Cómo casi no cerramos la segunda ronda de equity crowdfunding

El CEO de Mind the Byte, Alfons Nonell-Canals, explica las claves para conseguir 310.000 euros, después del éxito logrado hace dos años, cuando consiguieron la ronda de equity crowdfunding biotech más grande que se ha hecho en España

El comité de dirección de Mind the Byte, liderado por Alfons Nonell-Casals El comité de dirección de Mind the Byte, liderado por Alfons Nonell-Casals

Hace casi dos años, a finales del 2015, a Mind the Byte cerramos nuestra primera ronda de equity crowdfunding. Lo hicimos a través de la plataforma Crowdcube y fue todo un éxito. Buscábamos 100.000 euros y al final captamos más de 230.000. En su momento, fue la ronda equity crowdfunding biotech más grande que se había hecho en el Estado español. Este verano acabamos de cerrar la segunda, este golpe más ambiciosa: 310.000 euros.

Buscábamos 450.000 euros que al final decidimos separar en 300.000 a Crowdcube y la resta vía inversores clásicos. Si la primera ronda fue difícil, esta, ha sido complicadísima. Al comparar ambas rondas vemos que hemos hecho algunas cosas iguales o incluso mejor pero otros nos han fallado.

"Somos una empresa bioinformàtica (BioIT), ni TIC ni BIO. Los inversores clásicos BIO preguntan por las patentes de moléculas y los inversores TIC entienden la tecnología pero no la necesidad"

La comunicación

En la primera ronda hicimos un kick-off, es decir, un acto de lanzamiento donde presentamos la ronda y las novedades de la compañía, y también participamos en algún foro. Todo sostenido con un apoyo poco continuado y no muy organizado en redes. Esta vez pero, a pesar de que no hemos hecho ningún acto de lanzamiento, hemos participado en muchos foros donde hemos estado en contacto directo con inversores (puertas abiertas a nuestras oficinas, Inkemia, IQS Tech Factory, ESADE-BANDO, Colegio de Médicos,...).

En cuanto a redes , creo que lo hemos organizado bastante bien. Además de abrir una sección especifica en nuestro web, hemos ido tirando piadas regularmente y hemos creado, entre otras cosas, una serie de testimoniales , mensajes de inversores donde explican porque han invertido. En este sentido, hemos seleccionado perfiles estratégicos como personal propio, gente de referencia e investigadores, y lo hemos difundido cuidando mucho las imágenes que lo acompañaban. El único punto que nos ha mareado ha sido el idioma. Por un lado la plataforma lo hace todo en castellano y nosotras la comunicación lo hemos hecho principalmente en inglés (es nuestro idioma vehicular).

La relación con potenciales inversores

También, como punto fuerte, y creo que vital en toda ronda equity crowdfunding, hemos cuidado la relación con los potenciales inversores. Es crítico responder deprisa a sus preguntas y saber discernir entre inversores potenciales y gente que, con todo el respeto, marea la perdiz. En una ronda de este tipo, hay que optimizar el tiempo al máximo.

La medida y el tipo de ronda

Ahora vamos a las cosas que no hemos acabado de hacer bien y que hay que tener en cuenta de cara al futuro. El antes que nada es el planteamiento de la ronda: la medida y el tipo. Aquí nos hemos estrellado, lo digo así de claro. Somos una empresa bioinformàtica, ni TIC ni BIO, BioIT que dicen en los Estados Unidos. Los inversores clásicos BIO preguntan por las patentes de moléculas y los inversores TIC entienden la tecnología pero no la necesidad. En el Estado español es complicado captar inversores institucionales por nuestro sector que, además, tienen todavía un punto de desconfianza respecto al crowdfunding. A banda, cubrir una ronda de 450.000 exclusivamente con microinversors es una tarea imposible.

"En nuestro sector, cubrir una ronda de 450.000 exclusivamente con microinversors es una tarea imposible"

En este sentido, cuando hablamos de estas magnitudes, creo que es imprescindible tener algunas inversiones muy ligadas. Nosotros abrimos la ronda al público habiendo cubierto unos 170.000 euros. Pero incluso así, plantear una ronda tan grande vía equity crowdfunding, fue demasiado osado si se tiene en cuenta nuestro sector. El primer golpe nos fue bien, pero era una ronda cuatro golpes más pequeña. A guisa de ejemplo, entonces ya costó mucho llegar al 60% pero entonces en sólo dos días plantamos al 200%. Esta vez, en cambio, no hemos detectado en ningún momento esta locura. Como mucho, un ligero aumento de inversores habituales de la plataforma, pero nada destacable.

Los tempos

Además de la comunicación y el planteig de la ronda, otra cosa que hay que tener mucho en cuenta son los tempos. Importantes por la empresa, por los inversores, por la imagen pero también por un mismo. Cuando se empieza, hay una mezcla de sensaciones de alegría mezclada con optimismo y ganas de comerse el mundo. A medida que pasan los días, sobre todo si la cosa no avanza, se entra en un estancamiento peligroso y desesperando que, al final, acaba pidiendo a gritos que la ronda se cierre ya. Esté como esté.

