Emprendedores a tiempo parcial

Poner en marcha un proyecto sin dejar el trabajo permite continuar con un sueldo estable, pero obliga a rendir un 200% para llegar a cubrir las dos jornadas laborales

Una persona que compagina trabajo y emprendeduría trabaja un 200% Una persona que compagina trabajo y emprendeduría trabaja un 200%

Emprender tiene sus riesgos, sobre todo cuando se hace a solas y supone dejar atrás un trabajo seguro. Se tiene que rechazar a un sueldo fijo mensual, a un horario estable y, posiblemente, a unas tareas que no van más allá de la gestión de un pequeño equipo. Aún así, no genera la satisfacción personal y el orgullo que ofrece el hecho de crear un mismo su propia empresa.

Por eso, son muchos los emprendedores que antes de lanzarse de hacia sus proyectos, inician el camino en paralelo al trabajo que ya tienen en otras compañías, tal como hizo en Mariano Najles. Él es el creador de la tienda de alimentación latinoamericana y asiática Manjares, de la aplicación Celicity y de la cadena de restaurantes de empanadas argentinas Muns. Antes de embarcarse en su primer negocio, el comercio, trabajaba al departamento de I+D de la escuela de negocios Eada, un trabajo que dejó atrás para poder dedicarse al 100% a la emprendeduría.

Najles: "No creo que sea hacer un salto a la emprendeduría, sino que lo veo como un camino que vas recurriendo a poco a poco"

Él, como otros muchos, no dio el paso de golpe, de aquí no crea en el concepto "lanzarse a la piscina": "Considero que es una decisión que se va madurando poco a poco. No creo que sea hacer un salto, sino que lo veo como un camino que vas recurriendo a poco a poco de forma que, cuando tienes que hacer el salto definitivo a la emprendeduría, ya estás preparado".

Cuando la emprendeduría es el resultado de tu trabajo

Que Najles se decidiera para crear dos nuevas empresas después de Manjares es precisamente a consecuencia de la tienda. Según relata, fue en este pequeño espacio gastronómico donde se dio cuenta, por un lado, de la demanda que tenía que productos sin gluten, y por la otra, de qué había que traer al mercado empanadas argentinas de calidad. "Cómo que teníamos productos latinoamericanos y asiáticos, que a menudo se hacen con harinas que no son trigo, teníamos muchos clientes celiacos. Cuando llegó el boom de los smartphones y la geolocalització, lo vi claro", apunta, "con Muns me lancé porque veía que costaba mucho encontrar un proveedor de empanadas que tuviera un producto que no decayera con el tiempo y fuera bueno siempre".

Otro ejemplo, pero que difiere del que es habitual en la emprendeduría, es el de Anapphylaxis. Los fundadores de esta startup son médicos y la actividad del negocio se basa en el desarrollo de herramientas que faciliten el día a día de sus pacientes. Esto significa que el trabajo que ejecutan en el hospital está totalmente ligada al proyecto emprendedor, un motivo por el cual de momento no piensan a desvincularse de su ámbito profesional. "Para mí, trabajar es una ventaja porque aporta valor en la plataforma que estamos creando", concreta su cofundadora Anna Sala.

Estar en contacto con los pacientes le permite recibir feedback del gadget y pensar en mejoras que el mismo consumidor demanda, porque su paciente no deja de ser el cliente de la compañía. De aquí que la relación con los inversores, como en el caso de Najles, sea buena y hayan entendido que no estar totalmente implicados en la startup no es negativo. Tal como explica Sala, han visto que el hecho de compaginar las dos cosas se tiene que leer como "una jornada al 100% a Anapphylaxis". "Al principio veían extraño la situación, pero después entendieron que para nosotros es positivo", añade.

Sala: "Cuanto más avances haga en el hospital, más cosas iremos sacando por la otra banda"

Una reacción que la emprendedora agradece, porque por mucho que esté totalmente involucrada en Anapphylaxis, reconoce que no sería capaz de rechazar a su trabajo: "Me gusta el que hago y me gusta dar soluciones al paciente y hablar con él. Por eso prefiero pensar que cuanto más avances haga en el hospital, más cosas iremos sacando por la otra banda".

A pesar de que el contexto hace que Sala tenga que dar el 200% para cubrir los dos trabajos, la compañía cuenta con un equipo de tres personas que sí trabaja a tiempo completo, entre ellos el CEO. Son tres figuras que permiten dar estabilidad a la startup y hacer los pasos adelante necesarios en términos de gestión.

