Xavier Pascual ha dedicado gran parte de su vida laboral a la docencia. Concretamente, era profesor de inglés y a sus clases intentaba que los alumnos trabajaran por proyectos. Sin embargo, detectó que no había una única plataforma que permitiera a los docentes trabajar de este modo. Es por eso que decidió abandonar su trabajo de maestro para crear y diseñar una herramienta que facilitara a todos sus compañeros de profesión el hecho de llevar a cabo estos proyectos y retos de una forma sencilla e interactiva.
BeChallenge es el resultado de esta voluntad de su fundador de impulsar una nueva forma de trabajar en las escuelas. La plataforma, por un lado, ofrece la posibilidad en los centros de formación de trabajar con proyectos internos de la misma escuela o en colaboración con otros colegios y, de la otra, que los alumnos participen en retos reales planteados por empresas. "Uno de los problemas de la educación es que está desvinculada totalmente del mundo real y del mundo laboral y por eso cada vez más se está potenciando trabajar por proyectos. Pero nosotros no queremos que estos proyectos queden en un cajón, sino que queremos que tengan un impacto real", señala el fundador de la startup, Xavier Pascual.
Intraemprenedoria de la mano de estudiantes
En unos inicios, la startup se enfocó en las escuelas y en la educación obligatoria como una herramienta para trabajar por proyectos a través de la plataforma Edudebate. Sin embargo, la espín off de la UOC ha ido evolucionando su modelo de negocio hacia la educación superior (formación profesional y universitaria) y en el sector corporativo. "Nos hemos enfocado hacia un target más adulto y con más oportunidades de negocio", apunta el emprendedor.
Pascual: "Acercamos las empresas a los estudiantes para que los sirva tanto de detección de talento como de innovación"
La startup permite que las empresas lancen sus retos o necesidades a la plataforma y desde BeChallenge buscan los estudiantes que mejor puedan resolver aquel problema a la vez que aprenden. "El que hacemos es acercar las empresas a los estudiantes y, por lo tanto, los sirve tanto de detección de talento como de innovación para sus negocios", explica Pascual.
Así, BeChallenge se centra en dos líneas diferenciadas: por un lado, facilita la formación corporativa dentro de las organizaciones de una manera muy interactiva y trabajando el llamado learning by doing y, por otro lado, los facilita una herramienta de intraemprenedoria para trabajar la parte de innovación dentro de las mismas compañías.
De este modo, cuando una empresa quiere lanzar un reto a la plataforma, se pone en contacto con BeChallenge, ellos lo ayudan a definir el proyecto y hacen una campaña de marketing específica por aquellos centros formativos que más se adaptan al reto de la compañía.
La plataforma BeChallenge | Cedida
Aprender por proyectos y en equipo
"Es importante reforzar el talento en las escuelas y los centros formativos porque salga del entorno educativo e impacte a las empresas", señala Pascual. Aún así, la plataforma también ofrece en las escuelas de formación la posibilidad de plantear sus proyectos para trabajarlos ellas suelas de forma interna durante su docencia. Los profesores pueden crear retos que pueden durar desde un par de horas hasta semanas, en función del que quieran trabajar.
Además, la plataforma también permite llevar a cabo proyectos en colaboración con otras instituciones de todo el mundo o conjuntamente con todos los alumnos de una escuela. El emprendedor pone como ejemplo la Universitat Ramon Llull, que cuenta con diferentes grados universitarios y que podría lanzar un proyecto exclusivamente por los estudiantes de su centro pero en el cual trabajarían en equipo alumnos de diferentes áreas e intercambiarían conocimientos.
Monedas virtuales como recompensa
El modelo de negocio de la startup, que ha participado en el programa de preincubació de Barcelona Activa, ha variado con el cambio de la antigua plataforma a BeChallenge. Antes, la empresa emergente cobraba una cuota anual a las organizaciones que quisieran crear retos, mientras que ahora fija una cuota mensual de 90 euros al mes para 200 estudiantes.
La plataforma, que salió al mercado el enero del 2018, cuenta actualmente con 270 profesores registrados y ha llevado a cabo cinco proyectos pilotos. "A pesar de que a partir de los próximos meses empezamos más pilotos en diferentes universidades y también haremos el salto internacionalmente", explica Pascual.
La startup quiere incorporar próximamente la tecnología 'blockchain' a su plataforma
La startup se ha financiado con 25.000 euros de recursos propios, ha captado 22.000 euros de cuatro pequeños inversores y ahora está buscando 75.000 euros más de financiación. "Los próximos objetivos que tenemos son ambiciosos y es que queremos incorporar la tecnología blockchain para recompensar todos los estudiantes con nuestra moneda virtual", apunta el emprendedor. Así, los alumnos podrán ganar puntos participando en la plataforma que podrán intercambiar por monedas que servirán para comprar cursos formativos o pagar parte de la matrícula de la universidad. "Es un poco la idea de cerrar el círculo de la comunidad y ganar dinero mientras aprendes", concluye Pascual.
