Suprimir los cambios temprano

Suprimir los cambios temprano diurna; en definitiva, aprovechar más las horas de luz solar para así rentabilizar y racionalizar el consumo energético. Si esto es así, por qué existe un debate abierto alrededor del cambio temprano? Cada año se repiten a los medios y en las redes sociales argumentos en contra y a favor... Quién tiene razón? Existe una utilidad real? Paga la pena? Qué hay de los posibles desajustos que se dan en las personas con estos cambios?

Aprovechar el máximo de horas de sol no es nada nuevo. Los egipcios y los romanos ajustaban (de hecho mucho más que nosotros) los ritmos circadiaris con los ciclos de luz solar. Ya en el Europa moderna, es la Revolución Industrial, en el siglo XVIII, la que introduce unos horarios normalizados que han llegado a nuestros días con el cambio temprano a la mayoría de países avanzados.

Los romanos dividían las horas de luz en 12 partes iguales, de forma que en invierno las horas eran más cortas y en verano más largas. Ya en tiempos modernos, el mismo Benjamin Franklin, en misión diplomática en París el 1784, comprobó que en verano los ciudadanos acostumbraban a quitarse más temprano, de forma que también iban a dormir antes. De este modo, se ahorraban velas, puesto que estaban menos horas despiertos en horario nocturno.

Sin embargo, tenemos que esperar al constructor británico William Willet, que hace la primera propuesta el 1907 para llevar a cabo el cambio horario, a pesar de que no es hasta la Primera Guerra Mundial que se aplica el cambio temprano en verano a la mayoría de países europeos. La justificación, energética, con el ahorro en el consumo de carbón. Un golpe finalizada la guerra, sólo algunos países siguen aplicando el cambio de horario y durante la Segunda Guerra Mundial se vuelve a dar el mismo hecho.

Con la crisis del petróleo en setenta se da otro impulso al cambio de horario, de forma que algunos países cambian incluso su horario oficial, para aprovechar el más posible la luz solar. Precisamente, el partido de la cancillera Angela Merkel ha propuesto recientemente suprimir el horario de verano con el que se rige Europa desde el 1974 (e implantado a toda la Unión Europea desde el 1996). Y fuera de Europa? Gran parte del hemisferio sur no cambia la hora (excepto Chile, Colombia, Paraguay, Uruguay, Brasil y de forma intermitente, Argentina), de igual forma que en el Canadá y a diferentes zonas de los EE.UU.. En la Asia no se aplica mayoritariamente, igual que en la África. En Oceanía, en cambio, se aplica en los países grandes.

A priori no hay una razón de peso con los cambios temprano, puesto que la razón por la cual se ahorra energía no parece ser un hecho universal de cumplimiento a todos los países del mundo. La #reformahoraria es, por lo tanto, una buena oportunidad para suprimir el cambio horario de verano y de invierno, puesto que no comportaría más beneficios a nivel económico que perjuicios para la salud de las personas.

De momento, la madrugada de este domingo 25 de octubre acaba el horario de verano y los relojes se atrasarán una hora. Así, a las 03.00 horas volverán a ser las 02.00, de forma que la noche tendrá una hora más, en cumplimiento de la Directiva Europea, aprobada por el Parlamento Europeo y Consejo de la Unión, en enero de 2001, aplicada con carácter indefinido; incorporada al ordenamiento jurídico español por Real decreto 236/2002, de 1 de marzo.
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