Más gestión pública, una de las claves de nuestra competitividad

El 50% de nuestras economías está en manos de las administraciones públicas y, por tanto, su gestión se convierte en capital

Más gestión pública, una de las claves de nuestra competitividad | iStock
Más gestión pública, una de las claves de nuestra competitividad | iStock
experto en transformació digital e innovació
Barcelona
13 de Septiembre de 2022

Estamos inmersos en un contexto de cambio, de transformación, de incertidumbre y a menudo hablamos de lo que deben hacer las empresas, de su gestión, pero nos olvidamos de que el 50% de nuestras economías está en manos de las administraciones públicas y, por tanto, su gestión se convierte en capital. Necesitamos más que nunca gestión pública, necesitamos administraciones públicas bien gestionadas que nos ayuden a generar oportunidades, a reducir incertidumbres y acelerar cambios y transformaciones necesarias para nuestra competitividad futura.

 

Se han hecho muchos esfuerzos en estos últimos años para modernizar la administración y su gestión, y realmente en algunos aspectos como la digitalización se ha avanzado, pero sinceramente estamos lejos de lo necesario. Necesitamos una gestión pública plenamente adaptada a la nueva sociedad, a la nueva era que estamos viviendo, hay que reencontrar su espacio, seguir compitiendo y creciendo y la gestión pública debe acompañar y generar contexto. Todos lo sabemos o intuimos que debe ser así, el problema es cómo hacerlo. Hoy quiero daros algunas ideas y pinceladas que le ayuden, al menos, a iniciar el camino.

Necesitamos una gestión pública plenamente adaptada a la nueva sociedad, en la nueva era que estamos viviendo

En primer lugar, es necesario saber cuáles son las claves o las tendencias básicas de este nuevo entorno. Es difícil resumir, y más en un contexto de cambios geopolíticos, de políticas globales inciertas, pero para mí están vinculadas a tres ejes:

 

1. La transformación digital. No sólo va de tecnología, sino de transformación, de innovación, de nuevos modelos de trabajo, de negocio, de hacer las cosas, de producción, de relación con los clientes... Que impulsados ​​por la tecnología y la digitalización implican una verdadera revolución.

2. La sostenibilidad. Necesitamos una clara apuesta de la humanidad por la sostenibilidad del planeta, el cambio climático es un hecho y sus efectos pueden ser devastadores. Ésta es una responsabilidad de todos, individual, social, empresarial, gubernamental... Por tanto, debemos empezar a tener una estrategia clara de sostenibilidad.

3. La persona, una visión centrada en la persona, una visión más humana, que considere el bienestar, el equilibrio personal como un valor de nuestras organizaciones y sociedad. Las organizaciones son personas y tenemos que cuidar y gestionar a las personas no como recurso, sino en todas sus dimensiones.

Por lo tanto, digitalitzación + sostenibilidad + personas es la primera parte de nuestra fórmula. Son los motores del nuevo contexto y la gestión pública actual, si quiere ser competitiva para el país, tendrá que responder a este entorno y estos retos, generando e impulsando estos motores de cambio.

En segundo lugar, mirando hacia la administración pública, más allá de la política y las obligaciones legales, ésta debe dar respuesta a unas necesidades, a un mercado, unas empresas, a un ciudadano (que se ve sometido a estos contextos), con unos valores y una cultura. Necesitamos una nueva mirada, sin dejar los valores públicos, debemos revisar su vigencia y adaptarlos al nuevo contexto, al nuevo mercado, al nuevo ciudadano, a las nuevas reglas de juego.

No existe una fórmula única, pero si hay algunos elementos y tendencias de acuerdo con el nuevo contexto que serán claves. Algunas pistas de esta nueva administración y su gestión:

1. Administración en red. Ante esta complejidad los retos no se pueden abordar desde una sola perspectiva, necesitamos diferentes miradas y capacidad transversal. Necesitamos un gobierno, una administración y una gestión pública en red, una red formada por administraciones de diferentes niveles, proveedores y empresas, partners, personal, profesionales, ciudadanos, entidades sociales... Necesitamos gestionar esta red, necesitamos flexibilizar la gestión, agilizar las respuestas; y la tecnología en este caso es un gran aliado.

2. Administración y gobierno de ecosistema. Debemos ver nuestra administración como parte de un ecosistema que, aparte de la red anterior, interacciona y se ve influida o influye en otros agentes, desde la propia administración, la universidad o centros formación o investigación, o las startups... Debemos identificar este ecosistema, nuestro ecosistema y gestionarlo, porque seguramente parte de nuestra competitividad depende de él.

3. Administración digitalizada. La administración debe realizar una transformación digital o no será nada. Necesitamos aprovechar la revolución digital para transformar nuestras relaciones con nuestros ciudadanos, el teletrabajo, la mecanización y automatización y la robotización de procesos, la incorporación de la inteligencia artificial...

Cada administración y cada gestor público debe buscar su receta, su fórmula de éxito

4. Administración innovadora. Necesitamos una administración que apueste realmente por la innovación, el nuevo contexto requiere nuevas respuestas, y esto va de innovación. Innovación no sólo disruptiva, sino innovación como cultura, como competencia básica, desde las pequeñas cosas, hasta la estrategia.

5. Administración con conocimiento. La larga tradición de nuestras administraciones y sus profesionales acumula saber y conocimiento y respuestas. La clave es el conocimiento del servicio, de los ciudadanos, de las empresas, de los proveedores, de los partners, de los procesos, de los mercados... La gestión, la compartición, la rentabilización y capitalización del conocimiento será otra de las claves de esta nueva gestión pública.

Por lo tanto, red + ecosistema + digitalización + innovación + conocimiento, pueden ser parte de estos elementos que serán capitales en este nuevo contexto incierto y complejo que vivimos hoy.

Como decimos, en cada administración y cada gestor público debe buscar su receta, su fórmula de éxito, pero seguro que estos elementos formarán parte de la ecuación.