Con experiencia en publicidad, comunicación o producción de acontecimientos; pasión por las redes sociales y una buena dosis de buen gusto, además de mucha paciencia en la gestión personal. Es el perfil del wedding planner, una profesión que se ha impuesto recientemente amparada en el auge de varias redes sociales de fotografía, donde la imagen de una novia feliz llamamiento, y mucho, la atención en un escenario idílic. Tienen por objetivo profesionalizar la gestión de las bodas, lidiant con proveedores y la tensión de las parejas de novios, siguiendo una tendencia que es un negocio de éxito en los EE.UU. desde hace tiempo.
Bodas de Cuento –The wedding designers es una de las firmas más destacadas en esta incipiente profesión. Wendy y José son los fundadores de esta empresa de Zaragoza que dispone de delegación en Mallorca y Barcelona y que, de momento, tiene contratadas la organización de un total de 50 bodas, aproximadamente, por el 2014. En Cataluña es Marina Martín (@CuentiMarina), con experiencia en producción cinematográfica, su responsable. Hoy en día trabaja a destall para cubrir las 25 bodas que gestionará este año, más del doble de las contratadas a la oficina catalana durante el 2013.
Martín empezó en octubre de 2012 abriendo la segunda oficina de Bodas de Cuento, un espacio al cual le dan especial importancia. "Para empezar no necesitas mucho más que un ordenador y este alquiler pero para nosotros la oficina es como un miembro más. Es lo más importante para empezar porque es donde trabajamos y dónde recibimos a los novios, nuestros clientes", explica esta emprendedora.
Su éxito se ha reforzado con la edición del libro ¡Sí, quiero!, Ideas geniales para diseñar tú boda -editado por Planeta, 2014- donde explican el alma de su negocio. "Es el primer libro que se edita en España sobre bodas y a pesar de que no sabemos muy bien la repercusión en cuanto a nuevas contrataciones que hemos tenido, sí que ha mejorado mucho nuestra reputación", asegura.
Un prestigio trabajado desde las redes sociales, donde su presencia es casi omnipresente. "Es un trabajo muy agradecido pero muy absorbente. Nunca descansamos porque estamos conectados en las redes todo el día, siempre buscando nuevas inspiraciones", apunta Marina. De hecho, Bodas de Cuento renuncia a invertir en publicitat y, por ejemplo, en la BCN Bridal Week sólo han asistido como invitados. "No vamos a ferias. La inversión que hacemos es pasar muchas horas en las redes sociales porque creemos que es una manera muy buena de mostrar el trabajo que hacemos y pensamos que ha sido parte de nuestro éxito", explica Martín.
La gestión integral de una fiesta íntima
Pequeñas empresas de este estilo han surgido muchas los últimos años: Nice Weddings, Macarena Gea - Bodas y algo más o el caso de Sara Rivera son algunos ejemplos. Gestionan desde el lugar de la ceremonia hasta el timing del día del casamiento, según pactan con el cliente. Buscan proveedores, revisan talleres de vestidos de novia, mantel para las mesas... En definitiva, profesionalizan la organización del casamiento.
Y que gana el cliente? Para Martín, consigue "la boda deseada". En su caso, no admiten comisiones de proveedores "porque cada boda es un mundo" y prefieren tener libertad para escoger la oferta que mejor se adapte al que necesitan, un punto en común con otra wedding planner, Sílvia Domènech, de Solo dos Wedding Planners. "El cliente gana tiempo porque no tiene que invertir a buscar y se evita complicaciones".
El suyo es otro caso de empresa catalana (con sede en Castelldefels) dedicada en exclusiva a la organización de bodas, principalmente en Lleida y Barcelona. Conjuntamente con David Pueyo, director de producción y su pareja, traen adelante la empresa. El ritmo de crecimiento de SoloDos ha sido creciendo en sus inicios: "El primer año sólo hicimos tres bodas; el año pasado 6 y este año en fàrem un total de 11. No digamos a todas que si, nos gusta cuidar nuestras bodas, a pesar de que somos conscientes que cuanto más coges, más tendrás", apunta Domènech.
Negocio con cifras
La ayuda a la pareja es la clave de su negocio; es decir, los novios contratan sus servicios por alleugerar los preparativos de un acontecimiento que, a veces, agobia. Y el precio de los servicios varía. En el caso de SoloDos, está en función del paquete que se contrate: hay desde una sesión de coaching para entrar en materia hasta el paquete Wedding pasaporte que agrupa "por 1.595 euros, la organización de la ceremonia, la investigación de espacios, moda, papelería y decoración, etc.", apunta Domènech. Un precio similar al que cobra Bodas de Cuento por el paquete Coordinación, que se sitúa en 1.000 euros (más IVA) y que aumenta hasta los, aproximadamente, 3.000 euros por la gestión integral de la boda.
Ambas profesionales coinciden a vaticinar un futuro prometedor a la profesión. "Llegarán nuevos formatos porque es un sector en crecimiento y siempre estamos intentando hacer cosas nuevas, mirando mucho que se hace en el extranjero", apunta Martín. "Es una profesión de futuro y la intención es que se consolide cada vez más, que la gente lo reclame cada vez más", augura Domènech.
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