Quadruplicar la facturación prevista por un año en sólo seis meses puede ser el sueño de toda empresa. Meller lo ha conseguido. La marca catalana de ojeras y relojes creada por los emprendedores y compañeros de carrera Sergi Benet, Borja Nadal y Marco Grandi triunfa con menos de dos años de trayectoria.
Meller es una marca de ojeras de solo y relojes que se comercializan a través de las redes sociales. "Somos una empresa nativa de Internet, nacimos online y somos totalmente digitales", explica Benet, cofundador de la marca. Y con este planteamiento la marca cerró en 2015 con una facturación de 500.000 euros y su previsión por 2016 era de dos millones, cantidad que ya ha conseguido durante los primeros seis meses del año. En poco tiempo, esta firma catalana ha conseguido un "crecimiento exponencial", cosa que ha impulsado sus creadores a prever que Meller cierre el año logrando un volumen de negocio de seis millones de euros, un 150% más del previsto al inicio del 2016.
La idea inicial nació en una incubadora de Malasia "que rechazó el proyecto, porque para ser una marca propia implica un coste elevado en marketing, promoción, imagen, etc. y era muy arriesgado por ellos", explica el emprendedor. Y entonces volvieron a la capital catalana. "Llegamos en un momento mucho doliendo por nosotros porque habíamos intentado entrar al mercado australiano y no funcionó bien, no teníamos bastante conocimientos en marketing digital y nos gastamos todo el dinero que teníamos".
Entonces picaron a la puerta de la aceleradora Conector de Barcelona Activa. En mayo del 2014 Meller ya era al mercado y lograba una facturación de 45.000 euros. Y desde entonces el crecimiento ha ido como un cohete. En un principio sólo con ojeras y después con relojes.
Smart fashion
Y cómo se hace esto? Benet dice que Meller se basa enel smart fashion. Esto quiere decir que la marca ofrece productos de una buena calidad a un precio más "justo" del que se encuentra normalmente porque "el online facilita que se puedan eliminar o prescindir intermediarios que añades costes en la cadena de valor". Meller envía directamente de fábrica al consumidor y "no imputamos gastos adicionales al cliente". Ojeras y relojes son accesorios que no tienen talla y que están muy vinculados a la moda y la tendencia, dos productos perfectamente adaptables al comercio electrónico.
En su inicio, Meller rompió la tendencia de las ojeras de bajo coste del momento, totalmente cuadradas. Las ojeras redondas empezaban a ser tendencia y no había nadie que las produjera a un precio tan bajo. Ahora entre los 22 trabajadores que forman parte de la plantilla ya cuentan con diseñadores que hacen sus propios diseños.
Pero además de una idea innovadora para obtener estos resultados también hace falta una ingente inversión en marketing. En este sentido, Meller ha destinado este año más de un millón de euros a promocionarse a la red.
Y este hecho ha sido clave en un mercado en que hay muchos competidores: "Quizás sí que hay una burbuja de marcas de ojeras a raíz del éxito de Hawkers , pero muchas se quedan por el camino o son proyectos muy pequeños", recalca Benet. Las ojeras de solo son un mercado que no tiene "muchas barreras de entrada, cualquier se puede hacer una marca y vender en linea", pero al final sólo quién hace las cosas bien acontece una gran empresa o "sólo paga el sueldo de un trabajador".
Una marca global
La marca con nombre de camaleón africano es presente en todo Europa "porque cada vez hay menos barreras y nos cuesta el mismo vender en Finlandia que en Francia". El mercado internacional representará a final de año aproximadamente el 75% de la facturación de Meller. En opinión de Benet, este crecimiento se debe de a la entrada de la firma en nuevos países europeos, si bien añade que para seguir creciente a este ritmo tendrán que aterrizar a los mercados latinoamericano, norteamericano y volverlo a probar en Australia aprovechando el verano al hemisferio sur.
De cara al futuro Meller se pone como objetivo crecer en los mercados en que ya es presente y abrir de nuevos por, finalmente, ser una marca global. Consolidar la marca por, quizás incluso ser presente en tiendas físicas en un futuro no muy lejano. "Queremos crear una marca sólida que guste y que hace las cosas bien, nada más", concluye Benet.
