talento tienen muy claro que su máximo objetivo es dar con el perfil idóneo por la vacante disponible. Establecen una serie de requisitos con los que el futuro candidato tiene que cumplir basados, principalmente, en la formación o la experiencia laboral previa relacionada con al puesto de trabajo que se ofrece.

Parece que nadie tiene ninguna duda en que es la mejor manera de establecer el proceso de selección y que en la actualidad este cada vez incorpora más exigencias, pues toda organización quiere contar con "los mejores" dentro de su plantilla.

Pero y si, por un momento, nos planteamos ¿qué pasaría si en vez de seleccionar el mejor perfil escogemos la mejor persona?

Si pusiéramos a la persona por ante el perfil, valoraríamos el extra de motivación de quien quiere demostrar que puede hacer bien el trabajo, el agradecimiento porla oportunidad que se le ha dado y el extra del que puede aportar alguien así al clima laboral de una organización, puesto que es capaz de transmitir todo este empujón y energía al resto de compañeros.

Esto es precisamente, el que hacemos en nuestro caso. A Grupo SIFU priorizamos la persona al puesto de trabajo, es decir, seleccionamos una persona con discapacitado, la formamos en aquello que puede hacer y posteriormente le buscamos un puesto de trabajo de acuerdo con sus características. La selección la hacemos al revés que el método tradicional.

La clave de nuestro éxito reside en el proceso de capacitación que llevamos a cabo cuando incorporamos a un nuevo trabajador. Mediante la política de entrada, le garantizamos todas las herramientas necesarias para el desarrollo de su trabajo. Seguimos un plan de formación, al cual le damos suma importancia, para desarrollar sus habilidades y dar una oportunidad a personas que durando mucho tiempos se han sentido excluidas o incapaces. De este modo, lo ayudamos a convertirse en un especialista y le ofrecemos la oportunidad de llegar a tener una carrera profesional dentro de la empresa. Finalmente estimulamos y reconocemos a los trabajadores que se esfuerzan para adquirir más conocimientos, habilidades y destrezas, que se traduzcan en el mejor ejercicio de sus tareas, a través de un Sistema de Desarrollo Profesional de Carrera transparente.

En poco tiempo podremos comprobar que son personas profesionales, competitivas y con ganas de demostrar que pueden hacer su trabajo igual o mejor que cualquiera otro trabajador. Y es que tienen un plus de motivación y un plus de esfuerzo, puesto que tienen una doble dificultad a la hora de encontrar trabajo (la crisis y su propia discapacidad), y tienen verdaderas ganas de demostrar que son realmente capaces. Y esto, al final, lo acaban transmitiendo al resto de la organización, mejorando incluso la productividad colectiva.

A diferencia otras empresas, no exigimos una serie de requisitos previos, sino que nos centramos al desarrollar capacidades, a través de la formación y el seguimiento. Por eso valoramos, por encima de todo, contar con personas que independientemente de sus habilidades, aptitudes o conocimientos , estén motivadas y predispuestas al aprendizaje.

Este tendría que ser el modelo que establecieran nuestras empresas de hoy y de mañana, tanto si tienen trabajadores con discapacitado como sin, porque contar con un capital humano motivado y productivo, así como formado dentro de la propia compañía, es la clave para conseguir salir adelante tanto en los objetivos empresariales como en los laborales y en aquellos que repercuten a la sociedad en general.
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