Como pedir un aumento salarial

Tan importante es saber cuando es el momento adecuado como las circunstancias de la empresa y de la persona con quien se tiene que negociar

Negociar un salario mejor es posible Negociar un salario mejor es posible

Cada año hay un tema reiterativo, a menudo considerado uno de los dolores de cabeza de empleados y directivos: las revisiones del salario. Pedir un incremento salarial, más allá de la subida del IPC, es una conversación que se tiene que preparar. A pesar de que hay expertos que aconsejan hacer una petición por escrito, el mejor es una conversación personal y directo, planteada desde la honestidad, la humildad y la autenticidad.

Hay una serie de variables que se tienen que considerar a la hora de preparar esta conversación:

1. El momento

Podemos diferenciar dos tempos, Cronos y el Kairos. Si hablamos del crono, el mejor momento para plantear un incremento salarial, en la gran mayoría de empresas es el último trimestre del año, momento en que se hacen los presupuestos anuales. Sin embargo, también tenemos que considerar el tempo Kairos, que es el momento oportuno, donde tenemos que considerar la situación de la empresa, sus resultados, la situación de la persona responsable de mantener esta conversación con el empleado y los resultados del año del empleado.

2. El interlocutor

El interlocutor válido es el responsable inmediato de la persona que solicita el incremento salarial. Es la persona que mejor lo conoce, quién puede valorar mejor su aportación y sus resultados más allá de los estrictos y fríos números. Si el responsable inmediato está de acuerdo, ya se encargará de escalar la petición y los motivos a quienes corresponda, por lo tanto la petición ya no será sólo del empleado sino que ganará un aval.

Al contrario, si nos saltamos a nuestro responsable inmediato y pedimos la reunión con otras personas de más responsabilidad a la organización, en lugar de un aval habremos ganado un enemigo.

3. Los motivos

Por regla general, los incrementos salariales van ligados a un incremento en las responsabilidades y/o a un aumento del valor añadido que aporta la persona a la organización.

Por lo tanto, el motivo más aconsejable para solicitar la reunión con el responsable inmediato es hablar de la evolución profesional. Para preparar los argumentos es imprescindible que el empleado se responda de manera sincera las siguientes preguntas:

  • Qué resultados he obtenido este último año? Y los anteriores?
  • Qué tareas y responsabilidades tengo actualmente, son las mismas que tenía hace un año?
  • Cuántos años traigo a la empresa?
  • Cuánto paga el mercado por perfiles como el mío?
  • Cuál es mi contribución a los resultados de la empresa?

4. Las opciones

Es recomendable plantearse, desde la flexibilidad y la apertura mental, alternativas a este incremento salarial. El sueldo es sólo una parte del paquete retributivo o plan de compensación de un empleado. Por lo tanto hay otras formas de reconocimiento e incremento salarial como por ejemplo formación, bonus, tickets restaurando, flexibilidad horaria, etc., etc.

5. La actitud

Muchas veces los nervios de la situación hacen poner a la defensiva a la persona, mostrando así una cierta agresividad que puede ser mal entendida por su interlocutor. El mejor antídoto es reconocer sinceramente y abiertamente que la situación nos provoca nervios, puesto que puede ser la primera vez que nos encontramos.

Reconocer una vulnerabilidad nos da autenticidad y sintonía con el interlocutor que seguramente sentirá más empatía y nos ayudará a tener una conversación más distendida y natural.

Es importante mostrar predisposición y motivación para asumir nuevos retos y/o nuevas responsabilidades y tareas dentro de la posición actual como contrapartida al incremento salarial.

Teniendo en cuenta las consideraciones previas, los pasos para mantener una conversación para pedir un incremento salarial son pues:

  1. Pedir una reunión con el responsable inmediato para hablar de nuestra evolución profesional
  2. Hacer una reflexión sincera y honesta sobre nuestros resultados, nuestra aportación, nuestros intereses y motivaciones.
  3. Preparar nuestra argumentación de acuerdo con la reflexión hecha y a nuestra disponibilidad para ofrecer contrapartidas al incremento salarial.
  4. Nunca amenazar de marchar o pedir una contraoferta y nunca ir de víctimas pidiendo un incremento por necesidades personales.
  5. Mostrar flexibilidad y apertura, tanto para buscar alternativas de incremento como para esperar un tiempo prudencial para que se haga efectivo el incremento, si así la empresa lo plantea.

Si el momento de la empresa no es especialmente crítico, la mayoría de las empresas encuentran la manera de recompensar a los empleados clave. Las empresas saben que el salario no motiva pero sí que puede llegar a desmotivar y que mantener y desarrollar el talento es uno de sus factores claves y diferenciales respecto a la competencia.

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