Meller es una marca de ojeras de solo y relojes que se comercializan a través de las redes sociales. "Somos una empresa nativa de Internet, nacimos online y somos totalmente digitales", explica Benet, cofundador de la marca. Y con este planteamiento la marca cerró en 2015 con una facturación de 500.000 euros y su previsión por 2016 era de dos millones, cantidad que ya ha conseguido durante los primeros seis meses del año. En poco tiempo, esta firma catalana ha conseguido un "crecimiento exponencial", cosa que ha impulsado sus creadores a prever que Meller cierre el año logrando un volumen de negocio de seis millones de euros, un 150% más del previsto al inicio del 2016.
La idea inicial nació en una incubadora de Malasia "que rechazó el proyecto, porque para ser una marca propia implica un coste elevado en marketing, promoción, imagen, etc. y era muy arriesgado por ellos", explica el emprendedor. Y entonces volvieron a la capital catalana. "Llegamos en un momento mucho doliendo por nosotros porque habíamos intentado entrar al mercado australiano y no funcionó bien, no teníamos bastante conocimientos en marketing digital y nos gastamos todo el dinero que teníamos".
Entonces picaron a la puerta de la aceleradora Conector de Barcelona Activa. En mayo del 2014 Meller ya era al mercado y lograba una facturación de 45.000 euros. Y desde entonces el crecimiento ha ido como un cohete. En un principio sólo con ojeras y después con relojes.
Smart fashion
Y cómo se hace esto? Benet dice que Meller se basa enel smart fashion. Esto quiere decir que la marca ofrece productos de una buena calidad a un precio más "justo" del que se encuentra normalmente porque "el online facilita que se puedan eliminar o prescindir intermediarios que añades costes en la cadena de valor". Meller envía directamente de fábrica al consumidor y "no imputamos gastos adicionales al cliente". Ojeras y relojes son accesorios que no tienen talla y que están muy vinculados a la moda y la tendencia, dos productos perfectamente adaptables al comercio electrónico.
En su inicio, Meller rompió la tendencia de las ojeras de bajo coste del momento, totalmente cuadradas. Las ojeras redondas empezaban a ser tendencia y no había nadie que las produjera a un precio tan bajo. Ahora entre los 22 trabajadores que forman parte de la plantilla ya cuentan con diseñadores que hacen sus propios diseños.
Pero además de una idea innovadora para obtener estos resultados también hace falta una ingente inversión en marketing. En este sentido, Meller ha destinado este año más de un millón de euros a promocionarse a la red.
Y este hecho ha sido clave en un mercado en que hay muchos competidores: "Quizás sí que hay una burbuja de marcas de ojeras a raíz del éxito de Hawkers , pero muchas se quedan por el camino o son proyectos muy pequeños", recalca Benet. Las ojeras de solo son un mercado que no tiene "muchas barreras de entrada, cualquier se puede hacer una marca y vender en linea", pero al final sólo quién hace las cosas bien acontece una gran empresa o "sólo paga el sueldo de un trabajador".
Una marca global
La marca con nombre de camaleón africano es presente en todo Europa "porque cada vez hay menos barreras y nos cuesta el mismo vender en Finlandia que en Francia". El mercado internacional representará a final de año aproximadamente el 75% de la facturación de Meller. En opinión de Benet, este crecimiento se debe de a la entrada de la firma en nuevos países europeos, si bien añade que para seguir creciente a este ritmo tendrán que aterrizar a los mercados latinoamericano, norteamericano y volverlo a probar en Australia aprovechando el verano al hemisferio sur.
De cara al futuro Meller se pone como objetivo crecer en los mercados en que ya es presente y abrir de nuevos por, finalmente, ser una marca global. Consolidar la marca por, quizás incluso ser presente en tiendas físicas en un futuro no muy lejano. "Queremos crear una marca sólida que guste y que hace las cosas bien, nada más", concluye Benet.
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El contingut de la secció Una idea, una empresa està elaborat amb la col·laboració de l'Ajuntament de Barcelona