Poner la empresa en manso de un buen equipo

Los últimos tres años Najles ha traído a la vez todos los proyectos, pero con más o menos implicación en cada uno de ellos. Actualmente ya no forma parte de Manjares, se desvinculó de él después de ver que podía rodar solo y que a las otras empresas tenían más potencial de crecimiento y, por lo tanto, pedían más tiempo. Esto, pero, no habría sido posible sin haber creado previamente un equipo fuerte. "He tenido socios en los tres proyectos. El primero fue el único que creé solo, los otros dos fue acompañado. Tienes que buscar personas complementarias, que cubran el que tú no puedes para poder ser parte time y dedicarte en otras cosas", afirma.

Un factor importante es que los socios conozcan y acepten esta situación. Si no están de acuerdo con qué uno de los fundadores no esté implicado totalmente en el negocio, puede generar problemas. Por este motivo Najles quiso dejarlo claro desde el principio: "Cómo que siempre hemos puesto en marcha las ideas conociendo el contexto, no ha sido problema. Esto me ha permitido que en situaciones complicadas, como cuando Apple recomendó Celicity y pasamos de 30 descargas diarias a 200 por horas y tuve que estar unos días al 100% con el equipo, los socios de los otros proyectos lo entendieran".

Y si el resto de socios se encuentran en la misma situación, como pasa a la cooperativa Femmefleur, la empatía todavía lo facilita todo más. Eva Polio es una de sus fundadoras, una arquitecta freelance que compagina la comercialización de copas menstruales y las calcetas para la menstruación con pequeños proyectos de construcción. "Durante una temporada estuve a media jornada con una cosa y a media con la otra, pero con el incremento del trabajo con Cocoro ahora estoy dejando apartados los trabajos de arquitectura, el que más o menos los ha pasado a las otras socias", comenta.

Polio: "Si los otros trabajos te hacen sentirte realizada, a gusto y feliz, hace después de que Femmefleur funcione mejor"

Ahora se han comprometido a no continuar aceptando más trabajos como autónomas cabe de ellas y poder dedicarse de pleno a la cooperativa, que ya genera ingresos para poder mantenerse. Hasta entonces la fórmula ha funcionado porque todas tienen profesiones que a escala personal los llena, unos trabajos que, según Polio, "hacen sentirte realizada, a gusto y feliz, el que hace después de que Femmefleur funcione mejor".

Romper con la rutina

A pesar de que estar en paralelo en varios trabajos supone dedicar muchas horas, incluyendo rechazar al tiempo libre y en la familia, el creador de Celicity y Muns cruz que aporta más ventajas que inconvenientes. "Son cosas diferentes. Sales de un lugar y te metes en otro, pero cómo que lo has creado tú y te atraen por cosas diferentes, es divertido. Además, cada empresa tiene un ritmo y gente diferente, te permite airearte", comenta. Sólo hace falta organización, saber qué días y cuánto rato estarás a cada lugar para planificar el trabajo pendiente.

Como Najles, la cofundadora de Femmefleur se ha tomado la emprendeduría como una tarea. "El hecho de ser autónoma y trabajar para diferentes clientes hace que estés con cosas diferentes a la vez y que el proyecto fuera una cosa más en el abanico y dentro de mi estructura mental", afirma sobre una rutina que lejos de asustarla, la mantiene activa y ánimos de aceptar más propuestas.

Se puede fracasar?

Estos tres casos demuestran que emprender sin dejar el trabajo puede funcionar, pero a la larga hay que escoger. Una de las voces que tiene muy claro que crear empresas y mantener la anterior vida profesional no es posible es la de la presidenta de Íncipy e Inesdi, Joana Sánchez, creadora de más de 20 compañías.

Ella concibe la emprendeduría como la acción de crear y dirigir una empresa, una tarea "compleja, sobre todo cuando estás creando el modelo de negocio". De aquí que los proyectos en los cuales se ha implicado parcialmente, afirma, hayan fracasado. "Cuando miras los que han salido adelante, han tenido una primera figura que no es que haya sido al 100%, sino al 200% o al 1.000%", defiende.

"Cuando estás creando, no duermes. Estás concentrado. No emprendes para trabajar menos, sino para trabajar mucho más", continúa, y cierra su opinión con una sentencia: "Es cómo si me dijeras que quieres hacer una cursa de Fórmula 1 a tiempo parcial".

Més informació
Albert Colomer: "La mejor confianza es coger mi cartera y ponerla a tu bolsillo"
Startups con entrenador
Que no volvería a hacer?
Hoy Destacamos
Lo más leido