En nuestro caso esto nos ha matado (por suerte pero, no del todo). Abrimos en modo privado en febrero, es decir, sin aparecer en portada ni al listado, pero permitiendo con un punto de exclusividad que accionistas actuales pudieran hacer inversiones. Nuestra intención inicial era abrir al público a principios de marzo para cerrar después de semana santa.

Nada más lejos de la realidad. Queríamos tener algún inversor institucional ligado y fuimos aplazando los plazos. Al final, acabamos abriendo a principios de mayo y cerrando a mediados de julio! Y todo, sin cabeza de estos anhelados inversores institucionales. Aquí, el error fue del equipo financiero en que nos apoyábamos. Trabajábamos con un financiero externo que de captar inversores no sé si sabe (a nosotros no nos lo demostró) pero de vender humo era un experto. Esto lo sufrimos y pagar, porque las prometidas de los supuestos inversores institucionales no se cumplieron y la ronda se ha alargado hasta mayo, junio y julio, que son las peores fechas.

La no llegada de estos inversores y los constantes atrasos nos ha hecho pasar de una gran ronda de 600.000 euros con crowdfunding e institucionales, a una ronda puramente equity crowdfunding y de la mitad del importe: algo más de 300.000 euros.

"Es mucho planificar bien una ronda de equity crowdfunding, s'tienen que tener claros los límites de la empresa, del mercado financiero y los tempos"

Las consecuencias de transmitir inseguridad

Todo el que he explicado hasta ahora puede parecer obvio, claro y, seguramente, previsible. El último punto, pero, es el que francamente me ha sorprendido más: la seguridad que reclaman los inversores. Volvimos a escoger Crowdcube porque en su momento fue la plataforma que nos dio más confianza. Por otro lado hemos sido muy transparentes. Hemos explicado nuestra hoja de ruta con todos los números que se nos han pedido (respetando la confidencialidad, eso sí). Pero hemos transmitido inseguridad y lo hemos pagado. Lo puedo resumir en tres puntos: mensaje que la medida final de la ronda puede variar, plazos eternos y overfunding sonado a la última ronda.

A primeros de la ronda, cuando era privada, decidimos poner un aviso en la página de Crowdcube diciendo que se estaba hablando con inversores institucionales (ay, los esperados inversores!) y que la medida final de la ronda podía variar. Este mensaje, ilusos, lo hemos mantenido hasta el final de la ronda. Algunos inversores hacen su inversión para tener un porcentaje concreto de la compañía. No saber si este porcentaje será definitivo asusta algunos inversores.

Los plazos. Cuando una ronda tan pública se alarga demasiado, es mala señal y enfría las expectativas de algún potencial inversor. Y, finalmente, no hay que decir que estamos muy contentos de la primera ronda. Buscábamos 100.000 euros y acabamos captando más de 235.000! Esto nos ha cambiado la empresa y ha sido muy positivo. Pero a algunos inversores no se los gustó (por el tema porcentajes). Ahora han desconfiado y no nos han seguido.

"Cuando una ronda tan pública se alarga demasiado, es mala señal y enfría las expectativas de algún potencial inversor"

El rol del CEO

Ya para acabar, la ronda quema. Consume recursos, tiempos y moral, mucha moral! Sobre todo la del CEO de la compañía. Es cierto que Mind the Byte ha cambiado mucho y hemos pasado de 6 a 18 personas. Esto ha permitido delegar muchas más tareas. Como la comunicación (vital en una ronda así), que ahora lo ha coordinado, y muy bien que lo ha hecho!, nuestro director de comunicación. También, una vez hecho el cambio en la dirección financiera, hemos delegado la gestión de la ronda al nuevo equipo.

Pero la presión es sobre el CEO. Eres tú, como máximo responsable de la empresa quien sufres para poder implantar el plan de crecimiento. Quién hace doble jornada: la normal más la que supone la ronda. Eres tú, el máximo responsable que la ronda vaya adelante o no. A la vez, que el CEO dedique demasiado tiempo a una ronda, acaba perjudicando también las ventas. En todo caso, tengo que decir que tengo suerte y me siento muy afortunado de contar con un gran equipo. He podido delegar muchas tareas y compartir las angustias (y también unas cervezas una vez logrado el objetivo!). Pero la presión constante y la sensación incluso de soledad en algunos momentos, no te la saca nadie.

"La ronda quema; consume recursos, tiempos y moral, mucha moral!"

Es mucho, muy importante planificar bien una ronda de equity crowdfunding. Se tienen que tener claros los límites de la empresa y del mercado financiero por este tipo de financiación y tenerlo todo muy muy ligado. Planificar mucho los tempos, tener las cosas muy claras y un equipo excelente. También es importantísimo saber reaccionar a tiempo, cómo hemos hecho con el equipo financiero y los cambios en la ronda. Reaccionar a tiempo y hacerlo rápido.

Estamos ya pensante en la siguiente, de otro orden de magnitud, pero el que tenemos claro es que será "clásica" e internacional. La experiencia nos dice que, hoy por hoy, hemos tocado techo con el equity crowdfunding y con volumen de inversión que podemos captar aquí.

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