Un "modelo flexible de compra". Así definen los impulsores de Casum la solución que ofrecen. Ha nacido en Barcelona de la mano del fondo Nuclio Venture Builder -de Carlos Blanco- y se dirige a las personas que no pueden acceder a una hipoteca pero que sí se pueden permitir un alquiler. Para hacerlo, ofrece la opción de comprar una casa a trozos.
Así, el cliente adquiere la parte de la vivienda que se puede permitir en este momento (como mínimo tiene que ser un 5%) y, el resto, lo compra un inversor de la red de Casum. De este modo, puede vivir en la casa y pagar un alquiler por la parte que no tiene en propiedad, hecho que reducirá el precio en comparación a la media del mercado. El inquilino tendrá siete años para ir comprando poco a poco la parte restante de la vivienda hasta que pueda optar a una hipoteca y comprarlo entero.
Casum conecta a los potenciales inquilinos con los inversores y gestiona el proceso de principio a fin, según un comunicado que ha enviado la startup. La empresa se basa en datos como que el 82% de los habitantes prefiere comprar una vivienda propia antes que alquilar (según el CIS), y en el aumento de los hogares en régimen de alquiler durante los meses de crisis económica: de 2,4 millones en 2008 a tres millones en 2018.
Iñigo de Pascual, CEO y fundador de Casum y antiguo director ejecutivo de Enalquiler, asegura que "para más de la mitad de los propietarios el principal problema a la hora de alquilar es la desconfianza ante los potenciales inquilinos", pero que "Casum resuelve el problema puesto que permite a los inversores entrar en el negocio inmobiliario con más garantías, menos riesgos y una alta rentabilidad".