Favàritx, los sastres de la óptica

Cuatro jóvenes catalanes fabrican en Viladecans ojeras de sol con un material inesperado: tela

Ante el faro de Favàritx en Menorca en Víctor Romero vio que su pareja, Sandra Debón, se había manchado la falda con pegamento. Nunca una mancha había sido tan rentable. En aquel momento Romero no vio una mancha, sino una idea para emprender un proyecto empresarial. Casi tres años de pruebas más tarde el material ha cogido forma y el faro de la isla da nombre a una marca de ojeras hechas con tela, Favàritx.

"Alma de ingeniero"
El diciembre del 2015 nació la empresa con Romero, Sandra Debón, Roberto Sierras y Óscar Giner como cofundadores y accionistas de Favàritx Eyewear. En Víctor y Sandra estudiaron Publicidad y Comunicación, no tienen formación de Ingeniería. Pero Romero tiene "alma de ingeniero" y "siempre está creando". Así pensó que usando teles naturales de cáñamo y endureciéndolas mediante resinas ecológicas y un sistema de prensado se podría conseguir un nuevo material para hacer montura de ojeras –y así cerrar el círculo: la madre de Romero tiene una óptica-.

"Normalmente la gente no se acaba de creer que hacemos ojeras de tela y cuando entienden que todo el grueso de la montura es de tela se sorprenden bastante", dice Romero. "Nos cuesta bastante explicarlo, porque es un material muy innovador", añade Debón. Pero un golpe se entiende, la sorpresa pasa a ser admiración.

El proyecto empezó con una inversión inicial de 30.000 euros "proveniente de amigos y familiares". Las teles de la materia primera provienen de India, Perú o Guatemala. "Son materiales naturales y gruesos con mucha personalidad propia", explica Debón. Un golpe se obtienen las planchas de material, se cortan, pulen y las ojeras se acoplan manualmente a la sede de la empresa en Viladecans.



Diseño y diferenciación
Las ojeras ya han llegado a siete ópticas de Cataluña, a pesar de que también venden por su página web. "Nos dirigimos a ópticas que tienen un producto más bien exclusivo y de gama alta, enfocado a un cliente de cierto poder adquisitivo, interesado en el diseño y diferenciarse", indica la emprendedora. Las ojeras de la primera col·leció de Favàritx –con nuevo diseños diferentes- están hechos artesanalmente y tienen un precio de entre 130 y 160 euros. Cada mes fabrican unas 200 unidades, pero con la buena aceptación del producto prevén que necesitarán fabricar unas 400 para cubrir la demanda.

La marca se ha lanzado en las redes sociales para promocionarse, tienen presencia al Palo Alto Market y desfilarán a la pasarela White Summer en Pals. Así mismo, también apuestan para aliarse con blocaires y famosos como Àngel Llàcer o Pablo Puyol, que ya han lucido las ojeras de tela.



La mirada en Europa
A este ritmo, la marca calcula facturar 170.000 euros este año, una cifra considerable por una marca tan joven. De momento se centran a consolidar el negocio en Cataluña y España, pero ya ponen la mirada en la internacionalización. Estos sastres de la mirada irán a la feria de Munich el próximo mes de enero y allá "esperamos conseguir distribuidores para abrir mercado al norte de Europa", dice Romero.

Si hace unos años la madera vivía su momento dulce en las monturas de las ojeras de solo, parece que ha llegado la hora de un material mucho más inesperado, la tela.
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