La fábrica de papel Pere Valls | Cedida

economía circular

Artesanos del papel reciclado desde el siglo XVI

Hablar de la empresa Pere Valls es hablar de respeto por el entorno, de historia y de familia

El papel reciclado, a pesar de que no somos demasiado conscientes, está presente en muchos de los productos que utilizamos en nuestro día a día. La caja de los cereales, el bric de leche, el envoltorio del jamón dulce, la tarjeta de autobús, las páginas de algunos libros, el confeti, el tubo del papel de wáter, entre otros. La empresa Pere Valls da esta segunda vida al papel y desde sus inicios producen papel reciclado.

Iniciaron el oficio haciendo papel de estrasa que se utilizaba para cocer pastas o envolver alimentos, a mediados del siglo XX se iniciaron en la producción de cartón ondulat hasta 2007, y se especializaron de pleno en la fabricación de papel reciclado, llevando a cabo unas inversiones que permitían ampliar la gama de gramajes, de entre 80 y 450 gramos, para llegar al máximo de sectores. Por Jordi y Pere Joan Valls, primos germanos y consejeros delegados de la empresa, "la clave de nuestra supervivencia ha estado desde siempre, sabernos adaptar en cada momento y a cada cambio que se producía en los procesos productivos, y hoy en día, seguimos adaptándonos, en este caso, a las necesidades del cliente".

"El objetivo es aportar soluciones a los clientes y para ellos es importante que esta solución que necesitan la encuentren directamente en un fabricante"

El papel reciclado es muy versátil y como tal tiene muchas aplicaciones y usos. Esta es la línea que ofrece Pere Valls "estudiamos junto con el cliente sus necesidades, le ofrecemos nuestro asesoramiento, modificamos los parámetros del producto en función de lo qué quiere el cliente y diseñamos un papel con un uso en concreto". Se trata de un proceso complejo, de muchas horas de estudio y esfuerzo que realizan sin ningún departamento específico. Según los primos Valls "el objetivo es aportar soluciones a los clientes y para ellos es importante que esta solución que necesitan la encuentren directamente en un fabricante, sin intermediarios". Trabajan básicamente para el mercado catalán, aunque también tienen algunos clientes en la zona de Levante, Portugal y un porcentaje pequeño en Francia. La proximidad con el cliente "nos asegura, por un lado, poder establecer una relación directa y cercana, y de la otra, poder obtener parte de la materia delgada que necesitamos para hacer el papel reciclado". Y es que Pere Valls es una empresa concienciada con el respeto por el medio ambiente y con la circularitat de los residuos. De hecho, forman parte del grupo de trabajo de Economía Circular de la Unió Empresarial de l'Anoia.

Las toneladas de papel para reciclar | Cedida

La otra línea de trabajo de Pere Valls, que representa el 40% de la producción, es el "convirtiendo", es decir, la manipulación y transformación en diferentes formatos en los cuales el papel puede ser útil. Para conseguirlo, disponen de una amplia gama de maquinaria especializada como bobinadores, talladores o gofradores.

Responsables con el entorno

En linea con la filosofía de la empresa de fabricar papel reciclado, Pere Valls siempre ha defendido que la industria papelera es responsable: demostrando que puede ser competitiva y a la vegada respetuosa con el medio ambiente. En este sentido, "podemos afirmar con orgullo que en 2016 conseguimos reducir a cero las emisiones de CO2, convirtiéndonos en la única empresa del sector al conseguirlo", explican los Valls. El primer paso, "arriesgado, pero decisivo", fue en 2014 cuando sustituyeron la caldera de gas que utilizaban por el secado del papel, por una caldera de biomasa alimentada por astilla forestal de los bosques de proximidad. Una apuesta que los supuso recibir el premio UEA al compromiso social y medioambiental en 2016.

"La masa forestal en Catalunya es altísima y con el uso que hacemos para alimentar la caldera ayudamos a mantener los bosques limpios"

"La masa forestal en Catalunya es altísima y con el uso que hacemos para alimentar la caldera ayudamos a mantener los bosques limpios, evitar la propagación de incendios y evidentemente, reducimos unas 3.300 TM anuales de CO2 de emisiones a la atmósfera". Jordi y Pere Joan Valls añaden que a todos estos beneficios, "todavía tenemos que sumar el hecho que se trata de biomasa de proximidad hecho que da trabajo a mucha gente del territorio".

11 generaciones papeleras

Los orígenes de Pere Valls se remontan a los molinos de Cal Jan, un conjunto de tres molinos papeleros en Sant Pere de Riudebitlles construidos a mediados del siglo XVI después de una licencia de construcción firmada por el mismo Abad de Montserrat, Pedro de Burgos en 1527.

Los orígenes de Pere Valls se remontan a los molinos de Cal Jan | Cedida

La historia del oficio papelero de la familia Valls, sin embargo, la encontramos una vez acabada la Guerra de Sucesión en uno de estos tres molinos, el llamado "Molino del medio", donde Joan Valls emprendió una trayectoria en el mundo de la fabricación de papel. Se iniciaron como arrendatarios de los marqueses de Lyon, propietarios de los molinos, y años después adquirieron los tres molinos.

Once generaciones después, la familia Valls todavía se mantiene fiel a sus orígenes, y tanto en la producción de papel como en los valores familiares que les ayudan a salir adelante; flexibilidad y compromiso con los clientes, gestión sostenida y estudiada, siempre en vanguardia de la tecnología, innovar para dotar de nuevos usos el papel, versatilidad para ofrecer soluciones, y exigencia con el producto y la calidad. Para los Valls, pero, el valor más preciado de la empresa, "es la implicación y el compromiso de toda la gran familia que forma Pere Valls".